Nuevo Ford Kuga PHEV ST Line X 243 CV FWD: prueba y opinión

Probamos el nuevo Ford Kuga híbrido enchufable de hasta 243 CV de potencia, acabado ST Line X y un precio próximo a 50.000 euros

En realidad, el nuevo Ford Kuga, no es nuevo. A pesar de su apariencia, la profunda actualización estética y tecnológica habitual de mitad de ciclo de vida comercial que todo modelo viene a recibir, ha supuesto para el popular SUV de Ford una imagen nueva propia de diferentes generaciones, pero no es así.

En cualquier caso, teniendo en cuenta que entre este test y el que hice al Ford Kuga PHEV Vignale ha habido un periodo de cerca de año y medio, lo primero que me llamó la atención del «nuevo» es que parecía aún mejor que el «viejo».

Pero vayamos a la estética del nuevo Ford Kuga ST Line X y comparémosla con el que ya conduje.

Las diferencias entre el Ford Kuga 2020 y el 2024

Como salta a la vista, los frontales son diferentes.

He de reconocerte que, en ambos casos, para mi gusto, ninguno de los dos mejora al que precedió, es decir, al que se vendió hasta el año 2020, pero, también te digo, que entre el de 2020 y el de 2024, me quedo con el nuevo.

Este frontal se diferencia, como viene siendo habitual, con la modificación de las ópticas delanteras y la inclusión de la ya manida por gran parte de fabricantes tira luminosa entre faros. Particularmente, me parecen reminiscencias de diseñadores nostálgicos de una época en la que el tuning era fiebre.

La parrilla es ahora más grande, y bonita, lo que produce una sensación de mayor volumen e, incluso, de anchura, cosa que no es así ya que la arquitectura deja unas dimensiones prácticamente idénticas.

Si nos vamos a la zaga, porque lateralmente no cambia nada, se replican los cambios delanteros: pilotos nuevos y, en vez de parrilla, aquí desaparece el tirador del maletero, haciendo de la imagen más limpia, aunque es menos práctico. Como detalle, ahora la antena de «tiburón» muestra dos aletas en vez de una (encogimiento de hombros y elevación del arco de las cejas mientras escribo esto)

Por dentro, uno se siente y se sienta como en un viejo conocido, aunque, he de reconocer que me gusta más el paquete ST Line X que el Vignale del Kuga que probé en 2022.

Salvo porque la pantalla principal es más grande (5 pulgadas más, y eso hace que desaparezca la botonera analógica de controles que existía en el espacio que ahora es todo para la nueva), el resto no varía y eso es bueno. Y me explico.

La habitabilidad y el confort del Ford Kuga ST Line X

Como te decía, me gusta sentarme en los Kuga, al menos en los que he probado. Porque, a pesar de ser coches SUV, con la tirria que les tengo, son confortables. Eso, tanto en el señorial Vignale citado como en el presente equipado con el paquete ST Line X. Ahora, como señalaba, por mi propia afinidad, me gusta más, tanto sensorial como afectivamente el más deportivo, eso es, éste.

El más reciente equipa unos asientos que, la verdad, los recuerdo más efectivos en marcha que los del otro paquete, en cuando al lujo, además, en el ST Line X, al ser vestidos en piel y Alcántara, quedan más racing.

Lo mismo pasa con el volante y el juego de pedales: parecen o muestran un empaque deportivo. Eso sí, algo que quiero mencionar ya que es una de las cosas que menos me ha gustado del Ford Kuga es que, si me leyeran los señores de Ford que tienen la posibilidad de hacer estos cambios, es que el pedal del acelerador fuese más grande y, a poder ser, de tipo tira, de los que van apoyados en el piso del coche, ya que éste, para un tipo con un 45 como yo, me resulta canijo.

Al margen de eso, uno se encuentra muy cómodo, tanto en el asiento principal, como, sobre todo, por mayor espacio libre, en la butaca del acompañante. Las plazas traseras del Ford Kuga PHEV ST Line X, que en total homologa 5 plazas, son válidas para tres adultos, no digo que no, pero mejor si son, al menos el que fuera en la central, de tallaje contenido.

El maletero del Kuga híbrido enchufable cubica hasta, según la situación de la banqueta de las plazas traseras, ya que pueden desplazarse para ganar espacio tanto en éstas como en cuanto al espacio disponible para la carga, desde 395 hasta 536 litros.

Pero, en general, me sigue pareciendo que este coche adolece del mismo problema que el Ford Kuga que ya probé hace un par de años (lógico, ya que no deja de ser prácticamente el mismo coche) y es que el acceso al cajón de carga me resulta que está muy alto respecto del suelo y que, al tener un paragolpes con mucho labio, dificulta subir un bulto voluminoso o pesado, como una maleta familiar.

La conducción del Ford Kuga PHEV ST Line X

Uno cabría pensar que, con 243 CV de potencia máxima disponible (de los cuales, 155 son extraídos del propulsor 2.5 gasolina y 132 del motor eléctrico), este vehículo sería rápido, no lo es, explosivo, no lo es, emocionante, tampoco. Y ¿aburrido? Pues no. Es sencillamente correcto.

No te falla cuando le pides que se esfuerce en, por ejemplo, adelantamientos o incorporaciones a vías rápidas con inercia, pero claro, tampoco te despeina si haces salidas en parado porque, con esa potencia, tiene que mover, a nada que lleve un par de ocupantes y algo de carga, 2 toneladas, ya que, de por sí, este Kuga híbrido enchufable pesa 1.859 kg del ala.

Además, o casi mejor, se trata de un tracción delantera (digo que mejor porque meterle un sistema de tracción integral, aunque posiblemente mejoraría su dinámica, le lastraría aún más), y eso hace que vaya bien en condiciones normales (seco, buen tiempo, asfalto templado…).

Como detalle, al hilo de esto, me ha llamado la atención lo mucho que sonaban los neumáticos que equipaba la unidad probada… supongo que será algo propio de este tándem en concreto porque si no…

Volviendo a la conducción, es uno de esos SUV que, si sufrir las inercias laterales en curvas largas e intensas, tampoco se defienden mal en trazados sinuosos, sin ser este tipo de configuraciones donde mejor van.

Donde más se disfruta un Ford Kuga PHEV es en entorno urbano. Es verdad que circular por vías rápidas con un vehículo así permite, de una parte, fagocitar kilómetros sin darte cuenta, pero a nada que pase el tiempo, entra el sopor.

Por otro lado, al disponer, en teoría, de hasta 69 km en modo eléctrico, ergo, etiqueta CERO, aunque, por lo vivido, lo máximo que podría haber llegado a hacer estimo que estaría entre 50 y 55, se puede mover uno en ciudad sin gastar gasolina, en silencio y con una propulsión correcta para sobrevivir a los devenires de la metrópoli de turno.

A todo y esto, el consumo medio final que he sacado tras la buena tacada de kilómetros vivida con él se ha quedado en 3,4 litros a los 100, habiéndome quedado solo una vez sin carga eléctrica y recargando hasta 3 veces la batería cuya capacidad es de 14,4 kW (real, 10,7). Cuando he circulado impulsado con el motor de gasolina, el consumo se va a algo más de 7 litros a los 100, ni tan mal para el motor de gasolina que lleva y el peso total del propio SUV (y la aerodinámica de este tipo de vehículos).

Conclusión y opinión sobre el Ford Kuga ST Line X PHEV

Si nos vamos al configurador de Ford y simulamos uno con la configuración como la del que he conducido, el precio del Ford Kuga como el probado se iría por encima de los 50.000 euros. Me parece muchísimo dinero, la verdad.

El coche es muy bonito, sobre todo con este azul y estas llantas, se mueve bastante bien, es cómodo y lujoso, pero la tecnología híbrida enchufable supone un aumento de precio demasiado elevado respecto, sin ir más lejos, del mismo modelo con el mismo equipamiento, pero recurriendo a otros sistemas de propulsión.

El Kuga ST Line X FHEV, el híbrido ligero de Ford, con 180 CV de potencia, se quedaría unos 4.000 euros menos, pero aún más flagrante diferencia económica con el 1.5 EcoBoost de 150 CV que costaría unos 6.000 menos, quedando en el Ford Kuga ST Line X más barato en unos 44.000, un coste más razonable para tal equipamiento, no mucho menos potente (y que por su relación peso-potencia no debería ir muy diferente del PHEV ya que 1.5 pesa unos 330 kg menos) y, a mi modo de entender, el más coherente dentro de este acabado, aunque tenga «solo» etiqueta C.