Prueba: Renault Austral E Iconic Esprit Alpine

Prueba: Renault Austral E Iconic Esprit Alpine

19 abril, 2024 Desactivado Por Ruben Amancio

Os traemos a esta vuestra página la prueba del Renault Austral E Esprit Alpine, el nuevo SUV de la marca del rombo que nos ha dejado un buen sabor de boca.

El Renault Austral E es el nuevo SUV que la marca francesa ha presentado en el mercado, y con el cual han renovado el antiguo Kadjar, dotándole de un diseño diferente, más moderno y refinado, acorde con la nueva línea de diseño que ya iniciaron recientemente con otros modelos.

Aspecto exterior

El Renault Austral E es un SUV de tamaño medio, pues mide 4.51 x 1.84 x 1.62 m de largo, ancho y alto respectivamente. La unidad de pruebas corresponde al acabado Iconic Esprit Alpine lo que, entre otras distinciones, suponer estar pintada en un bonito color azul rayo, según la denominación de la propia marca.

La parte delantera está presidida por el gran rombo que es icono de la marca, rodeado por una parrilla de grandes dimensiones y una firma lumínica en forma de «e» alargada en los laterales, luces de LED que, a su vez, integran la iluminación matricial en la unidad probada.

En cuanto a la parte trasera, esta presenta sendos pilotos con forma de C cuya parte superior se alarga hasta llegar prácticamente al centro, dotando al maletero de una línea bastante agraciada para lo que se estila normalmente en muchos coches actuales.

Interior del Renault Austral E

Pasamos al interior, donde el asiento del conductor nos da la bienvenida con un sistema de ayuda al acceso que ya hemos podido probar en otras ocasiones, si bien nos ha extrañado un poco que primero te acerca un par de centímetros, para luego detenerse y continuar hasta la posición memorizada.

El volante, achatado por arriba y abajo, está bien posicionado y cuenta con un doble tapizado en cuero y alcántara por la parte interior inferior, lo que le da un aspecto moderno, de cierto «caché» y que proporciona un desahogo en viajes largos, debido a la suavidad del tejido en cuestión.

Tras el volante nos encontramos con un cuadro digital en el que aparecen distintas animaciones según el modo de conducción seleccionado, y ofrece información suficiente acerca del desempeño del motor de combustión y del eléctrico, con unos pictogramas sencillos pero funcionales.

En cuanto a la pantalla central, esta se encuentra en posición vertical, al contrario que muchos de sus rivales, pero ésta se encuentra muy bien anclada al salpicadero y apenas tiene movimientos parásitos, lo que a la larga deviene en molestos grillos y crujidos.

La tablet central, de 12,5″ de tamaño, es gestionada por Android Automotive, y presenta un muy buen funcionamiento, aunque, en ocasiones, no ha «encontrado» el móvil al arrancar el vehículo, teniendo que seleccionarlo a través de la propia pantalla de Android auto. Al menos los controles del climatizador son físicos, un acierto.

Pero no acaba aquí el despliegue de nuestra unidad de pruebas: al tratarse de la versión Esprit Alpine, los cinturones de seguridad tienen un par de líneas azules que, si bien no aportan nada a nivel de seguridad, quedan muy bonitos visualmente, incluso elegantes si se me permite, y es una modificación que nos gustaría ver más a menudo.

Las plazas traseras tienen un espacio suficiente para las piernas de los pasajeros, dando cabida a dos adultos de talla media sin problemas, y añadiendo dos puertos de carga de tipo USB-C para dichas plazas, lo cual es siempre de agradecer con los tiempos que corren.

Respecto del maletero del Renault Austral E, cubica únicamente 430 litros, bien aprovechados, eso sí, sobre todo si levantamos la moqueta del maletero y aprovechamos los huecos que aparecen alrededor del subwoofer del equipo de sonido de la marca Harman&Kardon, para meter unos zapatos o algo similar.

La conducción del Renault Austral E

Una vez puesto en marcha, el Renault Austral nos sorprende con un rendimiento en marcha muy bueno, con un motor eléctrico que se recarga con suma facilidad (el icono de la batería se vacía y se llena en varias ocasiones).

Esto revierte en que el consumo del Renaul Austral E es bajo, de 5,8 litros a los 100 y una autonomía combinada que sobrepasa los 600 km con creces, buena cifra teniendo en cuenta que erogan 200 cv de forma conjunta ambos motores.

Eso sí, el paso del motor eléctrico al motor térmico se deja notar, deberían de poner algo más de empeño en refinar la transición entre ambos motores, sobre todo en este coche en el que se puede circular durante buena parte de los trayectos diarios en modo eléctrico, haciendo uso del térmico solo cuando es necesario.

La unidad de pruebas contaba con el sistema 4 control de Renault, el cual confiere al eje trasero de unos grados de giro, que resultan muy agradecidos para maniobrar en espacios reducidos, como en un garaje, aunque requieren de un tiempo para acostumbrarse, ya que en ocasiones el giro es inmediato y nos puede coger de improviso.

Sin embargo, lo que menos nos ha gustado tanto a Miguel como a mí, ha sido el tacto del pedal del freno, no solo porque tiene cierto recorrido muerto en el que apenas actúa, sino porque se acciona de forma automática y, en ocasiones, vas a pisar el pedal y éste se encuentra más abajo de su posición de reposo. Aunque a decir verdad, este coche se puede conducir en modo de un solo pedal sin esfuerzo.

Conclusiones finales a la prueba del Renault Austral E

Este es un SUV cómodo, agradable en el día a día, con potencia suficiente y un consumo bajo, que resultará ideal para aquellos que usen el coche en sus trayectos de casa al trabajo usando mayormente el motor eléctrico, lo que le otorga la etiqueta ECO de la DGT.

El precio del Renault Austral E Iconic Esprit Alpine como la unidad probada parte, según el configurador de Renault, de 41.515 euros para un coche que funciona muy bien y que gasta poco, ambas cosas muy importantes si se saben combinar bien, y el Austral E es la prueba de que se puede hacer un buen producto.

 

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