BYD Seal Excellence AWD

BYD Seal Excellence AWD

26 agosto, 2024 Desactivado Por Miguel Lorente

Voy a empezar por el final, aunque lo mismo esto hace que acabes pronto de leer la prueba del BYD SEAL Excellence AWD: este coche es el mejor coche que he conducido durante este año. No se puede decir más claro.

Te lo voy a explicar en detalle los próximos párrafos que componen el test del BYD Seal de 530 CV y tracción total, pero la conclusión es clara y concisa: de todos los coches que he probado durante lo que va de 2024, es el que más me ha gustado.

Aún no ha terminado el año, de hecho nos queda por delante un emocionante último trimestre de 2024 con muchas emociones fuertes en Divex Motor -aviso/anuncio/avanzo: suscríbete a nuestra newsletter y recibe nuestras últimas novedades en tu correo electrónico-, pero tengo claro que éste es el coche del año para mí. Y los motivos son múltiples.

Los motivos de elegir el BYD Seal Excellence AWD como mi coche favorito de 2024

De entrada, su diseño exterior es sublime. Tiene unos detalles que logran combinar tres paradigmas estéticos de una manera magistral.

Su fotografía aúna una imagen agresiva (a pesar de que sigue las líneas de diseño tan habituales hoy en día), de otra, un porte elegante y, finalmente, toques deportivos.

En cuanto a la primera, a partir del diseño denominado por la marca como «Ocean Aesthetics«, presente y patente en el Seal U que conocimos en su presentación y toma de contacto, se muestra una berlina deportiva con un frontal afilado como un bisturí.

Los trazos limpios curvilíneos confluyentes en el frontal, se forman a partir de un dinamismo que emerge desde la parte posterior del coche hacia la delantera y vienen a dibujar una silueta cuya bóveda se apoya en cintura alta, lo cual deja expuesto unos paneles laterales musculados y marcados, cual atleta.

Finalmente, la caída del pilar C, en configuración fastback, cae delicadamente al maletero cuya puerta viene a batirse en protagonismo entre la firma lumínica y el alerón inferior del paragolpes, que junto con las estriberas laterales, a modo de sierra, son uno de los elementos que salpican la carrocería del BYD Seal de 530 CV que te indican a golpe de vista que este coche es todo un misil.

La habitabilidad soberbia del BYD Seal Excellence

Ahora, si nos metemos, literalmente, en él, si el exterior encandila, el interior embelesa porque el acabado Excellence no es solo el de excelencia dentro del catálogo de la marca: es el que acaba enamorando a sus ocupantes.

No ha habido ni una persona a la que haya invitado a entrar en este coche que le haya puesto una pega al mismo. Ya no solo eso, el consenso ha estado en que este coche presenta un equipamiento de coche de lujo marcado bajo el precio propio de un coche eléctrico ordinario hoy en día.

Ahora, volviendo a mi propia y única experiencia, lo que más me ha gustado del interior del BYD Seal es sentarme en él y disfrutar del tiempo en su cabina.

Los asientos delanteros de BYD, cuyo diseño presentan una, de nuevo, confluencia de líneas que se entrelazan y que, a pesar de tener cierto parecido a los propios de un coche de competición, son sensacionales.

Tanto en conducción deportiva como en insidiosos atascos, tanto si el trayecto es de corta como de larga distancia, si vas o vienes de donde sea, es un coche de los que no se quiere salir de él.

Lo mismo te parece una exageración, pero, a veces, da pereza y tristeza salir de él. De hecho, me recordó muchísimo a lo que sentía al dejar aquel sublime Mercedes Benz CLS que probé años ha y cuyos estándares quedaron para quien firma este artículo y su señora como el coche más lujoso y delicioso en el que he/hemos estado y cuyo precio casi duplicaba el del presente.

Además de la comodidad de los asientos, las plazas traseras del BYD Seal, que homologa hasta cinco plazas, son ideales para cuatro adultos, viajando los dos de atrás con una comodidad absoluta si se trata de una persona de tallaje como la mía (de algo menos de 1,80 de alto y una talla M-L de camisa).

Incluso, como coche para una familia, el BYD Seal es adecuado. Durante los siete días que he podido utilizar este coche como si fuera mío (ojalá), he instalado los dos dispositivos de retención infantil, las sillas de mis hijos, vaya, y en medio ha llegado a viajar mi mujer (que mide casi 1,70 y presenta una talla S-M) con relativa comodidad y mis críos, encantados con tanto cachivache tecnológico, como la famosa pantalla rotatoria ya conocida por los míos de la prueba del Atto 3.

Volviendo al habitáculo del BYD Seal Excellence, la presencia de elementos de alta calidad sincronizados con una concepción estilística innovadora, se presenta de una manera espectacular.

Por ejemplo, el selector de marchas, si bien puede recordar al mando de SEAT/Cupra, al erigirse en una pieza de cristal, recaba la atención de quien se sube a él.

Si miramos hacia abajo, detalles como el de selector de marchas, si miramos hacia arriba, una cúpula acristalada que, como todo el coche, aísla del exterior de maravilla.

Me refiero, en el caso del techo del BYD Seal de este test la he realizado en pleno verano, en unos momentos de máximo calor en el centro de la meseta y viajando en horas en las que nuestro Lorenzo particular azota…

Pues a pesar mis temores y habiendo vivido un calvario en otros coches con el mismo sistema, el cristal oscurecido del SEAL ha bloqueado a la perfección el duro efecto del sol cuando más lo necesitas que es cuando más duro pega.

Hablando del aislamiento respecto del mundo, cuando se rueda en el BYD Seal solo se disfruta de eso y de lo que pasa a bordo ya que, con los ventanillas cerradas, el nivel de insonorización es elevadísimo y solo se escucha una rodadura lógica para un coche eléctrico como es éste.

Y, respecto de mis impresiones y opinión sobre el BYD Seal AWD, ahora viene la guinda del paste que es su conducción.

Como acabo de decirte y doy por hecho que sabes, el BYD Seal es una berlina eléctrica. El fabricante solo vende este modelo en dos configuraciones: la de tracción total y 530 CV, la que he probado, y la de propulsión del eje trasero y 313 caballos de potencia.

Como te decía, dada la arquitectura de este coche, además de que al entrar uno si sienta muy abajo, lo cual potencia una sensación de conducción deportiva nada más se sube uno en él, las baterías que se ubican en el piso del coche y el reparto de pesos que incluye la ubicación del motor delante y otro en el eje posterior, dan lugar a que, en movimiento, el coche propone unas sensaciones propias de una berlina deportiva absolutas.

Si me vieras entenderías mientras escribo este texto, por cómo estoy colocando la palma de mi mano y como la deslizo casi rozando la mesa, el BYD Seal se desliza sobre el asfalto como un tren de alta velocidad lo hace sobre los raíles en los que se apoya.

La sensación de aplomo, estabilidad y dinamismo es excelente.

Para colmo, disponer de 530 CV de potencia a repartir de manera inteligente por los diferentes controles de tracción que intervienen para hacer eficiente al 100 por 100 el uso de la electricidad según el momento, permite hacer un cero a cien que viene reflejado bajo el nombre del modelo en la puerta del maletero: 3.8 segundos.

Si a ritmo, que no necesariamente velocidad elevada, este coche es una delicia de conducir, lo es, gracias a lo que comentaba anteriormente sobre su calidad y habitabilidad interior, un aliado contra la conducción rutinaria y soporífera.

En trayectos prototípicos del día a día, como es llevar a los niños al cole (hecho que, dada la época del año es cierto que no he hecho), ir a trabajar o hasta hacer la compra al supermercado, cualquier excusa es buena para sacarlo del garaje y utilizarlo como herramienta contra lo ordinario, o a aras de una vida con emociones placenteras.

No es solo un dato: es lo que la teoría lleva a la práctica. No es acelerar por poder derrochar: es ser efectivo. No es salir disparado: es sentirse vivo. No es conducir: es disfrutar.

El BYD Seal te puede llevar relativamente lejos. Al menos teóricamente te puedes hacer, por ejemplo, un Madrid-Valencia sin recargar ya que homologa una autonomía máxima de hasta 520 km.

Yo, para ver la autonomía real del BYD Seal AWD según mi uso y la estación del año vivida, esperando a recargar hasta pocas horas antes de su devolución, y con un 10 por ciento restante en el momento de enchufarlo para cargar, pude recorrer hasta 430, es decir, en teoría podría haber llegado a rodar hasta unos 450-470 km hasta dejarlo sin electricidad.

Para acabar el análisis del BYD Seal antes de analizar su precio, te diré que el maletero principal ofrece 400 litros de capacidad. No son muchos, la verdad, digamos que propio de una berlina mediana estándar.

Tampoco sus formas, sobre todo, su boca de carga, son las mejores para introducir y albergar, se me ocurre, todo el aparataje de vacaciones de una familia, pero, o bien con maña y usando maletas pequeñas o bolsas tipo de gimnasio, incluso recurriendo a instalar un cofre sobre el techo, puede ser suficiente para una sobrevivir.

Y siempre puedes meter algo más en el delantero delantero, de 53 litros, no mucho, pero como te decía, una bolsa de tipo gimnasio te cabe.

Y si el espacio de carga total que ofrece este coche se te queda corto, por lo que vale el BYD Seal AWD Excellence te digo que merece la pena gastarte unos pocos euros más y añadir un portaequipajes adicional. Porque el precio del BYD Seal, desde luego, que es uno de sus máximos alicientes.

Por qué el BYD Seal podría ser mi coche (*)

Como creo que ya has llegado a entender, este coche me ha encantado. Tanto tantísimo que pudiera a ser una opción realista si pensara en cambiar o dar salida a mi actual coche, a pesar de las inmensas diferencias entre ellos, el BYD Seal es tan sugerente, salvaje y exótico que podría ser el reemplazo de mi berlina familiar japonesa, y, para colmo, tiene un precio similar al que, por entonces, costaba mi coche.

La gama del BYD Seal se compone de dos únicas opciones con estos precios:

BYD SEAL AWD Excellence RWD Design
Precio 47.780 € 43.280 €
Potencia/par 530 CV / 670 Nm 313 CV/ 360 Nm

Sin haber probado el RWD, el BYD Seal AWD funciona tan bien que, por los 4.500 euros de diferencia que hay, en un precio que, digamos, de media entre ambos supone comprar un coche eléctrico por unos 45.000 euros, y, en cualquier caso, estamos hablando de comprar un coche de más de 500 CV por menos de 50.000 euros, yo optaría por el de tracción total. De hecho, te digo, me resulta barato, muy barato para lo que se disfruta.

Teniendo en cuenta los coches eléctricos que he conducido últimamente, este es el que mejor relación calidad-precio presenta. 

Si me tuviera que plantear otra opción, como rival directo situaría al Polestar 2 Performance Pack que conduje, de potencia y configuración mecánica similar, pero precio más elevado y una calidad, que si bien es propia de un coche de alta gama, me resulta, ahora y a la vista de la prueba del BYD Seal Excellence inferior.

(*) Como nota aún más personal a lo expuesto en este texto, te diré, que he sentido una fusión total con el BYD Seal de la prueba que me ha hecho sentirlo como mi coche, además de por los motivos expuestos, porque las letras de la matrícula coinciden con mis iniciales, ergo, de ahí que haya tenido la sensación de que este automóvil podría haber sido hecho para mí, en todos los sentidos.

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