Prueba: Jeep Avenger e-Hybrid

Prueba: Jeep Avenger e-Hybrid

9 octubre, 2024 Desactivado Por Miguel Lorente

Tras probar la versión 100 por 100 gasolina, hacemos el test del Jeep Avenger e-Hybrid, la variante híbrida ligera del SUV de acceso de la marca de todoterrenos

Como has leído en la introducción, a principios de este mismo año publicamos la prueba del Jeep Avenger gasolina, una de las dos opciones disponibles de inicio en la comercialización del SUV más pequeño de la familia Jeep.

Ahora, con la expansión de la electrificación de los motores de Stellantis hacia los propulsores híbridos ligeros, le llegaba el turno a los de Jeep y, en concreto, con el Jeep más vendido, el Avenger. Esta versión MHEV se comercializa como Jeep Avenger e-Hybrid de la que luego te detallaré algo más en cuanto a su configuración mecánica.

Ahora, pasaremos al análisis estético y de confort.

Estética y confort del Jeep Avenger e-Hybrid

Sinceramente, salvo por el color de la carrocería, distinguir el de gasolina con el híbrido ligero es cuestión de mirar si en el cristal uno lleva la pegatina ECO o no, y si en el maletero cuenta con la e en verde o no. Solo así podrás distinguir el Jeep Avenger del Avenger e-Hybrid a simple vista.

test jeep avenger e

Lo que te quiero decir es que, de por sí, el Avenger me gusta mucho. Es un SUV pequeño, que contiene las líneas propias de la estética de los todoterrenos o «jeep» (con minúscula, como bien acepta la RAE) pero adaptada a unos tiempos donde los todocamino mandan.

Por eso, la combinación entre la esencia de la marca Jeep y de la propulsión de las carrocerías que aparentan serlo, dan lugar a un Avenger muy en liza y por eso se entiende que sea el Jeep superventas de la marca.

Por dentro, el coche es muy cuco. Tiene un aire montaraz propio, no tanto de todoterrenos férreos, pero sí detalles de SUV con actitudes off-road.

Todo está bien puesto, accesible y a mano, ya que, dado el espacio de su habitáculo, si me apuras, puedes peinar a tus hijos desde los asientos delanteros del Jeep Avenger yendo ellos en los de detrás.

La posición de conducción es elevada, propia de un vehículo como éste. Uno de los aspectos que menos me gusta del Jeep Avenger es la falta de agarre del respaldo del conductor: si bien, como ya he dicho, ni de lejos es un todoterreno, tampoco en curvas de fuerte inercia o en giros prolongados en movimiento las orejeras te agarran, de hecho parece que ni existen.

Por lo demás, es muy cómodo, tanto en marcha como en parado se disfruta de su diseño, es más un sillón de salón que un backet de competición (ni de lejos, pero para que se me entienda bien lo que quiero decir).

La posición de copiloto disfruta de mayor libertad al no tener ni el volante ni los pedales, lo que hace que sea buena idea pasarse desde la butaca izquierda a la derecha, por ejemplo, cuando estás esperando dentro del coche.

Eso sí, detrás no esperes grandes espacios. En ningún sentido, ya que, para que te hagas una idea, ajustado el asiento delantero a mi estatura (algo menos de 1,80 metros), quedaba esto entre mis rodillas y el respaldo.

Luego, al techo, unos cinco dedos y de mi hombro izquierdo al pilar trasero, un palmo. Es decir, para dos ocupantes adultos detrás, hay espacio suficiente como para ir bien, justo pero correcto.

Hablando de techo, el de la unidad de la prueba contaba con un techo solar practicable que, literalmente, da aire (y luz y mayor sensación de espacio, sobre todo a las plazas delanteras) que bien merece la pena equipar.

Volviendo al espacio, al confort y a la habitabilidad del Jeep Avenger MHEV, te diré, no he probado a meter a tres personas detrás, ni se me ocurriría porque, a pesar de homologar espacio para cinco, detrás no caben más de dos adultos de talla estándar, quizás dos adultos y una persona que tenga una altura contenida y una envergadura enjuta sí, pero… en la vida real, no lo veo capaz de trasladar a tres personas detrás.

El maletero del Jeep Avenger híbrido ligero cubica lo mismo que el de gasolina, es decir, 380 litros, con lo que las conclusiones son las mismas que di con entonces: es práctico para el día a día, para meter bártulos diversos y compras en el súper, pero se queda justo si quieres meter algo más que una maleta mediana o dos de cabina.

La conducción y el consumo del Jeep Avenger e

Si en cuanto a las sensaciones a bordo del Jeep Avenger híbrido el coche me ha encandilado, en movimiento más y, sobre todo, su sistema de hibridación ligera.

A pesar de no disponer de la capacidad que he podido disfrutar en y con otros coches híbridos que he probado, en el sentido de que no he sido capaz de circular en ciudad en trayectos en modo totalmente eléctrico (es más, ni quiera hay botón que permita forzar a activar la propulsión totalmente eléctrica), el motor eléctrico de 21 kW (29 CV) ha actuado en un alto porcentaje de kilometraje urbano, aliviando mucho el consumo de gasolina del motor 1.2 turbo de 100 CV de potencia.

Otro puntazo a favor de este Avenger viene de la combinación entre sus dimensiones (4,08 metros de largo; 1,78 de ancho y 1,52 de alto) y su radio de giro, con esto y con los sensores de proximidad (aunque la cámara de visión trasera deja mucho que desear en cuanto a la imagen que se proyecta en la pantalla de la consola central) puedes aparcar en un espacio de poco más de los cerca de 4,10 que mide el coche.

Circulando fuera de la ciudad, tanto en distancias cortas como medias, la mecánica híbrida del Avenger funciona muy bien y permite aliviar el gasto de gasolina con la supresión del propulsor térmico por el eléctrico durante ciertos momentos.

test jeep avenger e

Es bastante difícil sentir en qué momento interviene el motor eléctrico y/o el de gasolina cuando se circular porque, a pesar de que el de gasolina es algo ruidoso cuando se parte desde 0, en movimiento, el interior resulta bien aislado y eso complica diferenciar la alternancia entre propulsores.

Una conjunción que se muestra muy progresiva, muy bien sincronizada, suficientemente potente como para circular rápido cuando se necesita y con una potencia contundente cuando se le exige y que, cuando se viaja a ritmo constante es muy agradable.

Con todo y esto, el consumo de gasolina del Jeep Avenger e-Hybrid al final de la prueba ha sido de 5 a los 100, por los 5,1 que homologa.

Respecto de los modos de conducción, es cierto que equipa configuración propia para hacer o intentar rodar fuera del asfalto sobre arena o superficies farragosas (nieve o barro), pero dado que he probado este coche al final del verano, en una semana sin lluvias y solo sobre caminos de tierra, te diré que, además por los neumáticos que equipaba, el único uso que se me ocurriría darle a un Avenger fuera de una calzada asfaltada es para recorrer un caminejo de tierra, algo bacheado y ya. Para lo demás, su hermano el todopoderoso Jeep Wrangler como el que probamos.

Antes de pasar a la conclusión, debo añadir que otro de los aspectos que menos me han gustado del Avenger híbrido es su suspensión flácida. Y me dirás que es un SUV y que debe ser alto y blando y… patatas. Hay SUV, como por ejemplo el Nissan Juke que hemos probado a la vez que éste que es rígida, dura y, si me apuras, más propia de un compacto deportivo que de un Jeep-jeep.

Conclusión y opinión sobre el Jeep Avenger e-Hybrid

En resumen te diré que, igual que en el Jeep Avenger gasolina eché en falta potencia mecánica, al fin de la prueba del Jeep Avenger e-Hybrid te diré que el aporte del sistema eléctrico no solo compensa lo añorado en el que equipa en exclusiva un motor térmico, sino que este conjunto híbrido es aún más útil, práctico y lógico en un SUV netamente urbanita como es este.

Por otro lado, si eres de una marca, yo mismo, que para mí Jeep está entre mis preferidas, sentirme y sentarme en uno de ellos, sea el que sea, es un motivo de alegría y disfrute, pues en este todocamino sin pretensiones de ningún tipo de todoterreno, me ha parecido un Jeep para diario que muy honrosamente puede llevar las siete franjas en su frontal.

No le he echado en falta nada, me parece todo muy correcto, incluso su precio ya que, si la unidad cedida para este test fue un Jeep Avenger e-Hybrid con acabado Summit, el PVP de este coche parte desde los 29.589 euros.

Esto hace de este modelo uno de esos pocos SUV con etiqueta ECO por menos de 30.000 euros que bien merecen la pena tener en cuenta si uno anda buscando comprar un coche con esas características, es más, me arriesgo a decir que uno de los mejores SUV híbridos por unos 30.000 euros que he probado recientemente y que puedan decirse, si no baratos, al menos, con un precio lógico o coherente.

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