Prueba del Jaguar I Pace AWD 400 CV R-Dynamic SE

Prueba del Jaguar I Pace AWD 400 CV R-Dynamic SE

1 noviembre, 2023 Desactivado Por Miguel Lorente

Hacemos la prueba del Jaguar I Pace, un coche de tracción total de 400 CV y unos 100.000 euros de precio, ahí es nada

No te voy a contar mi vida, pero solo te diré que llevaba esperando para hacer la prueba del Jaguar I Pace alrededor de 5 años.

prueba del Jaguar I Pace

Lo sé porque la redacción de la noticia donde se recogía que se le concedió en 2019 el galardón de coche del año, o Car of the year 2019, para ser más concretos, me tocó hacerla a mí y ese hecho hizo que le tuviera aún más ganas de catarlo.

Finalmente ha sido tras su actualización, como Jaguar I Pace 2023, cuando he podido tachar de mi lista de «coches que quiero conducir» uno de los que más arriba estaba.

prueba del Jaguar I Pace

De hecho, ahora ya puedo resarcirme y decir sin tapujos que éste es uno de los coches eléctricos que más me han gustado desde que la industria automovilística ha virado por completo hacia la electrificación sine qua non. Y me explico.

Las sensaciones al volante durante la prueba del Jaguar I Pace

La variante que he tenido ha sido un la de un Jaguar I Pace AWD 400 R Dynamic SE.

Esto es, un vehículo eléctrico equipado con dos motores independientes, cada uno de 147 Kw de potencia, es decir, de 200 CV, que en conjunto llegan a disponer de casi 300 kW, estos son 400 caballos y, lo mejor, una patada combinada de casi 700 Nm de par máximo absoluto.

La batería del Jaguar I Pace que daba energía al vehículo tiene una capacidad máxima de 90 kWh, lo que, en teoría, podría llegar a permitir una autonomía máxima de 470 km, pero a mí no me ha llegado ni de lejos a 400, por no decir, que me ha durado en unos 370, aunque claro, tratando en situaciones de lo más muy variopintas durante este test lo cual no ayuda especialmente a conservar o recargar el equipo.

El gasto eléctrico, por no decir, el consumo medio del I Pace, porque suena más propio de un motor térmico que a uno «frío», ha superado los 20 kWh/100 km, es más, ha sido los 22 homologados por la marca. Esto significa que no es un coche especialmente conservador, es más, es un coche eléctrico gastón.

Al margen de esto, este vehículo al que me arriesgo a llamar con todas la de mi ley coche crossover, más incluso que a esos SUV de carrocería indefinida o indeterminada que «ni chicha ni limoná», es por ser una combinación más o menos bien cuadrada de características vistas en las berlinas compactas, pero, incluso, asumiendo un cierto rollo a todocamino de moda, es más y como indicaré más adelante, cuando tiene un botón al que al pulsarlo te indica que la suspensión se eleva en modo «todoterreno» (¿?).

prueba del Jaguar I Pace

Es uno de estos nuevos coches que no se sabe qué son, por lo que es totalmente de justicia englobarlo, por ejemplo, dentro del grupo que ahora mismo está en plena efervescencia con el Polestar 2 como alternativa del Jaguar I Pace.

Ahora, este coche es más un compacto eléctrico que un sedán eléctrico. Sobre todo, por su dinamismo. Durante la prueba del Jaguar I Pace AWD de 400 CV me ha transmitido unas sensaciones mixtas.

Los modos de conducción

De una parte, gracias a sus 4 modos de conducción, la configuración estándar ECO es la que promueve una regeneración por encima de las prestaciones, muy lógica, salvo por su precio, como coche de diario en ciudad.

 

El modo Confort hace del vehículo un estupendo automóvil para moverse en desplazamientos medios y largos en vías rápidas.

También me ha tocado la gran tormenta de octubre en Madrid durante el test del Jaguar I Pace que lees, por lo que he podido seleccionar, con todas las de la ley, el modo más conservador de todos, el de pista superficies deslizantes por lluvia, nieve, barro… y el coche ofrece una seguridad soberbia, aun con el suelo como una piscina, eso sí, en parte gracias a los GoodYear Eagle F1 All Seasons que equipaba esta unidad.

prueba del Jaguar I Pace

Por su cuenta, el modo Dynamic de Jaguar, en este caso, no desata a la fiera, como podría esperarse, es más, en ningún momento ofrece sensaciones deportivas, pero sí un comportamiento lo suficientemente contundente en aceleración en línea recta como para ser sorpresivo e, incluso, emocionante, por la capacidad de catapultarte cuando le pegas el pisotón al acelerador y sientes como te vas pegando al respaldo.

En este punto, quiero mencionar que el modo Dynamic del I Pace es un nuevo ejemplo de Häagendado de la electromovilidad, ya que al acelerar este coche eléctrico por el equipo de audio se emite el bramido equiparable al régimen que un motor V8 del grupo Jaguar Land-Rover desarrollaría en la misma situación si se condujese un coche con motor de combustión.

Un coche eléctrico que finge sonar como uno con motor de gasolina cuando acelera es un sucedáneo de esos que tratan de engañar o apaciguar el mono, pero en ningún caso reemplaza el placer puro y original.

Pero que esto sea sea el mayor de los «peros» o lo que menos me haya gustado de la prueba del Jaguar I Pace no está mal.

Porque, por tedioso o aburrido o  que engorroso pueda parecer de inicio que este Jaguar I Pace equipara un sistema de altura regulable con 3 distancias al suelo diferentes, literalmente, (normal, rebajada y, lo más peculiar, todoterreno, porque considerar a este coche todoterreno es como tomar un Land Rover Defender como un coche familiar, puede hacer las veces, pero si tergiversas su naturaleza y concepto) lo cierto es que, cuando se entiende su utilidad.

Este equipo permite pasar los malditos badenes como si no los hubieran tirado sobre el asfalto de la ciudad o que se pueda bajar o subir el piso del coche cuando uno de los pasajeros no anda de agilidad muy sobrado e intenta entrar o salir, haciendo que esta maniobra de acceso o salida del coche sea más fácil.

En general, este coche, es muy equilibrado. a pesar de sus contrastes:

  • aunque pesa mucho (más de 2,2 toneladas) tiene hasta 400 CV y casi 700 Nm que mueve con soltura
  • es aplomado, pero tampoco plomizo
  • no es ágil pero se mueve bien en curvas rápidas
  • no es un coche para irse de rutas o tramos, pero se desliza con decencia en carreteras sinuosas
  • no tiene carisma deportivo pero es un muy funcional (familiar) y muy cómodo en el día a día de la ciudad, ideal en media distancia y, salvo por la autonomía, soberbio en largas distancias gracias a sus elevadas cotas de confort.

La habitabilidad del Jaguar I Pace

Cuando me he puesto a pensar que me han dejado conducir un coche de 100.000 euros, la verdad es que se han puesto los pelos de punta.

Sobre todo en momentos críticos cuando vives con un Jaguar I Pace como coche de diario, como por ejemplo, cuando tienes que aparcarlo en la calle y dejarlo durante tu jornada de trabajo expuesto a la indiferencia de quienes aparcan de oído, a la envidia  de los que ven el jaguar (con minúscula, porque me refiero al felino que aparece tanto en el logotipo delantero como trasero) y les hace creerse en potestad de vengarse contra el que puede comprarse un Jaguar (ahora sí, con mayúscula) o a cualquier circunstancia que pueda dañar su aspecto.

Eso sí, según han caído los kilómetros en su odómetro y más horas a bordo he pasado con y dentro de él, más sincronizado y a gusto me he sentido con este coche. Ha sido uno de esos vehículos que, aunque de entrada me he sentido cómodo con él, en cada viaje más me ha ido ganando , por corto que fuera el trayecto.

Está claro que no todo el mundo puede gastarse lo que vale, como decía, desde 95 para el SE y más de 100.000 en el HSE, pero, pagar 100.000 euros por comprar un Jaguar I Pace es algo que muy pocos pueden hacer.

La unidad que he disfrutado ofrece un aspecto y acabado sobresaliente. Aunque también reconozco que me esperaba más alharacas y rimbombancias. Lo que me he encontrado un habitáculo sobrio, elegante y lustroso. Y un nivel de excelencia muy alto sin ser excepcional. Por ejemplo, la cabina del Jaguar E Pace me pareció muchísimo más lujosa, por casi el mismo precio, casi, casi.

Desde el asiento del conductor y del copiloto, se vive una sensación de espacio amplísimo, hasta la luna, sobre la cabeza y alrededor del tronco, en un contexto 360º y en modo cúpula, el conductor y su acompañante pueden disfrutar, si me apuras, hasta de la noche estrellada gracias al techo acristalado, eso sí, fijo, no practicable, pero tremendamente valioso, en todos los sentidos, que equipaba la unidad prestada en la prueba del Jaguar I Pace que te presento.

prueba del Jaguar I Pace

Por otro lado, es uno de esos coches que se disfrutan cuando viajas en las plazas posteriores, porque, a pesar de la caídas de sus pilares traseros, la larga de estos y su inclinación hacen que los pasajeros de la butaca trasera no sientan el agobio que pueden sufrir en otros coches de este estilo, como puede ocurrir con el Peugeot 408 que recientemente hemos conducido.

Un coche, dos maleteros

Porque no podemos hablar del maletero del Jaguar I Pace sino de los dos que dispone.

El primero, bajo el capó delantero, es poco menos que testimonial. Por culpa de su forma, no cabe una mochila de 20 litros porque el capó no cierra, te caben bultos muy pequeños y con los que se pueda hacer Tetris, por ejemplo, pude llevar la compra del día y, en otro momento, una bolsa de deportes escueta, pero poco más.

Por el contrario, en cuanto al maletero principal del I Pace, la teoría dice que cubica poco más de 500 litros, la práctica te dice que es grande de narices.

Tanto como para meter una maleta de gran volumen y varios bártulos más sin problemas, bueno, sí, que al tener tanto fondo, como se te quede el neceser pegado a los respaldos traseros, lo mismo optas por dejarlo ahí hasta que tengas que volver a llenar el maletero y vaciarlo tras un viaje.

Maletero principal del Jaguar I Pace

Conclusión y opinión sobre el Jaguar I Pace

Ahora, si pudiera hacerlo, está claro que te pone en una brutal tesitura de si es mejor invertir ese dinero en él, en uno equivalente alemán, americano o en uno chino, sí, chino, porque el Polestar 2 que te decía es chino.

Lo que tengo claro sobre mi opinión hecha la prueba del Jaguar I Pace es que jamás me arrepentiría de comprármelo.

No puedo decir que vale lo que cuesta, porque es una cantidad que se escapa de mis posibilidades de todas todas, pero es un coche que merece mucho la pena porque lo vas a disfrutar cada vez que lo uses gracias a que lo que se invierte en él retornan a sus ocupantes gracias a que pagas por los estándares de calidad de Jaguar que se exporta y se reciben, más cuando eres tú quien lo conduces.

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