Prueba: Nissan 370 Z Nismo

Prueba: Nissan 370 Z Nismo

2 octubre, 2018 Desactivado Por Miguel Lorente

Hay coches cuyo atractivo transciende más allá de lo que muestran por su físico y, tras la prueba del Nissan 370Z Nismo, no me queda otra que rendirme a sus pies, o ruedas.

Este sobresaliente deportivo japonés a lo ‘old school’, de aquellos que admiten pocas exigencias de parte de su conductor y, es al revés, quien lo conduce, el que debe adaptarse a él, desde el principio.

La habitabilidad del Z

Desde el inicio, adentrarse  en un Nissan 370Z no es demasiado complicado para un tipo de mi envergadura (1,8m y 75 kg) pero la salida resulta algo más gimnástico.

En el momento en que todo el cuerpo está en el asiento llega la primera exigencia en test del Nissan 370Z Nismo: la posición del conductor. Por suerte sí pude encontrar una postura a mi gusto pero, de inicio el volante solo se puede regular en la altura, no en profundidad. El asiento semi-baquet firmado por Recaro es muy duro y estrecho en la parte correspondiente al tronco llegando a ser angosto: bien para el apoyo en curva, demasiado claustrofóbico para un uso alejado de trazados sinuosos.

test Nissan 370 Z Nismo

El espacio del habitáculo puede llegar a ser contradictorio y me explico. La distancia hasta la línea inferior de la luna delantera es generosa, el espacio para hombros y piernas, correcto, pero, de cabeza hacia el techo, parece que, en cualquier momento voy a dar con la frente en el tapizado superior.

Un volante parcialmente tapizado en cuero, con la emocionante línea roja a las 12:00 y un diámetro tirando a pequeño, es el perfecto compañero de la corta palanca de 6 velocidades que se encuentra a una distancia muy correcta del ‘timón’.

Lo que menos me ha gustado del interior es el toque añejo inaceptable en un coche de casi 2020. Su instrumentación digitales en color naranja con gráfico dignos de una Game Boy de 1989 no son justificables hoy en día en un coche de 44.000 euros, lo bueno de este punto es que esto resulta una anécdota cuando de lo que se trata es de disfrutar conduciéndolo.

Igualmente, un arsenal enmarañado de botones bajo la pequeña pantalla del navegador, complica la elección de la acción buscada. Este coche necesitaba haber entrado en el fascinante mundo de los digital cockpit… hace 5 años, como poco, ya que se ha quedado desfasado.

test Nissan 370 Z Nismo

La sorpresa positiva de la prueba del Nissan 370Z Nismo respecto del habitáculo es el maletero que permite equipaje poco más que para una pareja durante un fin de semana.

El Nissan 370Z Nismo en movimiento

Como decía, con la postura ajustada, llega lo bueno: encender el corazón de la bestia. Un bramido estremecedor hace subir la aguja yerta de las rpm indicándote que es momento de que tu corazón lata hasta alcanzar un alto régimen.

Con un pedal de embrague con un largo recorrido, la sincronización entre pie izquierdo, pedal derecho y palanca de cambios lleva unas cuantas maniobras de repetición y aprendizaje ya que se puede llegar a calar o a soltar demasiado rápido el embrague provocando algún que otro molesto tirón, algo tan fácil de solucionar como adaptarse a él.

Entonces el coche se mueve, la prueba del Nissan 370Z Nismo empieza de verdad y llega lo realmente divertido de este coche: circular con él.

test Nissan 370 Z Nismo

Desde el principio, con los reglajes del conductor, te das cuenta que este coches es así, no hay forma de adaptarlo a tu gusto, es un coche hecho como es y, quien quiera domarlo, deberá esforzarse porque, este purasangre tiene un fuerte carácter que domar.

En movimiento el coche es rígido, estable, aplomado (en el buen sentido), directo, duro y, sobre todo, potente. Su motor V6 está pidiendo a gritos que lo hagas bramar. El volante tiene un tamaño que se me antoja un poco pequeño y es muy resistente a moverse, pero cuando la precisión es una necesidad, se agradece esa oposición facilona que podría acabar por resultar una dirección volátil.

La patada al acelerador en segunda hasta las 7.800 vueltas genera una adictiva música que se producirá en su corazón, resonará por todo el habitáculo y dejarás tras tu paso como una estela.

Es sorprendente lo muy bien que está repartido el peso. Da la sensación de ir ‘todo atrás’ pero con una seguridad pasmosa, con el control de tracción puesto, búscale las cosquillas en apoyo y en curva que muy salvaje debería ser la maniobra para perderlo.

test Nissan 370 Z Nismo

Te obliga a llevarlo según tus órdenes, es decir, tú le dices dónde y cómo y él te exige que lo metas ahí y así. Y puedes formar un gran tándem cuando llega el entendimiento, según pasas los kilómetros y entiendes su forma de funcionar, mayor la amplitud de tu sonrisa.

La zaga no se va nunca, incluso cuando debería haberse ido metros atrás, los grandes neumáticos Bridgestone Potenza calzados en unas espectaculares llantas en 19″ transmiten la brutalidad de un motor que no se cansa nunca, que está ahí según pises el pedal derecho y, ni siquiera en marchas altas y acelerando desde un régimen bajo es reacio a acelerar.

Es una maravilla deslizarse sobre el asfalto con el Nissan 370Z Nismo, yo diría que adictivo, no te cansas de él… bueno, tus riñones sí, pero tu cabeza no. Es un deportivo sencillo en cuanto a su configuración: carrocería musculosa, ancha, baja. Un chasis rudo, ágil y comunicativo.

Grandes neumáticos con un enorme equipo de freno. Motor delantero con una distribución de pesos que envía toda su energía al eje posterior gracias (gracias Nissan, gracias Nismo) a una caja de cambios manual de seis velocidades, de tal forma que, en conjunto, el Nissan 370Z Nismo parezca ser un avión que vuela sobre el asfalto.

test Nissan 370 Z Nismo

¿Merece la pena comprar un Nissan 370Z Nismo?

Sí, tajantemente sí. Es un arma de disfrute por y para la conducción, hecho para quienes busquen sentir unas emociones puras en cuanto a potencia, dinamismo y felicidad al volante una vez hayas sincronizado tu forma de conducir a su forma de ser.

El precio del Nissan 370Z empieza a caer, parece ser que entra en su ocaso comercial y que su sucesor está en camino. Esto conlleva a plantearse si esperar a comprarse uno nuevo ahora o a un Nissan 370Z Nismo de segunda mano.

Estoy convencido de que este deportivo se empezará a revalorizar, no sé si llegará a costar más que nuevo, lo dudo, pero que es todo un unicornio, no me cabe duda. Es como ya te he ofrecido en Divex Motor, el Opel Speedster -prueba-, otro coche de los que, cuesten el precio de que cueste, son inversiones en felicidad por mucho que tengamos que ponerle un valor a la hora de hacer la compra-venta.

Por lo tanto, sí, es un acierto comprar un Nissan 370Z Nismo, ayer, hoy y siempre.

 

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