Prueba: Suzuki Swift 2024, opinión y valoración
14 septiembre, 2024 Desactivado Por Miguel LorenteAl ponerme delante del nuevo Suzuki Swift se me planteó una duda «¿me han dejado el nuevo o el viejo»? Entonces miré la matrícula: no quedaba dudada, el ejemplar que he tenido para la realización de este test corresponde a la cuarta generación del Swift.
Te digo esto porque, si exteriormente le buscas las diferencias, parece más un lavado de cara (restyling, que dicen los anglofans) que un nuevo coche. Pero lo cierto es que el Suzuki Swift de 2024 es nuevo, del todo.
De hecho, lo que no se nota mucho, pero está presente es que el de nuevo cuño es un poquito más largo que el anterior, de hecho solo es 1,5 cm.
Por lo demás y, teniendo en cuenta que la unidad que he probado estaba bañada en un precioso azul eléctrico mayoritariamente, me retrotrajo a cuando recogí el Suzuki Swift Sport que probamos años ha.
Por lo que la familiaridad con este coche era total… era, hasta que me metí en él.
La habitabilidad y el confort del nuevo Swift
De entrada, tal cual, el coche es otro. Lo que he notado, más dentro que fuera, es una significativa mejora en los diseños y calidades del habitáculo del Suzuki Swift de 2024.
Igual que en el saliente se notaba ya un peso demasiado acuciante de esa tendencia oriental a ir siempre un pasito por detrás (salvo excepciones como Mazda) en cuanto a las tendencias de moda que estén en liza en occidente, éste, a duras penas llega a lo que es normal en la mayoría de coches nuevos a la venta en España (que son los que conozco).
A lo que me refiero es que tanto Subaru, como Suzuki e, incluso, Toyota, pero no Lexus, y también los coreanos de SsangYong ahora KGM e incluso algunos chinos como DFSK, acusan una especie de costumbre en mantenerse obsoletos en sus productos más nuevos.
En este caso, el Swift que he probado el salto hacia la actualización a los estándares actuales hace que este coche parezca haber saltado una generación por encima de la que le correspondía, sin ir más lejos, por la pantalla de la consola central y el sistema operativo que en él interviene.
Volviendo a la opinión sobre el Suzuki Swift, al sentarme en el asiento del conductor, empero también en el del acompañante, las sensaciones son encontradas.
De una parte, el salpicadero es bonito, tiene un diseño fluido y elegante, con piezas que simulan la imbricación de polígonos geométricos y equipa, como decía, una pantalla, por fin, con unas medidas lógicas y útiles (ya que la anterior era pequeña y con una interfaz tosca) y una (bendita) botonera analógica para el control del sistema de climatización, bajo ésta, cuatro puertos de carga y conexión USB y uno de recarga inalámbrica.
Pero, volviendo a la fila delantera, uno de los puntos que menos me ha gustado del nuevo Swift es el tacto de sus asientos. Y no me refiero a la tela, práctica en un coche que, entiendo, es para darle caña en el día a día de la ciudad o de desplazamientos cortos entre municipios, no, es tanto su ergonomía (tosca, poco elaborada, que se siente que son piezas pegadas entre sí) como su rigidez, ya que las orejeras no solo no agarran demasiado sino que son flácidas y fácilmente deformables.
En las plazas delanteras del Swift, si bien la rigidez de la única banqueta trasera da consistencia a los tres homologados asientos disponibles, resultan poco más o menos que tres asientos tan cómodos como los autobuses interurbanos de la extinta «Blasa», es decir, que son para ir sentados los 20-30-40 minutos de trayecto sin lugar a la comodidad, pero tampoco a la incomodidad. Te sientas y punto.
Hay espacio justo yendo dos atrás para mover los pies, las rodillas y algo el tronco, pero viajando tres… de aquí a la próxima boca de Metro y más comodidad para los de detrás.
Hablando del espacio del habitáculo desde la fila de asientos delanteros a los traseros, yendo hacia la zaga, sin embargo, algo que me gusta o que es un buen punto a favor del nuevo Suzuki Swift es su maletero, en concreto, la capacidad de carga que tiene.
Si bien la boca de carga queda a la altura de las rodillas, la base del mismo, que prescinde del ya habitual falso suelo, ofrece un espacio muy práctico para el día a día. Para que te hagas una idea, me he ido a hacer la compra de la semana al hipermercado y lo he cargado con un buen catálogo de productos y aún así daba para más.
En teoría, el maletero del Suzuki Swift SHEV, es decir, hibrido ligero, de lo que ahora hablaremos, ofrece solo 265 litros, pero ya te digo yo que para cargarlo con los achiperres del día a día da y mucho.
La conducción y el consumo del Swift 2024 híbrido ligero
Como te decía, Suzuki sigue empeñada en utilizar una denominación comercial propia para sus coches, así, este Swift de 2024 equipa un motor híbrido ligero que desde la marca nombran como SHEV, cuando lo que en realidad es un MHEV. Ellos sabrán.
El Suzuki Swift MHEV de 2024 equipa un motor atmosférico de tres cilindros y 1.2 litros que produce solo 83 CV y que manda su trabajo a una caja de cambios, o bien manual de 5 marchas, como el que he conducido, o automática, y, después, al eje delantero aunque también hay una configuración 4×4 y con la misma configuración mecánica…
Te digo: no creo que nadie que esté pensando en comprar un Suzuki Swift híbrido ligero piense en comprar un pepino, un coche deportivo o potente, porque si es así, quizás lo mejor es que o se esperen, si llega, el nuevo Swift Sport, si es que finalmente llega a haberlo, o un, por ejemplo, Hyundai i20 N.
Porque la potencia del motor híbrido ligero, que asiste en ciertos momentos al térmico, pero que en ningún momento lo sustituye, es decir, jamás rueda en modo eléctrico, se queda algo justa, por ejemplo, al incorporarse a vías rápidas.
He echado en falta en algunos puntos disponer de una 6ª velocidad, me pasa como con mi coche de diario, que a puntita de gas en ciertos momentos de la marcha, te dan ganas de meter una velocidad más y bajar tanto el régimen de giro como, sobre todo, el ruido del motor, porque también me ha llamado la atención lo rumoroso que es tanto este bloque como el ruido que se cuela en el habitáculo, no recuerdo que en la generación precedente se metiera tanto el sonido de la rodadura como en éste.
Aunque, como decía mi abuelo «para que el demonio no se ría de la mentira», también me ha llamado la atención que cuando coge velocidad en cuarta se puede circular un rato sin echar en falta subir de marcha.
Circulando a 90-100 por la M40 madrileña, me he tirado unos cuantos trayectos en cuarta, adrede, y el motor va trabajando en un umbral que, tanto por velocidad, como por respuesta, como por consumo no merece la pena modificar.
Porque, ahora, si tuviera que magnificar el motivo por el que sí me compraría el nuevo Suzuki Swift lo tengo claro: por su consumo.
Te digo, como coche que entiendo que tiene un enfoque mayoritariamente urbano, tras la semana de test que he llevado a cabo con él, de los más de 300 km hechos a bordo, te diré que es posible que unos 150-200 hayan sido, netamente en ciudad.
Habitualmente hago muchos kilómetros en mi propia ciudad, periférica de Madrid, ya que trabajo y desarrollo mis actividades familiares en ella, solo salgo por motivos laborales o visitar a la familia.
En el cómputo global de la prueba del Suzuki Swift SHEV que ves, el consumo medio que me ofrecía el ordenado de a bordo ha sido definitivamente de 4,2 litros a los 100, unas 2 décimas por debajo del medio homologado.
Supongo que si a este coche le metes a hacer largos viajes a velocidades próximas a la máxima de autopistas, por la naturaleza del propulsor, el gasto de combustible se te pueda ir a los 5 que anuncia que son los que he podido comprobar que hace, por ejemplo, al circular por la M50 de máxima 120.
Pero lo que realmente me ha gustado es que, en ciudad, que ahora te contaré más, el coche no suele subir de 4,4 ya que, sobre todo, gracias al Start-Stop y la asistencia del motor eléctrico de 12 V del conjunto híbrido, el coche, donde podría ser una sangría económica, se acaba convirtiendo en tu aliado gracias a un consumo austero de gasolina.
Te señalaba que en ciudad me ha gustado más conducir el Swift que entre municipios, tanto porque no se acusa tanto la rumorosidad del vehículo como que en población resulta hasta entretenido de conducir y un facilitador de tareas.
Tiene un estupendo radio de giro que, sumado tanto a las dimensiones de su carrocería (3,86 x 1,74 x 1,50) como a que tiene un morro chato y un culo plano, el coche se aparca en huecos de 10-20 cm más grandes que él. Con una dirección asistida que, si bien a velocidades interurbanas, resulta flácida y artificial, en población agradeces por la de esfuerzo que te evita, algo parecido a la sensación que ofrece la caja de cambios: muy artificiosa en carretera, muy fácil de engranar en población.
Opinión y valoración del nuevo Suzuki Swift SHEV
Al final de esta prueba del Suzuki Swift S3 Hybrid no voy a decir que tengo sentimientos encontrados porque soy más de decir que este coche me ha gustado a que no.
Por una parte, empiezo por la negativa, tiene aspectos que no me gustan como los ya citados y otros como la calidad de la cámara trasera que en ausencia de luz deja bastante que desear, o la duda sobre los materiales usados como topes de las ventanillas cuando al bajar y detener su movimiento al llegar al punto máximo de detención producen un sonido nada halagüeño, o que en un coche con poco más de 3.000 km las puertas no cierren correctamente sino es aplicando un buen impulso.. detalles con los que se puede sobrevivir.
Por otro, el nuevo Swift me ha convencido por motivos a favor como los ya dichos antes, pero también por la estética que mantiene y actualiza, también por su precio, desde («tan solo», ahora que los precios de los coches los han vuelto un verdadero artículo de lujo y no de necesidad) 18.500 euros (21.100 uno como el que te describo), según el acabado, y que por esta cantidad tienes un coche con etiqueta ECO con el que moverte por la ciudad despreocupado de las restricciones ambientales y te beneficias, a la vez, de la reducción del impuesto revolucionario consistorial de turno al aparcar en zona azul o verde.
Gama y versiones del Suzuki Swift 2024 | Precio |
Suzuki Swift S1 | 18.500 euros |
Suzuki Swift S2 | 20.200 euros |
Suzuki Swift S2 automático | 21.700 euros |
Suzuki Swift S2 4×4 | 21.700 euros |
Suzuki Swift S3 | 21.100 euros |
Suzuki Swift S3 automático | 22.600 euros |
Como te decía, si piensas comprar un Swift híbrido ligero pensando en disfrutar de su conducción, de su habitabilidad o de su atractivo, quizás deberías plantearte otras opciones, por ejemplo, el Mazda2 o el Mitsubishi Space Star, más vistosos, más confortables y, también, más caros.
Por el contrario, si lo que buscas es un coche urbano híbrido, práctico, económico y sin alharacas, para sobrevivir victorioso del día a día de la gran ciudad, como ocurre con el Opel Corsa o con el Fiat Panda, el Swift puede ser una de las mejores opciones.
Sobre el autor
Director de Divex Motor