
Leapmotor T03 Desing
15 febrero, 2025 Desactivado Por Divex MotorProbamos el Leapmotor T03, uno de los coches eléctricos más baratos del mercado y caballo de Troya de Stellantis en el segmento de urbanos eléctricos
El interés por hacer la prueba del Leapmotor T03 es triple.
Primero, por mera curiosidad por probar el coche chino de Stellantis -comunicado oficial, aquí-.
Segundo, por tener entre nuestros contenidos un artículo de opinión sobre el coche eléctrico más barato del mercado (cierto, éste y el Dacia Spring son los dos automóviles eléctricos más económicos, pero es que valen lo mismo y ya te anticipo que estamos trabajando en tener otro test con el EV rumano).
Y, tercero, por ver la respuesta de la gente ante este coche tan exótico, por no decir, raro o feo, y ya te digo que unos cuantos se me han acercado y preguntado «oye, esto qué es».
Pues bien, empezaré por decirte que he saciado todas ellas durante la semana que he vivido con un Leapmotor T03 como coche de diario en la ciudad.
Ésa fue y ha sido mi hoja de ruta desde que cerré la cesión del mismo: poder trasladar mi opinión sobre el coche eléctrico más barato como coche del día a día en un entorno urbano. Así que, pasemos al análisis pormenorizado del pequeño coche eléctrico que he tenido bajo mi cargo.
¿Cómo es el Leapmotor T03?
Como te acabo de decir, el coche es feo. No creo que ni su diseñador se molestara al leerme, porque lo es. El que diga lo contrario, miente. Ni tampoco creo que haya nadie interesado en comprar un Leapmotor T03 por su estética. Aún así, resulta un tanto entrañable.
Sus dimensiones, ultracontenidas para los tiempos en los que vivimos, me hacen trasladarme a no hace tanto y, en cierto modo, me recuerda al viejo smart forfour. Y es que en sus 3,62 metros de largo; 1,62 de ancho y 1,57 de alto no caben más que 4 personas de forma legal porque tantas plazas homologa.
Frontalmente, su calandra casi lisa y sus «ojos» occidentales y su paragolpes insulso, promueven una imagen de cerdito con hocico aplastado. Repito, que no se me ofenda nadie que no creo que este coche pueda optar jamás al premio del coche más bonito.
Lateralmente, tiene un aire a «kei car» y sus puertas ajustan casi con los pilares y el maletero como lo hacía el Issota o ahora el Microlino. No es que se parezcan a él, es que no hay concesiones a sumar centímetros poco más allá de las minirruedas que equipa. De hecho, el maletero es tan pequeño que llevar los cables de carga supone ocupar cerca de una cuarta parte del espacio disponible en total (210 litros), y sin bandeja ni cortinilla ni nada que oculte lo que se lleva de ojos indiscretos.
La parte trasera es quizás la menos fea: sosa, pero no es fea. No hay mucho más que decir.
Quizás, lo mejor del Leapmotor T03, en cuanto a sus puntos fuertes, es que el interior es mucho más «bonito» que el exterior. Sin ser un derroche de virtudes, es medianamente agradable, tanto de ver como de tocar. No se sientes calidades excesivamente bajas, solo las lógicas para un coche eléctrico que debería estar costando mucho más de no fabricarse donde se fabrica.
Aún así, en cuanto a la habitabilidad y al confort del Leapmotor T03, la lista de pros y contras es bastante disonante.
Por un lado, me ha gustado de este coche sus asientos, quizás es una chorrada propia de un tipo pirado cuyo automóvil familiar es una berlina japonesa deportiva equipa unos asientos quizás demasiado parecidos, físicamente, a los del pequeño coche eléctrico chino probado. Por cierto, son cómodos, y ya.
Luego, el volante, estéticamente es bastante elaborado y presenta el logo de la marca en el centro, pero controlarlo es una pesadilla, luego en el análisis de la conducción del Leapmotor T03 te lo explicaré.
La pantalla tras el mismo es sencillota, pero práctica, ni le sobra ni le falta, ni se muestran fanfarrias ni tampoco echas en falta nada, de hecho, hasta funciona bien en cuanto actúa como «chivato» de los vehículos que hay a su alrededor.
La otra pantalla, la central, único elemento en el salpicadero, mientras que muestra una interfaz sencilla y bien hecha, con una resolución y calidad de imagen trasera que me ha sorprendido para bien, está muy baja y resulta casi hasta peligroso tener que mirar el navegador mientras se conduce ya que uno focaliza su atención en un punto tan abajo que es muy difícil atender a la circulación real.
Sorprende que un coche barato cuente no solo con techo solar, sino que su despliegue y recogida sea eléctricamente, por otro lado, lo que entra de luz por el techo se pierde en cuanto uno se mete, por ejemplo en el garaje, y la oscuridad es aún más flagrante en las plazas traseras que no disponen de iluminación de ningún tipo, haciendo de estos asientos verdaderos agujeros negros.
Por otra parte, también me ha llamado la atención que las plazas traseras del Leapmotor T03 son bastante amplias para un coche tan pequeño, de hecho, ajustado el asiento del conductor a mi gusto y altura (algo más de 1,75 m), quedaron unos 3-4 dedos de distancia entre mis rodillas y el respaldo, espacio suficiente para mis peanas (calzo un 45), aire de sobra para brazos y hombros y lo justo para no tocar el techo con mi cabeza.
Algo que me ha llamado la atención de esta unidad y no sé si ha sido cosa de la que nos ocupa la prueba del Leapmotor T03 que lees o es algo general, pero ha habido una sensación de distorsión de la imagen al mirar por el retrovisor interior por la luneta trasera: o uno u otro tenían algún defecto y mirar lo que pasaba tras el coche por el espejo a través del cristal me producía cierto «mareo».
La conducción del Leapmotor T03
Como te podrás suponer, el Leapmotor T03 es un coche eléctrico básico, en el sentido de que tiene todo lo obligatorio y exigido para circular por nuestras vías y que cumple con lo que se espera para un coche de su precio y características, que no es poco.
Eso no quita para que a mí, me haya transmitido la información suficiente como para sacar conclusiones.
La primera, en cuanto a su sistema de acumulación eléctrico. Me ha llamado la atención que, mientras otros coches eléctricos o híbridos han sufrido bastante con las bajas temperaturas vividas últimamente, con acusantes pérdidas de energía de un día a otro, como consecuencia del frío ambiental, o la autonomía del Leapmotor T03 no se ha resentido donde otros sí o el marcador no marcaba la realidad, pero dudo mucho esto segundo ya que, una vez encendido, el consumo eléctrico no se veía alterado y, otro punto que me ha gustado de este coche eléctrico, es que consume y ofrece lo que muestran sus indicadores, al menos, en teoría.
A lo que voy es que este coche, que ofrece con sus 37,3 kW de capacidad máxima colmada, dispone de un alcance máximo de 265 km rango. Homologa un consumo combinado de 16,3 kWh/100km, como ves, el mío ha quedado bastante por debajo, favorecido por el tipo de uso que le he dado, sin duda.
Yo he circulado algo menos de 140 con él (en la foto aún faltaba por sumar los propios de la devolución del coche y unos cuantos por vía urbana de esa misma mañana) haciendo un par de trayectos de más de 30 km, para su recogida y posterior devolución, el resto, en urbano, y a la devolución el marcador anunciaba aún otros algo más de 110. Todo ello, aposta, sin enchufarlo en estos días de prueba y solo regenerando a través del propio sistema de autorrecarga.
Luego, igual que te cuento lo bueno, lo peor del Leapmotor T03 ha sido sin duda los viajes fuera de ciudad. Sus intrusivos sistemas de seguridad y asistentes de la conducción hacen que conducir a más de 30 km/h y en vías de más de un carril por sentido se conviertan en una continua lucha con el volante y un desquiciante fiesta de sonidos de advertencia.
Desde el «vigilante» que todo lo ve y que como se te ocurra mirar dos veces a la pantalla central en busca de indicaciones en el propio navegador del coche te sanciona y te exige que pongas tus ojos al frente, hasta los mal calibrados intérpretes que anuncian velocidades que las placas de velocidad máxima permitida no que te anuncian, y más en ciudad, los diferentes cambios continuos de los límites vigentes, todo es una fiesta, más de sonidos que de luces, aunque también aparecen en el tablero.
Y, respecto de los sonidos, este coche tiene un sistema de aviso de presencia entre 0 y 32 km que parece propio de una centrifugadora, en el vídeo que grabé se puede oír. Esto hace que circular por vía urbana, donde las máximas han quedado estandarizadas a los 30 km por hora, con un continuo zumbido poco menos que desesperante.
A partir de los 33, el sonido artificial cesa… hasta que coges velocidad en interurbanas y el Leapmotor T03 entonces suena a ventilador de sobremesa veraniego, no es broma. Es un ruido mecánico que no he podido saber de donde sale, pero que se oye constantemente.
Pero, sin duda, lo peor del Leapmotor T03 y que resulta desesperante es el asistente de mantenimiento de carril, LKA, que como te pegues algo a una línea te proporciona un bandazo al lado contrario, uno tras otro: es tan fino que o mantienes una equidistante distancia, valga la redundancia, entre líneas laterales o te va llevando de una a otra, pitándote a la vez que moviéndote el volante hasta encontrar el imposible punto justo donde quiere que vayas.
Y me dirás «pues desactívalo, cretino», pues tienes razón, lo hice. pero ni con esas. Porque, como ocurre con otras marcas, el gran problema de estos intrusos de la conducción es que, primero, en marcha no te deja apagar casi ninguno y, una vez que lo haces con la palanca en posición de P, una vez que lo apagas, al volver a encender el coche vuelven a activarse por defecto todos los ADAS, por lo que, si tuviera que pensar en comprar el Leapmotor más barato y tener que estar ajustando todo esto cada vez que me subiera a él, dos veces al día, como mínimo, me pensaría muy mucho si me compensa… porque acaba haciendo que te saque de quicio conducirlo, dentro y fuera de ciudad.
Conclusión y opinión sobre el Leapmotor T03
Sí, este coche tiene mucha lógica, incluso comprarlo. No te diría que fuera a deshacerme de mi «todo terreno» de diario para meterme en un coche así, pero puedo llegar a entender el contexto desde un soltero a incluso una familia de 4 que se mueven mayoritariamente en ciudad, unos 30 km en sus quehaceres rutinarios y quieren el coche eléctrico más barato para hacer de él una herramienta de su día a día, como lo fue/es/será comprar la Thermomix para aliviar en la cocina o la iRoomba en las tareas de limpieza.
Como te decía, este coche cuesta 18.900 euros y solo se vende, al menos de momento, con el acabado Design, el mismo que la unidad de la prueba del Leapmotor T03 que lees, por lo que es el que hay y es lo que cuesta y no está nada mal por esa cantidad, la verdad.
Con este argumento, entiendo la lógica de la citada hipotética familia o del soltero que puede estar interesado en el Leapmotor T03 como coche de batalla, pero también espero que ese conductor, sobre todo el conductor, aunque por lo vivido con mis hijos, también sus compañeros de viaje, tengan más paciencia que yo/nosotros, con todos las luces y sonidos que emite mientras está en marcha.