
Prueba: SsangYong Torres 4×2 y KGM Torres 4WD
24 marzo, 2025 Desactivado Por Divex MotorActualizamos la prueba del SsangYong Torres y ahora añadimos las impresiones de la versión 4WD junto con la 4×2 que ya habíamos conocido previamente.
De inicio te avanzo que este artículo no es una prueba doble, pero sí un 2×1 ya que, si has llegado a Divex Motor para conocer más información y opiniones sobre el KGM Torres estás en el sitio indicado.
A finales de 2023 pudimos conducir y conocer el entonces conocido como SsangYong Torres en su versión de 2 ruedas motrices, las delanteras. Dada la buena impresión que me dio, se me quedó pendiente hacer la prueba del KGM Torres 4×4 para poder valorar si merece más la pena, cuál es mejor y para qué es uno más indicado que otro.
Como vas a ver, el grueso de este artículo corresponde al test del SSangYong Torres 4×2, pero su análisis sobre el aspecto exterior y la habitabilidad es igualmente válido para la versión de tracción total ya que ambas unidades, salvo detalles mecánicos y alguna nimiedad estética, corresponden al mismo grado de equipamiento y, por ende, la opinión de uno es igualmente válido para el otro.
Y dicho lo cual, empezamos por el análisis sobre el aquel que fuera vendido como SsangYong antes de ser KGM escrito en diciembre de 2023.
Prueba: SSangYong Torres 4×2
Teníamos ganas de echarle el guante al SsangYong Torres. Desde su presentación como prototipo ya nos proponía una nueva etapa para SsangYong, como así hemos podido comprobar.
La imagen del SsangYong Torres es una vuelta a un pasado no muy lejano
Aunque no lo es en absoluto, el Torres asume la apariencia de un todoterreno, como aquellos Musso o Korando de finales de los 80 y 90 aunque ahora responde a la nueva filosofía de la marca bajo el eslogan «Powered by Toughness» que cumple a la perfección.
De hecho, su planta y estética se inspiran, por no decir que asumen la de todoterrenos más auténticos, y que parece ser una fusión o mezcla propia de la parrilla del Jeep y los faros de los Land Rover Defender.
Los tiradores del capó o del remolque son un claro guiño (postureo) hacia usuarios más aventureros que, por ejemplo, los propietarios de los Tivoli o Korando, SUV normales y corrientes de acuerdo a la moda y al mercado.
La fotografía lateral deja un a la vista un coche enorme, que lo es, pero que gracias a sus sensores y cámaras, junto con una buena amplitud de giro, hacen que se aparque en plazas ajustadas a los 4,7 metros de largo que mide.
Con una altura de 1,72 (a lo que puede sumarse las barras laterales, de llevarlas, como es el caso del ejemplar de esta prueba), una distancia al suelo de 20 cm y una anchura de 1,89; da la sensación de que coche es de un todoterreno de nuevo cuño.
En la zaga, el tirador y lo que parece ser el cajón del portón donde incrustar la rueda de emergencia, pero no es, aportan un plus a esa estética de todoterreno, que no lo es.
El dinamismo de SsangYong/KGM Torres
(Actualizado en marzo de 2024)
Y no lo es en ninguna de sus dos opciones mecánicas porque su dinámica así lo demuestra o impide. Tanto en la prueba del SsangYong Torres 4×2 como en los días que he conducido el KGM Torres 4WD, tanto dentro como fuera del asfalto, este vehículo tiene unas capacidades propias de un SUV de manual y no de un todoterreno.
Es más, o menos, si se prefiere, ni siquiera entra en mi lista de SUV con capacidades, cualidades o actitudes para hacer off-road, porque, salvo por la estética, ni se acerca a cualquiera de los citados en el artículo.
El propulsor del Torres 4×2 y del 4×4 es el mismo: el motor 1.5 Turbo gasolina de 163 CV (también ha opción de pedir uno bifuel, es decir, GLP, y uno eléctrico, el más potente de la gama, de 200 CV) asociado a una caja de cambios automática, con posibilidad de gestión por levas o palanca, de 6 velocidades. Salvo por la tracción, el esquema mecánico, entonces, es el mismo.
Según se inicia la marcha, se siente que este vehículo solo se inspira en los antiguos todoterrenos de SsangYong en su estética, pero no se aleja un ápice de lo que le da de comer ahora mismo a esta marca, al menos en España, que es la venta de SUV de manual.
A pesar de esto, uno de los puntos fuertes o que más me ha gustado de la conducción del Torres es que es muy estable. Mucho más que la mayoría de SUV que pasan por nuestra sección de pruebas. Ni zozobra en giros bruscos, ni cabecea en según qué tipos de asfalto, ni tampoco sufre inercias laterales en curvas prolongadas, como suele venir siendo lo normal en este tipo de carrocerías.
Eso sí, dada su aerodinámica, penaliza en viajes por vías rápidas donde, a más de 120, el consumo se dispara, pudiendo llegar a superar los 10 litros a los 100 en algunos momentos. De hecho, mientras que la media durante la prueba del SsangYong Torres 4×2 ha sido de 7,9; con una mínima de 5,9; el consumo de gasolina KGM Torres 4WD se ha quedado en 8,4 y un sorprendente mínimo de 5,4 en el mismo trayecto que el 2 ruedas motrices se quedó por debajo de 6. En ambos casos, mis medias han sido cerca de medio litros menos que la homologada.
A pesar de que dispone de tres modos de conducción, Normal, Sport y Winter, merece la pena vivir en el Normal ya que, es más interesante gestionar el cambio por las levas o la palanca si se requiere un mayor aporte de par (máximo de 280 Nm), de hecho, incluso, es muy agradable manejarlo, es más, hasta en vía urbana.
El KGM Torres 4WD en modo off-road
El mayor aliciente para hacer la prueba del Torres 4×4 fue intentar llevármelo a una zona montañosa, preferentemente, con nieve. Dado el temporal que hemos sufrido a mediados de marzo, con riesgos considerables por las lluvias, decidí llevármelo, sencillamente, a una zona rústica que conozco y donde, con menos riesgos, pudiera comprobar las actitudes como posible SUV para salir al campo.
Ya de por sí, con las citadas e intensas lluvias, o tormentones, que hemos padecido, o bien los neumáticos (que, aunque su apariencia era aceptable, databan de la semana 18ª de 2023 y un odómetro de poco menos de 20.000 en la recogida de la unidad que me ocupa ahora) no funcionaban bien salvo en asfalto seco, o la tracción integral en el KGM Torres 4WD no es tan eficaz como pueda ser, por ejemplo, en el SsangYong Musso Sports Limited ó, ahora, KGM Musso Sports de caja corta que recientemente también hemos conducido en montaña.
Uno de los motivos por los que, personalmente, me gustan los coches de tracción integral, y por eso el mío personal lo es y equipa uno de los mejores sistemas, el Symmetrical All-Wheel Drive de Subaru, es porque, cuando la meteorología se complica, contar con 4 ruedas motrices aumenta la seguridad en momento complicados o críticos.
En el caso del KGM Torres de dos ruedas motrices o tracción integral, yo lo tengo claro: la diferencia no es tanta, y, tanto por el aumento del precio del 4WD sobre el 4×2 como por el gasto de gasolina, para mí no merece más la pena comprar un Torres 4×4 sobre el de dos ruedas motrices.
No he salido del entorno urbano más que para probar el modo Winter por unos caminos de tierra entre huertas, un lugar que me sirve habitualmente para probar SUV con aspiraciones camperas o montaraces porque está bacheado, roto, a veces, como ésta, embarrado, y el coche se desenvuelve más bien que mal, sobre todo en zonas rotas la suspensión trabaja que da gusto, en todos los sentidos y puedes ir hasta rápido y divertirte.
Eso sí, en ambos casos y tras rodar con ambos Torres por caminos de tierra, cualquiera de sus configuraciones resultan más que sobresalientes como coche válido para salir del asfalto e ir a la parcela, al huerto urbano, al campo o por un camino de tierra como el de la fotografía, y ya.
La habitabilidad y el confort del Torres
He tenido la posibilidad de conducir tanto el SsangYong Torres con equipamiento Life como el KGM Torres tope de gama, y la impresión es que viene muy bien puesto.
Su apariencia estética es correcta, se aprecia el típico equilibrio en esta marca entre el precio de venta y los materiales y calidades que equipa, es decir, aunque a la vista muestran un cierto lustre, bajo un análisis en profundidad descubres pequeños detalles que resultan como aristas por limar con mayor esmero.
Sea como fuere, cuenta con el diseño y la apariencia de un coche de mayor abolengo, de hecho, parece un interior más propio de un automóvil de alta gama de la década anterior que de uno actual ya que no hay concesiones a las psicodélicas presencias modernistas y más bien su enfoque es tradicional y sobrio.
La tecnología no es para tirar cohetes, pero hay que entender que es una marca generalista y que lo que ofrece es muy agradable y muy ajustado a los precios que se piden.
Por otro lado, como decía, la expansión y presentación de materiales de apariencia noble engalanan el habitáculo de un Torres que es muy cómodo para 4 ocupantes y correcto si un quinto se posiciona en el centro de la banqueta trasera.
De hecho, detrás, la amplitud para un tipo como yo, de 1,80 metros de altura y talla M-L, con el asiento delantero a mi propio gusto, es muy generosa, tanto para pies, rodillas como hombros y cabeza por la altura del techo y la anchura de la carrocería.
Ahora, una de las mayores diferencias entre el de tracción delantera y el integral está en su compartimento de carga. El maletero del SsangYong Torres 4×2 es más grande que el maletero del KGM Torres 4×4: 599 para el primero y 463 para el segundo.
Los casi 600 litros del 4×2 permiten meter más de una maleta adicional en este que en el 4×4, aunque también te digo que mi impresión es que, incluso en el de menor capacidad, se puede meter los bártulos de una familia de 4 para un viaje con bultos voluminosos sin demasiada complicación.
SsangYong/KGM Torres: precio, opinión y conclusión
El SsangYong Torres 4×2 Life que probamos tiene ahora un PVP de 33.000 euros, 32.000 euros cuando lo probamos. El KGM Torres 4×4 asciende hasta los 37.500. Estos cerca de 5.000 euros de diferencia son demasiado considerables como que mi opinión no se decante para el Torres más barato.
Si bien me bajo de dos SUV prácticamente idénticos en cuanto su estética, llantas a parte y emblema 4WD solo en la puerta del conductor, no puedo decir lo mismo respecto de su mecánica pero tampoco que el que equipa el sistema de tracción integral no es ni mucho mejor, ni más eficaz ni tampoco determinante en su manejo. Diferentes, pero ninguno preferente respecto del otro.
Te digo: me ha gustado conducir los dos, y mucho, la verdad. Mira que no me gustan los SUV, ni lo niego ni lo escondo, pero soy consciente de que el mercado los demanda y por eso me gusta distinguir los que me gustan y los que no.
Tanto el de tracción delantera como el integral me dejan un buen sabor de boca, son agradables de conducir, funcionan bien y no son especialmente glotones para lo que son.
Ahora, entre uno y otro, elijo el más barato porque considero que el coste adicional del 4×4 no me compensa, a mí, para mi actividad habitual, ni tampoco para la esporádica en salidas a la montaña.
¿Podría vivir con un KGM Torres 4×4 como coche habitual? Por supuesto, pero también prefiero gastarme esos casi 5.000 euros de diferencia en otras cosas y quedarme con el 4×2.
Es un coche entretenido de conducir, muy cómodo de usar y con una apariencia que se agradece ya que, en un mercado dominado por SUV anodinos, al menos este se porta mejor que otros, se siente con un mayor plus de distinción y da gusto pasarse un rato viéndolo, incluso, compartiendo su imagen ya que recaba y recala miradas de los peatones y otros conductores con los que compartes entorno.