Mercedes Benz EQT 200: prueba y opinión
27 noviembre, 2024Probamos la Mercedes Benz EQT 200, una furgoneta familiar y lujosa, de más 50.000 euros, que viene a ser la versión eléctrica de la Mercedes Benz Clase T
Tengo que empezar este artículo reconociéndote que no estaba en mis planes hacer un test de la Mercedes EQT, y no estaba por una sencilla razón: porque no había reparado en ella.
En mi interés por hacer una serie de artículos dedicados a probar y comparar furgonetas de pasajeros destinadas a familias, me centré en buscar y elegir los más interesantes… con motores diésel o gasolina, a lo sumo, híbridos, pero no reparé en la gama de eléctricas… Mea culpa.
Así que, cuando pregunté al responsable de Mercedes por una «furgo» de pasajeros, él fue quien me sugirió probar la EQT, la versión eléctrica de la Clase T, lo cual me pareció una propuesta aún más interesante.
De esta forma, podría publicar un artículo de opinión sobre una furgoneta de pasajeros, lujosa y eléctrica como opción y/o alternativa a las otras que, en los próximos meses, verás publicar en Divex Motor.
Dicho lo cual, metámonos en harina.
Mercedes EQT 200: la Mercedes Clase T eléctrica
Porque, en la práctica, así es: la Mercedes Benz EQT es la Mercedes Clase T eléctrica. No hay más, estéticamente, salvo los detalles propios de los coches eléctricos, como la parrilla específica llamada Black Panel, las llantas o las insignias de la tecnología eléctrica EQ de Mercedes Benz, la EQT es una Clase T eléctrica. No hay más. Por eso, perder el tiempo buscando las diferencias estéticas entre ambas es absurdo.
Además, no creo que nadie en su sano juicio trate de decidirse por cuál comprar, si la Mercedes Clase T o la Mercedes EQT, por sus acabados o su apariencia, cuando la diferencia entre la más cara de las T y la única configuración disponible de la EQT es de unos 15.000 euros.
Por eso, vamos a resumir con que este, según el fabricante, monovolumen compacto eléctrico es la propuesta más lujosa dentro de la gama de variantes de la Clase T e, incluso, de la Citan Tourer, y mis argumentos son los siguientes.
Habitabilidad y confort
Partimos de la base de que tenemos un vehículo con unas dimensiones exteriores de casi 4,5 metros de largo, por otros casi 1,86 de ancho y también casi 1,82 metros de alto, es decir, estamos ante la Mercedes Benz EQT 200 de caja corta y que homologa o dispone de 5 plazas.
A partir de ahí, de su interior, lo que más me ha gustado de la Mercedes EQT es su ambiente de alta calidad. Aunque es verdad que, para ser un producto de esta marca, me ha dejado un tanto frío no disponer de bondades como asientos regulables eléctricamente ni calefactados, como tampoco lo estaba su volante.
Contrasta también un elevado arsenal de tecnologías de última generación, sobre todo, ADAS en lo referente a la seguridad, pero cuenta con dos esferas tras el volante que ya se ven «añejas».
Por otro lado, como te decía, meterse en una furgoneta familiar de 5 plazas y sentirte como en un monovolumen mediano de los de antaño con un halo premium, se agradece.
El precio de la Mercedes EQT, según el fabricante, parte desde 50.716 euros, se justifica a partir de presentar materiales de alta calidad y de porte elitista. Desde la tapicería de los asientos, pasando por la inclusión de piezas en los paneles de las puertas delanteras y del salpicadero, a la presencia de un equipo de sonido de alta calidad.
Eso no quita que, cuando la estás usando como vehículo del día a día, su comportamiento, y no solo me refiero al dinámico, sea propio de una furgoneta. Con esto quiere decir que, en vez de contar con unas butacas como podría disponer un monovolumen, la ergonomía de los asientos delanteros de la EQT sean los propios de una furgoneta, como ocurre con la posición de conducción o del propio acompañante.
Donde sí que acusa, y lo digo en el amplío sentido de la palabra, sensibles diferencias con un vehículo con motor térmico es cuando uno se ubica en los asientos posteriores.
Sentado en cualquiera de las tres plazas traseras, dada la ubicación de la batería, desde las guías que anclan los asientos delanteros hacia atrás, el acumulador le come terreno al confort ya que, al instalarse ahí abajo, los pies de los pasajeros de atrás están bastante más arriba que los que llevan los de delante, por lo que las rodillas se encuentran también más altas y la cadera se encuentra más forzada.
En cualquier caso, el espacio para las rodillas, quedando el asiento delantero con un reglaje a mi gusto (y para mi altura, algo más de 1,75 de alto, y talla de camisa, entre la M y la L) es el que se ve en la foto. El justo para ir bien si se lleva la bandejita plegada, pero como una rana si se abre.
Ahora, creo que no me equivoco si te digo que entre mi cabeza y el techo de la Mercedes EQT he vivido el mayor espacio libre que jamás haya percibido en mi experiencia como probador de coches. Es inmenso, como decía uno probadores de coches más exigente (mi hijo, de 4 años y una altura 1,10) «(papá) me puedo poner de pie y no toco el techo».
Hablando de espacio para los niños, este vehículo, y si no ya no en sí éste, si una furgoneta de pasajeros como ésta, se me antoja como una de las mejores soluciones para llevar y viajar con 3 sillas ISO FIX en un coche.
Al tener dos anclajes ISO FIX en los puestos traseros (en las plazas, digamos, 3ª y 5ª) y otro en el del copiloto, se pueden montar 3 sistemas de retención infantil con ISO FIX.
Otro punto a favor de la Mercedes EQT como vehículo familiar y, en concreto, como furgoneta para viajar con niños es el segundo espejo retrovisor que equipa y que permite vigilar a los pequeños ahí detrás.
Igualmente, el movimiento deslizante por carriles de las puertas traseras da mucho juego para que en estas plazas se suban y se bajen tanto los más pequeños como aquellas personas con movilidad limitada.
Y si de transportar se trata, lógicamente, uno de los puntos fuertes de esta furgoneta eléctrica para 5 pasajeros es su maletero.
El cajón de carga del EQT 200 ofrece hasta 551 con la fila de asientos trasera desplegada y casi 2.000 (1.979) en caso de esconderla, acto que se hace con solo mover una palanca.
Decirte lo que cabe en el maletero del Mercedes EQT es misión casi imposible, pero te diría que para una familia de 4-5, con los bártulos propios de cualquier viaje vacacional, deberían caberte sin problema (y si no lo hace es, o bien porque llevas más que yo en mis desplazamientos de ese estilo o tus bultos son mucho más voluminosos que los míos).
Eso sí, para subir y bajar la puerta del maletero, que se mueve de arriba a abajo, hay que estar fuertecito porque pesa mucho.
Pero donde más pesa el coste de esta furgoneta familiar eléctrica de lujo es en cuanto a su configuración mecánica.
La conducción de la Mercedes Benz EQT 200
Pues, como te decía antes, la sensaciones a bordo son una mezcla entre una berlina de alto copete, por la calidad, y de un monovolumen como los que antaño poblaban nuestras calzadas. Ahora, dinámicamente, esta Mercedes EQT se mueve mejor que muchos SUV normales y corrientes, por su aplomo, literal (1.925 kg) le permite contrarrestar la relativa flacidez de su suspensión y la altura propia de la carrocería.
Eso sí, con sus poco más de 90 kW (122 CV) de potencia, no esperes ir rápido ni cuesta abajo, más que nada, porque te puedes pulir la batería en dos arreones. Y es que, si algo se me ha quedado corto en este coche es su autonomía.
Con un rango máximo homologado de 282 km, es cierto que he podido vivir una semana (al menos los 5 días laborables) haciendo mis quehaceres rutinarios en ciudad y con un pequeño viaje de ida y vuelta de unos 40 km a la capital, pero se me antoja una complicación importante gastarte, redondeando, 50.000 euros en una furgoneta eléctrica y no poder usarla para hacer un viaje relativamente lejos sin tener que preocuparte por enchufarla a mitad de trayecto.
He comprobado que tiene un consumo frugal en ambiente interurbano y cuando el acelerador promedia situándose en una velocidad entre 70 y 90 km/h. De hecho, en el citado desplazamiento entre el municipio periférico donde resido y Madrid, con poco trayecto recorrido sobre pavimento urbano, terminé la ida y vuelta con una media de 12 kWh de consumo.
Opinión tras la prueba de la Mercedes EQT
Pues sí, esta furgoneta eléctrica me supone un dilema.
Por un lado, me ha gustado mucho por su habitabilidad, confort, ambiente… es Mercedes, no un Maybach, pero desde luego tampoco un Clase A de acceso. Viene bien puesta, tiene carácter de marca y da gusto estar en ella, tanto en movimiento como en los ratos de espera.
Por otro lado, no me compraría una Mercedes Benz EQT como vehículo para todo por lo que decía de la autonomía, ya que, en mi caso, ni siquiera me permite ir y volver «al pueblo» que hago cada mes sin tener que recargar entre trayectos.
Luego, si circulando sin mayor carga que yo mismo, los 90 kW me resultan escasos, no quiero imaginarme con cuatro ocupantes más, la climatización activa y el cajón de carga lleno… la batería podría irse en muy pocos kilómetros fuera de ambiente urbano.
Ahora, cuándo podría ser recomendable comprar una Mercedes EQT, pues cuando, lo primero, mi presupuesto me permitiera pagar lo que cuesta y, luego, cuando tuviera seguro que sería para darle muchísimo uso como vehículo principal para trasladarme a mí y a mí familia en entorno urbano donde compensar el gasto que supone disponer de un vehículo 100 por 100 eléctrico, y disfrutar, ya que estamos, de la etiqueta 0 que luce, en vez de recurrir a otro que consuma combustibles fósiles.