GU-999, de tramo entre Auñón y Alocén

Desde la N-320 aproximadamente en el km 225 sentido Guadalajara-Cuenca, tras una brevísima pero entretenida zona revirada catalogada por la autoridad competente como «Carretera pintoresca», justo al llegar al primer puente bajo roca de la montaña aparece el desvío de la GU-999 destino Alocén.

El entorno de la presa del pantano de Entrepeñas rezuma belleza montañesa y como buena zona entre valles y laderas la mano humana se ha abierto camino para atravesarla y comunicar un pueblo con otro.

Nada más tomarla ya nos muestra de qué va: altos pinos destacan sobre la vegetación rastrera que acogen un trazado donde curvas deliciosas se conectan entre sí gracias a pequeñas rectas dibujadas sobre un no hace mucho recién asfaltado pavimento que unos pocos años atrás era más digno de abordar más con una mountain bike que un coche ya que el asfalto estaba rotísimo y los baches y la grava suelta eran un serio condicionante para la seguridad.

(La imagen de abajo es propiedad de Google, está tomada en septiembre-octubre de 2014)

Una recomendación es ir siempre pegado al margen derecho pues, si bien carece de línea central, los amigos de las dos ruedas a motor suelen compartir esta carretera en sentido contrario al que describo y las invasiones de alguno de estos del espacio lógico de seguridad propia y agena compromete a veces la conducción y pone en riesgo sus vidas y la de los que con ellos se cruzan.

En general, en los 14 km de tramo vamos a encontrar un continuo devenir de curvas enlazadas haciendo entretenidísimo el trayecto y unas cuantas horquillas dignas evaluadoras de la capacidad de agarre de nuestros neumáticos y de la eficacia de los diferenciales sobre todo el trasero cuando en algunos puntos la inclinación de la calzada deja entrever que «te quedas a tres ruedas».

Dicho esto, cabe señalar que la zona de pinos hace que incluso a pleno mediodía haya zonas de sombra por lo que es más que recomendable que si no se conoce se evite las horas de temperaturas más bajas de invierno no sea que haya «hielo negro» como en el mundo de los rallyes se conoce a esas placas casi invisibles que son tan peligrosas pero más traicioneras que las que se ven.

Mi recomendación personal es disfrutar de los tres kilómetros que van del pk 13 al 16 pero en sentido retorno a Auñón y aprovechar las diversas y abundantes zonas de arcén ancho destinado y señalado para aparcar y contemplar el paisaje disfrutando del silecio o del sonido de la calma de la montaña según sople el viento o trinen las aves.