Retromóvil 2021 – Salon del vehículo clásico

La Redacción de DivEx Motor ha asistido al Retromóvil 2021 en el IFEMA con el fin de contar en primera persona cómo fue el evento, qué es lo que uno puede encontrar allí y qué es lo que, en nuestra opinión, se podría mejorar.

Algunos datos de interés del Retromóvil 2021

El XVIII Retromóvil Madrid tuvo lugar el fin de semana del 26 al 28 de noviembre de 2021 en el IFEMA, más concretamente en el Pabellón 10 del citado recinto ferial. Se trata de un Salón dedicado a los vehículos clásicos, que se celebra anualmente (si exceptuamos la edición de 2020 debido al COVID) y que alberga en su interior tanto coches como motos de distintas épocas. Para acceder a dicho pabellón 10 se puede acceder por la entrada norte del IFEMA.

¿Qué nos encontramos en Retromóvil 2021?

Respuesta breve: hierros viejos. Respuesta larga: desde que accedes al interior del pabellón tras pasar los tornos de acceso, al espectador le invade una sensación de nostalgia, recuerdos de la infancia y la sensación de que cualquier época pasada fue mejor. Aquí no hay hueco para los coches eléctricos al menos de momento; suponemos que, quizá dentro de 30 años, pueda haber un Retromóvil dedicado a este tipo de vehículos.

Muy al contrario, lo que uno ve desde que entra son manchas de aceite en el suelo (algunos Jaguar marcando territorio), cierto aroma mezcla de gasolina, grasa y otros fluidos que no hacen sino certificar que uno se encuentra ante la historia viva del mundo de la automoción.

Además de los vehículos expuestos, hay una zona destinada a que determinadas empresas especializadas en la compra y venta de vehículos clásicos expongan sus productos, con el fin de captar clientes que, o bien compren alguno de los vehículos allí presentes, o bien puedan visitar las webs o los propios establecimientos en busca de ese vehículo que nos lleve a revivir épocas pasadas.

Asimismo tienen cabida expositores dedicados a las homologaciones, a los seguros de clásicos, a los eventos de aventura y a los concesionarios especializados en coches clásicos, coleccionistas privados, ropa para motos y un largo etcétera. También hubo un concurso de elegancia, en el cual resultaron premiados un Porsche 930, un Lamborghini Gallardo, un 992 GT3 y un Ferrari.

Sin embargo, lo que a juicio de un servidor tuvo un mayor éxito fueron los stands dedicados «al chatarreo»: esa infinidad de piezas, logotipos, llaveros, pomos, autorradios y demás elementos que tienden a desgastarse o perderse con el tiempo en los vehículos con una cierta edad a sus espaldas, así como los dedicados a las miniaturas de coches, camiones y motos.

Aspectos a mejorar

En primer lugar, que quede claro que esta es una opinión de quien escribe estas líneas pero que fue refrendada tanto por nuestro fotógrafo como por varios asistentes al Retromóvil 2021 con los que pudimos entablar conversación. Y todos coincidimos en que la exposición es un tanto pequeña, puesto que en un solo pabellón se concentran demasiados elementos y se hace complicado poder atender a todo, ya que la cantidad de público asistente impedía acercarse a determinados puntos. Servidor ha asistido a otros eventos como el Salón del Automóvil o el Salón del Vehículo de Ocasión y, al estar repartido en varios pabellones, la visita se puede hacer de una forma más cómoda.

Y, personalmente, a mí «me chirría» un poco ver coches de distintas épocas mezclados sin mucho sentido, puesto que podías encontrar un vehículo de los años 1920 al lado de uno de 2021, como en el caso del Alpine A110 o el Alfa Romeo 4C Competizione expuestos, además de los ya mencionados Porsche 992, Lamborghini Gallardo y demás: tal vez dedicaría un tiempo a colocar y agrupar los vehículos por épocas en vez de tenerlos mezclados.

Parking de clásicos Retromóvil 2021

Una vez que terminamos de ver el pabellón de la exposición por completo (si es que en algún momento eso fuera posible al haber tal cantidad de cosas para cacharrear, ver y tocar) nos dirigimos al parking del Retromóvil, en el cual se congregaron diversos clubes de diferentes puntos de España y que, en mi opinión, no solo complementaba a la exposición interior, sino que incluso la mejoraba.

Todo esto da muestras de que en nuestro país hay una cultura y una afición real por el vehículo clásico; si bien hay unidades bastante mejorables, otras se encontraban en un gran estado de conservación. Y a pesar de las trabas que se les quieren poner a los vehículos clásicos, opinamos que esta sana afición debe continuar, puesto que atrae por igual a personas de más de 60 años (algunos de los cuales sigue manteniendo aquel primer coche o el coche con el que viajaban con la familia), como a personas de menor edad e incluso a niños.