Prueba: Jeep Wrangler 2022, el todoterreno híbrido que viene a salvar el mundo (de los TT)
10 septiembre, 2022Iniciamos septiembre con la prueba del Jeep Wrangler 2022 en su configuración Sahara 4xe EL TODOTERRENO con mayúsculas que, ahora, incluye la ayuda de la hibridación para algo más que sortear las restricciones ambientales…
Si nos ponemos nostálgicos pensando en aquellas imágenes de esos imbatibles todoterrenos Willys MA/MB, antes de recibir el nombre de Jeep, cruzando barrizales, atravesando campos minados, subiendo dunas… nos viene a la cabeza el temor de que pronto sean cosa del recuerdo de tiempos mejores. O no. Porque, a rey muerto, rey puesto.
Y si la coyuntura ambiental internacional obliga a la industria de la automoción a pasar por el aro de la electrificación, los imprescindibles todoterrenos podrán hacerlo como nos llevan décadas demostrando que son capaces de sortear desafíos que a veces cuestan incluso de comprender a la lógica.
Y, para empezar por algo intermedio, entre aquellos tremendos motores traga-carburantes y los futuros propulsores «ecológicos» eléctricos, el camino intermedio es la electrificación de los motores térmicos ya existentes. Este es el concepto que introdujo hace más de 2 años la gama de Jeep 4xe. Una familia a la que se sumaría el todopoderoso Jeep Wrangler 2022 como EL TODOTERRENO, ahora, híbrido enchufable.
Las novedades del Jeep Wrangler 2022
Para el año 2022, el nuevo Jeep Wrangler 4xe incorporaría las últimas novedades tecnológicas en cuanto a los ADAS de última generación, como por ejemplo el control automático de las luces de carretera, aviso de colisión frontal plus a cualquier velocidad con control de frenado avanzado y control de crucero adaptativo con parada, además del detector de ángulo muerto con control de cruce en la parte trasera, la cámara de visión trasera y el asistente de estacionamiento delantero y trasero.
Estéticamente pocos cambios respecto de la generación presentada en 2018: lo más destacable son los logos que ahora usan el tono azul como distintivo para la gama 4xe, designación que solo se muestra específicamente en la puerta del maletero, y la toma de recarga sobre bajo el pilar A que enmarca la puerta del conductor.
Pero si algo resulta interesante es el sistema de tracción a las cuatro ruedas permanentemente Jeep Wrangler con Trail Rated, ajustable según el terreno (Selec-Trac o Rock-Trac) asistido por el bloqueo eléctrico de los ejes delantero y trasero Tru-Lok, el diferencial de deslizamiento limitado Trac-Lok y desconexión electrónica de la barra estabilizadora delantera. Todo ello «subido» a unos ejes Dana de última generación, como debe ser.
La apariencia del Jeep Wrangler 4xe Sahara 2022
A lo largo de los días que he tenido en mis manos el Jeep Wrangler 4xe se me han agotado los adjetivos calificativos para describir el coche: grande, enorme, mastodóntico, pantagruélico (aunque, en este caso, no sea una comida, pero es igual de abundante)… y todos ellos se quedan cortos en comparación con lo que es el coche en sí.
Sus dimensiones son para tenerlas en cuenta, más que nada para hacerse al tamaño de lo que tenemos entre manos: el Jeep Wrangler Sahara 4xe mide 4.88 x 1.89 x 1.83 metros de largo, ancho y alto, respectivamente. Esto hace que vayas por la carretera y te entren ganas de ir escuchando aquella famosa canción en bucle…
Te acercas a él. Lo miras. Te subes en una de sus estriberas y te pones al lado, sintiendo cómo te vas empoderando con solo imaginarte dentro. Y ya no digo nada de si, además de acercarte, puedes conducirlo…
El Jeep Wrangler 4xe por dentro
No lo voy a negar: durante la prueba del Jeep Wrangler 2022 he tenido sentimientos encontrados. Por una parte destaca un parabrisas pequeño en relación al gran tamaño del coche; pero ojo, que sea pequeño no significa una merma en la visibilidad, siendo esta muy buena en todos los ángulos. Pero no deja de ser llamativo.
El salpicadero, también bastante estrecho, está rematado en cuero, dotándole de una gran calidad visual y haciéndolo agradable al tacto, al igual que los paneles de puerta con unos plásticos mullidos y alejados de esos paneles tipo «cartón piedra» que se están utilizando en otras marcas.
Tras el volante nos encontramos con una pantalla central de 7″ que está situada entre dos esferas tradicionales, y que esconde uno de los múltiples «huevos de pascua» que ha introducido Jeep en el Wrangler 4xe: al poner en marcha el motor, se puede ver una transición entre un Jeep Willys clásico y el Jeep que nos ocupa.
Situado en el centro del salpicadero nos encontramos con otra pantalla donde el sistema uConnect se gestiona toda actividad del equipo de info-entretenimiento, como, por ejemplo, las configuraciones tanto del sistema de sonido, firmado por Alpine y que incluye un subwoofer en el maletero, pero también es la vía de entrada a la nueva etapa electrificada del coche y de su sistema de hibridación, de la que hablaremos más adelante.
En lo tocante a los asientos de la versión Sahara del Wrangler 4xe, están tapizados en cuero y son anchos, como conviene en un coche destinado principalmente al mercado americano, pero sujetan poco: tanto en los asientos delanteros como en los traseros se tiene la sensación de poco agarre.
Respecto de los traseros, soy muy amplios para dos y justos para tres pasajeros, en caso de ir solo o en pareja detrás, hay espacio más que de sobra para las piernas, libertad de pies, distancia con los delanteros respecto de las rodillas y, sobre todo, son cómodos aun a pesar de esconder una de las piezas clave de este Jeep híbrido enchufable.
El maletero del Jeep Wrangler 2022 cubica 533 litros, 10 menos que la extinta versión 2.0T de 2018 a la que sustituye, más que suficiente para albergar el equipaje necesario para una familia de cuatro miembros, o para ir a hacer la compra del mes y no tener que dejar nada en la caja del supermercado de turno porque «no entra».
Desde el habitáculo, si miramos al techo del nuevo Jeep Wrangler, llama mucho la atención encontrar que no hay nada tapizado que lo cubra u oculte y que las habituales palancas negras que nos permiten, en cuestión de segundos, desmontar o montar las planchas que cubren las plazas delanteras del coche están ahí, prestas para dejarnos circular sintiendo en nuestra sesera el impacto del sol de verano o hacernos la foto de empoderamiento de rigor.
El manejo del Wrangler Sahara
Vamos a tratar de dividir la conducción del Wrangler en varios apartados, para poder hablar más en profundidad en cada uno de ellos.
Conducir un Jeep Wrangler híbrido enchufable por el asfalto de la ciudad
En ciudad, el Jeep Wrangler 4xe de se encuentra como un pez fuera del agua.
No resulta sencillo callejear cuando tienes calles estrechas y menos si hay vehículos aparcados a ambos lados, pues si bien la visibilidad es muy buena y puedes ver perfectamente todo el morro del coche, su anchura dificulta poder pasar por lugares estrechos cuando la situación se pone peliaguda.
Debido a lo prominente de sus aletas delanteras y a las dimensiones del Jeep Wrangler 4xe, se generan ángulos muertos y solo la intervención de los asistentes y de la Providencia se encargan de evitar que haya males mayores que la de sudar y silbar cuando ves alejarse por el espejo del lado del copiloto lo poco que ha faltado para arrancarle un espejo a otro automóvil.
Eso sí, gracias al motor eléctrico del Jeep Wrangler 4xe de 150 cv y con una autonomía de unos 44 km según ciclo WLTP, aunque según los datos de la marca, son 53, podremos movernos por la ciudad de forma relativamente discreta en cuanto al sonido del motor, aunque difícilmente desapercibida: he perdido la cuenta de la de cuellos rotos al pasar junto a los peatones durante la prueba del Jeep Wrangler 4xe y más si se trata de uno como el Sahara cubierto de una pintura Rojo Firecracker como la de la unidad que ves en las fotografías y que hemos conducido.
Conducir un Jeep Wrangler PHEV por carretera
Probando el Jeep Wrangler 4xe en carretera también se puede hacer uso del motor eléctrico en exclusiva y sin recurrir al carburante tradicional hasta casi los kilómetros homologados por el fabricante, pero en el caso de tener que hacer un viaje más largo, el motor térmico de 272 cv resulta más que sobrado para propulsar al todoterreno y viajar sin problemas en adelantamientos o pendientes en contra a pesar de los casi 2.300 kg que pesa (unos 250 kg más que el Sahara 2.0T de 270 CV de 2018 sin equipo eléctrico motriz adicional).
Si contamos con la potencia combinada de ambos motores, nos resultará en un total de 380 cv, cifra nada desdeñable y que hace que el Jeep Wrangler 4xe se mueva con soltura en viajes largos y adelantamientos.
Cuando sales a carretera con el Wrangler te sientes poderoso, miras por encima del hombro al resto de propietarios de esos SUV normales y corrientes que colman cada vez más el parque móvil, por situarte desde una perspectiva aún más alta que ellos, incluso de aquellos todocamino de más alta gama pensados también para tapar esas carencias emocionales que algunos tratan de compensar comprando un SUV… En el Wrangler te ves llegando más lejos, más fuerte que nadie.
En otras ocasiones, al circular en paralelo con otros vehículos de transporte de mercancías, tienes la sensación de que no conduces un automóvil, sino más bien una furgoneta o incluso un camión de pequeño tonelaje.
Cuenta con un equipo de frenos con un tamaño contenido, de 330 mm en el eje delantero y 345 mm en el trasero, que hace que a veces cueste detener el Jeep con soltura (recordemos que pesa 2.276 kg en orden de marcha). Sin embargo, si activamos el modo de regeneración de energía mediante un botón, nos ayudará a detener la mole si las cosas se ponen feas.
Durante nuestra prueba del Jeep Wrangler 4xe hemos logrado un consumo combinando carretera, ciudad, autovía y algo de conducción espirituosa fuera del asfalto de 10.3 litros a los 100 km, una cifra bastante buena, justo lo contrario de lo que el tamaño, altura y aerodinámica del coche nos haría pensar.
El Jeep Wrangler Sahara en modo todoterreno
Sin embargo, si hay un terreno donde el Jeep Wrangler es el rey, el «fucking» amo (disculpen el anglicismo, pero prefiero utilizar ese adjetivo en lugar del equivalente en castellano), ese es sin duda el terreno off road.
Es un coche pensado por y para el campo, para esos días en los que uno quiere fusionarse más con la naturaleza y siente que no tiene límites, y que este Jeep cumple a la perfección.
Una vez que engranas en su transmisión automática de 8 velocidades de convertidor de par la reductora, la sonrisa se instala de forma permanente en tu rostro y ya no te abandona mientras dure la ruta campo a través, sabiendo que te va a corregir muchos errores que puedas cometer.
Si yo me estuviera pensando comprar el Jeep Wrangler 4xe, buscaría unos buenos neumáticos de tacos y estaría deseando que llegara el fin de semana para coger los bártulos y salir en busca de aventuras sabiendo que su proverbial sistema de tracción, aunado con su altura, sus ángulos de entrada y salida y su capacidad de vadeo, harán que cualquier obstáculo en nuestro camino parezca fácilmente superable.
Conclusiones finales
Si lo que estás buscando es un todoterreno auténtico, capaz de pasar los obstáculos sin inmutarse, y además no te importa llamar la atención, este es tu coche.
Y si, además, buscas un medio de transporte para moverte en las zonas de bajas emisiones, su pegatina 0 de la DGT te permitirá moverte por todas las ciudades sin temor a restricciones por episodios de contaminación, gracias su autonomía eléctrica que permite hacer los desplazamientos diarios dentro y fuera de la urbe sin recurrir a la gasolina, entonces, sin duda y solo si el presupuesto te lo permite, este todoterreno es para ti.
Porque el mayor inconveniente que le encuentro a este coche es su coste. El precio del Jeep Wrangler Sahara 4xe como el que hemos probado, según el configurador de la marca, se fija a partir de 80.850€, sin incluir descuentos o promociones, casi 20.000 euros más que el mencionado Wranger 5p Sahara 2.0T que estuvo a la venta desde 2018 hasta el actual, lo que hace que sea un todoterreno al alcance solo de pretendientes pudientes, tanto de comprar como de mantener.
Lo que está claro es que es un coche que se disfruta desde el primer momento y que permite cotas de emoción y diversión como pocos.
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