Prueba: Ford Focus ST 2023

Prueba: Ford Focus ST 2023

15 enero, 2024 Desactivado Por Ruben Amancio

Nos subimos a bordo del Ford Focus ST, uno de esos compactos en vías de extinción pero que, a un servidor, Petrolhead de nacimiento, le ha encantado.

Si bien durante la test del Ford Focus ST Line ya me quedé con un buen sabor de boca, al comprobar que se trataba de un coche muy bien hecho, con la prueba del Ford Focus ST 2023 no solo se me ha quedado un buen sabor de boca, sino que me he quedado con ganas de más.

Aspecto exterior del Ford Focus ST 2023

La unidad probada nos la entregaron en un bonito color rojo Race, que hará que no pases desapercibido entre el resto de coches de la carretera… aunque, como veremos, lo de pasar desapercibido puede ser una tarea un tanto complicada con un coche de este empaque.

Se trata de un compacto del segmento C, cuyas dimensiones de 4.38 x 1.82 x 1.47 m de largo, ancho y alto, respectivamente, hacen que sea un compacto excelente tanto para moverse por autovía como por carreteras secundarias que, como veremos, es donde se sentirá como pez en el agua.

En la parte delantera nos encontramos con una parrilla de grandes dimensiones, rodeada por una firma lumínica de LEDs adaptativos, es decir, donde las luces de largo alcance están siempre activadas y crea máscaras para evitar deslumbramientos cuando nos cruzamos con otros usuarios de las carreteras.

En la parte trasera destaca un paragolpes deportivo con un difusor en color carrocería que rematan dos colas de escape de generoso tamaño, una a cada lado del susodicho parachoques, y que emanan un sonido bastante bonito cuando el coche se encuentra en posición de servicio.

Las llantas, de aleación ligera en un tamaño de 19″, calzan unos neumáticos Pirelli PZero que, ciertamente, han vivido épocas mejores y no nos han permitido sacar todo el jugo necesario a nuestro compañero de aventuras, máxime si tenemos en cuenta que el tiempo lluvioso no incita a hacer locuras cuando las gomas no están en buen estado.

El Ford Focus ST por dentro

Seamos directos: el interior del Focus ST está muy bien hecho. Todo está en su sitio, hay detalles como el interior de las guanteras de las puertas tapizados en un tejido similar al Alcantara… como le dije a un amigo mío, podría vivir perfectamente con un coche como este como mi vehículo de diario.

Una vez que nos acomodamos en el puesto de conducción, nos encontramos con un volante cuyo grosor es el que uno espera cuando se supone que va a probar un coche con carácter deportivo: un volante con el aro grueso, mullido, con el tamaño que un servidor elegiría como ideal en este tipo de coches.

Los asientos delanteros son unos semibuckets firmados por Recaro, que si bien a un servidor, que gasta la talla XXL de camiseta, le quedaban algo estrechos, no resultan incómodos toda vez que encuentras tu posición ideal, al contrario de lo que me sucedió cuando pude acomodarme en el interior del Abarth 500.

El sistema de infoentretenimiento, que aglutina las funciones relativas al sonido y a la climatización, es de un funcionamiento bueno, y si bien nos parece discutible la tan manida integración de los botones del climatizador en la propia pantalla, nos deja con una experiencia de uso cercana al notable alto.

Habitabilidad interior del Focus ST

Tras haber elogiado de forma positiva los asientos delanteros, toca hablar de los traseros, que ven ligeramente mermada la habitabilidad longitudinal para las piernas de los pasajeros traseros, debido a lo prominente de la forma del armazón del semibucket, pero que continúa siendo muy buena.

Como viene siendo habitual, dos pasajeros viajarán cómodamente en la parte trasera del Focus ST; tres adultos irán incómodos siempre que el viaje supere los diez minutos (y la edad de los mismos sea más cercana a la cuarentena que a la veintena).

En cuanto al maletero del Ford Focus cubica 392 litros, que si bien pueden no resultar suficientes para el uso de una familia con vástagos, sí que resulta ideal para transportar un par de cascos integrales, necesarios si lo que se quiere es utilizar el Focus ST para rodar en un circuito.

La conducción del Ford Focus ST

Una vez que presionamos el botón de arranque, el motor despierta con un muy atractivo ronroneo; no en vano, se trata del mismo motor 2.3 EcoBoost que monta, sin ir más lejos, el Ford Mustang con el motor que sirve de versión de entrada a su gama.

Según se va jugando con los modos de conducción a través del botón del volante, el sonido se vuelve más bronco. Pero, si nos fijamos en la pantalla central, aparece un modo denominado «circuito», que se activa tras recordarnos que se desactivarán los controles de tracción y estabilidad.

Una vez seleccionado el modo circuito, el coche se transforma radicalmente, valga la expresión para recalcar que el Focus ST se vuelve incómodo, radical, con unas reacciones instantáneas tanto a las insinuaciones del acelerador como a las órdenes que se dan desde el volante: se transforma en un kart.

Este modo, en un uso callejero habitual, nos ha resultado prácticamente imposible de utilizar, ya que la suspensión se endurece de tal forma que cualquier hueso de aceituna se filtra al interior de una manera exagerada, obligando a los ocupantes a seleccionar el modo confort para circular por poblado.

Comportamiento dinámico del Focus ST

Sin embargo, este modo circuito nos ha encantado porque, además de demostrar la excelente puesta a punto del chasis, incrementa el sonido exponencialmente, y nos regala unos sonoros «pops and bangs» (petardeos en el idioma castellano), que hacen que se instale una sonrisa tontorrona en la cara del probador.

Si tuviéramos que mejorar algo, influenciados por la cercanía de la festividad de los reyes Magos, pediríamos unos frenos de mayor tamaño y mayor mordiente, con el fin de retrasar al máximo la frenada, tal y como pudimos realizar durante la prueba de otro deportivo radical como el Cupra Formentor VZ5.

Los consumos que nos ha brindado este compacto deportivo han sido bastante contenidos, alrededor de los 10 litros a los 100, buen consumo para un motor que eroga, recordemos, 280 cv y cuyo uso, en muchas ocasiones, va a ser más deportivo que buscando el consumo.

Conclusiones y opinión tras la prueba del Ford Focus ST de 2023

Como ya hemos comentado,  ¿puede ser el Ford Focus ST un coche para usar a diario. Aunque, a un servidor, le encajaría mucho más la versión familiar del Ford Focus, con una mayor capacidad de maletero y, subjetivamente, más bonito que la versión compacta.

El precio del Ford Focus ST 2023 parte de unos jugosos 31.034€, lo cual y vista la actual tendencia del mercado, no nos parece para nada exagerado para toda la diversión que nos ofrece la deliciosa puesta a punto del chasis de nuestro compañero de aventuras.

¿Me podría plantear comprar un Ford Focus ST por ese precio? Rotundamente sí, si tuviese que buscar un sustituto de mi Seat León Cupra ST, al menos el Focus sería una de las opciones que barajaría si quisiera cambiar de marca.

Galería: prueba del Ford Focus ST 2023

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