Prueba: Fiat 500 Hybrid Cabrio RED

Prueba: Fiat 500 Hybrid Cabrio RED

11 mayo, 2023 Desactivado Por Miguel Lorente

Tras la prueba del Fiat 500 Hybrid descapotable y con acabado RED no nos cabe duda: es uno de los mejores coches de ciudad del momento. Te explicamos por qué

Este coche era uno de los que más ganas tenía de probar y básicamente porque tenemos delante un coche que se mete casi todos los meses en la lista de los más vendidos y, por si fuera poco, también en la de los coches híbridos más baratos.

Ya solo por esto podría decirse que tiene muchas papeletas para ser una de las mejores opciones actuales pero, a mí forma de ver, aún tiene más cualidades teóricas para ser el mejor coche para ciudad, para una o máximo dos personas, como es su tamaño, su consumo homologado y que cuenta con licencia para circular por las zonas de bajas emisiones por tener etiqueta ECO. 

Pero vayamos a lo mollar: metámonos de lleno en la prueba del Fiat 500 Hybrid Cabrio RED desde su análisis exterior al interior, pasando por su conducción y finalmente una conclusión y valoración sobre una hipotética opción de compra.

¿Cómo es el Fiat 500C Hybrid Red?

Supercuqui, la verdad. Y si me conoces lo mismo te sorprende mi descripción del Fiat 500 híbrido descapotable pero esto no viene de que me haya dado un golpe lo suficientemente fuerte en la cabeza como para perder el norte o que definitivamente mi pasión por el headbanging me haya batido el cerebro, no, es que este coche es una monada. Es como un micromachine con motor y, por ello, vida propia.

El hecho de que el ejemplar del que te hablo sea cabrio, de ahí que, siendo más específicamente, esta sea la prueba del Fiat 500C Hybrid Red en vez de un Fiat 500 microhíbrido sin más da más empaque al propio coche en sí.

Desde su techo corredizo hasta los detalles o destellos más llamativos, como los espejos cromados o los destellos procedentes de los nacarados en negro de los embellecedores del pilar B, es un coche para ser disfrutado desde fuera como por dentro.

Hablando del interior, es un coche que está muy hermanado y en línea con el Fiat Panda que probamos en el sentido de que es un automóvil sencillo pero, como el otro, muy bien puesto. Es decir, no hay lujos (por ejemplo, todos los botones, salvo la pantalla táctil del salpicadero, son analógicos pero están distribuidos con mucho esmero) pero destaca el uso de materiales de porte lustroso, de hecho, el intenso rojo nacarado provoca una sensación pasional muy a la italiana.

Los asientos están salteados con una tapicería RED en la que, además la inscripción de este acabado, las F, la I, la A y la T se distribuyen por todo el respaldo en una «sopa de letras» al estilo de la que tanto me gustó en los paneles de las puertas de citado Panda pero en, este caso, la tela de los asientos.

Otro detalle de buen porte es, por ejemplo, en los tiradores de apertura, también plásticos cromados, pero con de suficiente confianza para saber que ni se van a perder la cobertura dos o tres meses después de comprarlos o se van a romper al cabo de un par de años… como ocurre con otros coches que hemos probado.

Las sensaciones a bordo durante la prueba del Fiat 500 Hybrid con acabado Red en las plazas delanteras son sensacionales ya que es un coche que se muestra con carácter propio, supercuqui, la verdad, es un utilitario para quien quiere disfrutar de un automóvil de eso que gusta ver y que te vean, a pesar de ser un modesto Fiat 500, pero se ve diferente del resto de coches urbanos.

Fiat 500 Hybrid Cabrio ¿son reales sus cuatro plazas?

Detrás, la cosa cambia: ajustado el asiento del conductor a mi altura (1,80), el espacio para mí mismo detrás es irrisorio. De hecho, podría no llegar a tocar con las rodillas el respaldo en un acto de contorsionismo y cortesía máximo para con el de delante. 

La plaza del acompañante delantero o copiloto quizás ofrezca algo más de juego para llevar a otro adulto detrás, aunque, con los ajustes que hemos hecho durante esta prueba del Fiat 500 Hybrid, la mejor opción se dio yendo mi acompañante (de casi 1,70) rozando la guantera del salpicadero y entonces tras de ella podría caber una persona de una altura inferior a la de mi compañera de viaje.

Como nota y al final del artículo enlazaré con esto, hemos usado este coche mi familia y yo: dos adultos y dos niños, uno de ellos con silla infantil grupo 2 y el otro con alzador, aún y con todas, para ganar espacio delante, los pequeños nos han «recriminado» alguna vez que ocupáramos su espacio para las piernas.

Algo que me ha molestado ha sido la memoria o desajuste del asiento del conductor para dejar entrar o salir de las plazas posteriores: si se abate el asiento y se desplaza la banqueta hacia delante, esta , a su vuelta a la posición habitual quedará por defecto en una longitud muy próxima al volante haciendo que a mi regreso a la posición de conducción las rodillas tocarán contra el salpicadero y tuviera que ajustar mi sillón cada ocasión que esto sucedió, haciendo que fuera más óptimo la salida y entrada por la puerta y asiento del copiloto para evitar tener que acomodarme cuando se han ocupado las plazas traseras del Fiat 500C Hybrid

Al volante del Fiat 500 Hybrid

En movimiento, el coche tiene dos puntos flacos: el motor tricilíndrico y una carrocería basculante. Respecto del primero, a pesar de que el Fiat 500C Hybrid pesa solo 1.085 kg, 30 más que la versión de techo rígido, con un ocupante adulto las aceleraciones desde parado o recuperaciones se hacen largas y tediosas pero sumando uno o más acompañantes, el coche acusa el lastre de la poca potencia del bloque atmosférico de tres cilindros de gasolina.

Por otro lado, igualmente, yendo uno, en curvas largas y pronunciadas la carrocería sufre inercias que tratan de ser compensadas por un buen chasis, de hecho, se puede entender cómo a partir de un 500 se puede sacar un 595 ó un 695 racing racing, pero con una potencia de 70 CV y una suspensión con tarado ideal para pasar badenes sin frenar, el coche exige mano firme en, por ejemplo, glorietas de radio grande.

El manejo del cambio manual es muy cómodo y efectivo, sobre todo gracias a la ubicación de la palanca de marchas que permite la selección más idónea según el momento, a pesar de lo que pueda marcar el pequeño ordenador de abordo situado en el marcador principal del cuadro de las esferas, ya que, a veces recomienda subir de marchas para ahorrar combustible en detrimento de la aceleración.

Por lo demás, al ser la prueba del Fiat 500 Hybrid Cabrio RED y equipar techo replegable eléctricamente de lona, la rumorosidad exterior se cuela en el interior con facilidad, de hecho, en uno de los infames túneles de la madrileña M30, mi acompañante y yo decidimos detener la conversación ya que no podíamos escucharnos bien por culpa de los ruidos propios del tráfico interior y de las turbinas encargadas de expulsar los gases.

Ahora, dicho lo que menos me ha gustado del Fiat 500C, lo que más me ha gustado es circular con él tanto en ciudad, donde su gran amplitud de giro de volante permite aparcar como si con calzador se tratara, en espacio mínimos, algo que se agradece cuando uno circula, por ejemplo, en zonas concurridas de capitales como Madrid.

Por otro lado, a pesar de que el sistema eléctrico en ningún momento es responsable de mover el coche, el disponer de etiqueta ECO abre la puerta de las infames zonas de bajas emisiones. En ciudad, el consumo medio del Fiat 500 Hybrid descapotable ha sido de 5,2 litros a los 100.

En ciudad resulta ágil, práctico y llamativo, es decir, el Fiat 500C es un coche pizpireto donde los haya.

Pero no se me pasaría por la cabeza pensar en comprar un Fiat 500C Hybrid como coche familiar, aunque yo lo haya usado con tal fin. Ya no solo por el espacio tras las plazas delanteras, es que tampoco para ir habitualmente en pareja, básicamente por su maletero de tan solo 185 litros, aunque hay que reconocer que son suficientes para, por ejemplo, una maleta de cabina o un par de bolsas de viaje tipo gimnasio, pero ya porque, además, debido a la forma de su boca de carga, es difícil tratar de alojar bultos que no pasen, literalmente, por este aro.

Volviendo a los viajes fuera de ciudad, el uso que he dado a este coche durante la prueba del Fiat 500 Hybrid han sido recorridos al puesto de trabajo y vuelta en los que circulo cerca de un 50 por ciento en población y el resto en vías interurbanas de dos carriles por sentido y máximas de 90 km/h. En estos, el coche se comporta a las mil maravillas ya que, consume poco, menos de 5 litros a los 100 (4,9 de marcador) incluso con momentos activado el aire acondicionado, y yendo constante, obviamente no acusa la baja potencia ni tampoco las derivas laterales.

Además, cuando se tercia, viajar con el cielo como techo en plena primavera tiene un plus, quizás yo no optaría por esta configuración y sí por un techo solar acristalado como puede optarse en la versión hatchback, pero es cuestión de gustos.

En un viaje por vías rápidas fue donde el consumo medio del Fiat 500C Hybrid hizo su mejor media: 4,7 l/100 y eso que viajábamos 2 adultos y 2 niños, en total, una carga estimada de unos 180 kg

Precio del Fiat 500C Hybrid RED: opinión y conclusiones finales

Partiendo de la base de que según el configurador de la marca, el precio del Fiat 500 Hybrid parte de 13.787 euros, el del cabrio desde 16.412 y, en concreto, el del 500C Hybrid RED sube hasta 18.648, todos ellos con promociones aplicadas, los 2.000 euros de diferencia que el paquete RED aporta merecen la pena.

Quizás los cerca de 5.000 que separan al Fiat 500 más barato del que he probado sea una cuantía lo suficientemente importante como para desechar la idea del equipamiento RED en pos de incluir algún paquete de confort en uno más básico.

Sea como fuere, ahora, respecto de mi opinión sobre el Fiat 500 Hybrid Cabrio RED  me parece un coche de capricho, pero en el buen sentido de la expresión, para un usuario habitual.

Es cierto que no es el coche para un petrolhead, ni por fondo ni por forma, pero sí es un coche que me ha gustado encontrarme al ir a trabajar y al volver a casa, que me ha permitido disfrutar de mis obligatorios y rutinarios y anodinos desplazamientos diarios, con el techo plegado o desplegado, un coche redondo para los quehaceres diarios de un urbanita que busca la efectividad en sus trayectos sin dejarse un riñón al comprar un coche nuevo barato para diario. En resumen, es un coche que me ha gustado y mucho. 

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