Prueba: Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 CV GT

Prueba: Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 CV GT

2 abril, 2023 Desactivado Por Miguel Lorente

En la prueba del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 CV GT descubrimos qué tiene este SUV para ser el coche más exitoso del pasado año


A pesar de la dureza que han supuesto los datos de ventas de coches de 2022, Peugeot tiene motivos más que sobrados para sacar pecho, entre otros por haber logrado que 2008 se alzara con el cetro en cuanto al automóvil con mayor número de nuevas matriculaciones.

Sea como fuere, ya iba siendo hora de hacer la más exitoso de 2022 prueba del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 CV, y para mayor lustre y disfrute, la unidad cedida cuenta con acabado GT.

Y, como digo, gusto. No por los SUV, que ya te hemos repetido hasta la extenuación que no santo de nuestra devoción pero, entre lo que hay, los tenemos buenos, malos y SUV normales y corrientes con tanto interés y deleite como una cerveza sin alcohol y con gaseosa.

¿Cuál es la clave del éxito del Peugeot 2008?

Sin duda, una jugada maestra.

De una parte, su apariencia. Lo cierto es que 2008, 3008 y 5008 podrían ser los hermanos Dalton sin el cuarto de ellos: una sucesión de opciones de más pequeño a más grande con una apariencia casi calcada pero en la que el que nos ocupa se lleva la mejor proporción.

De entrada, la actualización introducida por esta segunda generación pone en liza una apariencia más afilada, aún y con el paquete GT más aparente si cabe, donde la clave son las luminarias, tanto delanteras como traseras que, sin ser tan «feriantes» como las del Peugeot 308 que probamos, no dejan de ser un espectáculo.

Por otra parte, el habitáculo es un ejemplo de que no siempre menos es peor ya que, la familia de cuatro, con dos sillas, que hemos disfrutado de este SUV urbano hemos pasado ratos más que agradables a bordo.

En buena parte gracias al equipamiento GT de Peugeot, que si se dispone de presupuesto, bien merece la pena ser pagado para ser disfrutado. El ya asentado i-Cockpit es ahora más tecnológico si cabe por la tridimensionalidad del cuadro de información tras el… volante.

El polémico volante del i-Cockpit de Peugeot

Soy firme defensor del pequeño volante, lo soy desde que monté en el último Peugeot 308 GTi ya que, como aficionado a la conducción deportiva, me gustan los volantes pequeños y los volantes achatados. Pero he de reconocer que, entiendo que por tamaño del propio habitáculo, en este coche, la sensación es que aún es más pequeño que, por ejemplo, en el 5008, que también conduje, y que en el ya citado nuevo 308.

En cualquier caso, voy a dar ya mi mayor pega a este coche y es en este punto, en el del volante del 2008 donde veo su peor aspecto: la proximidad entre la leva izquierda, el mando de los intermitentes et al. y el del control de crucero y limitador de velocidad.

Como puedes ver en el vídeo se sufre un colapso por proximidad, una concentración que hace que, sobre todo, los primeros instantes de la prueba del Peugeot 2008 GT 130 y en alguna otra circunstancia de giro, las tres palancas resulten tan incómodas como inútiles ya que es bastante fácil acabar dando a la que no quieres o siendo bloqueado por alguno de estos tres mandos. Que todo fuera eso en cualquier otro test.

Confort y habitabilidad del Peugeot 2008 GT

De nuevo, el confort a bordo para los ocupantes de las plazas delanteras me ha sorprendido muy gratamente por la buena disposición de las butacas individuales, muy anchas y cómodas a la vez que ergonómicas.

Quizás en algún momento la costura central de la tapicería resulte molesta, sobre todo en verano o momentos en lo que se lleve menos de dos capas de ropa sobre el tronco.

La consola central es sencilla en cuanto a su repositorio y destaca, en positivo, la botonera física, de una parte, de pulsación y de otra de palanca, que maneja, prácticamente, la mayor parte de la configuración del coche siendo apoyada por la pantalla táctil central.

Las plazas traseras son aptas para montar dos sillas infantiles y un espacio entonces testimonial para un quinto ocupante, en caso de dos adultos no demasiado fornidos, podría entrar igualmente un tercero de forma temporal ya que el confort del viaje quedaría entonces comprometido.

Pero para dos adultos, tanto por aire sobre la cabeza y hombros, como por las rodillas y los pies, que no teman en absoluto que muy atrás deberían ir los pasajeros delanteros para molestar a sus vecinos.

Más atrás, el maletero del Peugeot 2008 cubica 434, no es excesivamente grande pero sí práctico y cuenta con una bandeja inferior que hace de piso extraíble y permite dar mayor fondo y todo ofrecer todo su volumen disponible para meter, por ejemplo, una maleta de gran tamaño o, incluso, una mediana y una de cabina y, por descontado, la compra mensual o varias mochilas escolares y un carrito infantil.

Finalmente, el precio del Peugeot 2008, que parte desde 24.890 euros, descuentos y promociones de la marca aplicados, aunque es cierto que el «nuestro», al contar con el equipamiento GT se sube hasta partir desde los casi 31.860.

Pero no, no te preocupes, que no voy a acabar el texto de la prueba del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 CV sin hablar de su dinamismo porque lo dejo fuera de las claves de este coche.

Dinamismo y conducción del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 EAT8

Si bien podría considerarse este análisis como una especie de matroska, de fuera hacia adentro, lo que me deja con un sabor de boca un tanto agrio es el comportamiento del motor del Peugeot 2008 PureTech 130, que no el dinamismo en general del coche en sí. Y me explico.

La prueba del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 se ha realizado con un ejemplar con el citado motor de gasolina de 1.198 cc que produce 130 CV de potencia, vinculado a una caja de cambios automática EAT8, es decir, automática de 8 velocidades aunque es posible gestionarla manualmente y por levas.

Como indicaba, este SUV urbano de con 130 CV y un peso de 1.280 kg resulta ágil, entre, por ejemplo,  tomando glorietas pequeñas, no solo se desliza bien sino que no muestra inercias tan obscenas como sucede en otros SUV, incluso que sí aparecen en crossovers, teóricamente, más y mejor diseñados para que no padecieran estos vaivenes.

Sea como fuere, los tres modos de conducción, configuración y respuesta del motor son totalmente diferentes. El ECO transforma a este coche en una pieza inane, es lento, aburrido y amodorrante. Que sí, que el consumo baja pero ¿a costa de darle un mínimo de vida a la conducción? No, gracias.

Prefiero gastar poco más de 1,2 litros a los 100 por darle un comportamiento más equilibrado ya que el modo Normal es eso, el set-up del motor del Peugeot 2008 más equilibrado, eso sí, si desactivas el Start-Stop ya que llega a ser molesto en situaciones de baja velocidad o tráfico urbano y sus devenires donde merece la pena que, si vas a circular a trompicones tengas la pantalla central en su ventana de asistentes y ayudas a la conducción y actives y desactives esta opción hasta que las condiciones sean más propicias para que el motor se apague durante un rato eficientemente.

El modo Sport del Peugeot 2008 de 130 CV resulta desproporcionado no por su respuesta abrupta, porque no lo es, pero lo es porque se endurece la dirección y resulta incómoda y poco eficaz a la vez que el motor lo único que hace es revolucionarse más y peor, llegando a parecer la caja de cambios un maldito CVT.

En todo caso, he podido sacarle algo de partido en incorporaciones a cruces o glorietas y, ni siquiera en vías rápidas, donde el Normal hace una aceleración más progresiva y, dado el buen hacer, entonces de la caja de cambios automática EAT8, incluso baja una marcha cuando detecta que necesitas un mayor aporte energético para aumentar la velocidad.

Aún y con todo, la media de consumo del Peugeot 2008 1.2 de 130 CV, alternando los citados modos, ha sido de 6,1 y, de hecho, la maldita décima se sumó décimas, valga la redundancia, antes de hacer la foto justo al finalizar este test.

consumo peugeot 2008

Otra cosa que no me ha gustado de este motor es que durante las maniobras de estacionamiento o desaparcamiento, al moverse lentamente, el coche parece temblar, sobre todo marcha atrás e, incluso, aguanta demasiado el movimiento hacia atrás llegando a «lanzarse» en el momento que levantas el pie del freno pero sin llegar a soltarlo.

Conclusiones y opinión: comprar un Peugeot 2008

Como te decía al principio, no me gustan los SUV, por concepto y arquitectura pero este podría pasar la criba y entrar en el selecto club de vehículos de esta índole con la que podría vivir a diario. Porque entiendo que este coche es un automóvil para el día a día e, incluso, para una familia sin muchos compromisos a la hora de transportar bártulos en desplazamientos largos.

Por lo demás, como decía, si bien el motor no me ha convencido, sí la caja de cambios y, aún mucho más, su dinamismo.

Pero más aún su habitáculo, porque para estética exterior ya está tu criterio personal y que, entiendo que te gusta, por lo que, además habrá hecho que te hayas interesado por leer esta Prueba del Peugeot 2008 1.2 PureTech 130 y que bien te agradezco.

Como decía, el interior del Peugeot 2008 con pack GT es todo un acierto sensorial ya que, no solo por la vista y el tacto, de los materiales utilizados para la envoltura de su cabina, sino que se siente se sienta uno dentro.

Me sigue emulando a un ambiente deportivo, incluso aeronáutico, a algo parecido a lo que entiendo como el puesto de conducción de un GT deportivo y de un avión de combate. Eso sin renunciar ni ápice, en absoluto, todo lo contrario, a orientar todo su potencial al confort de sus usuarios.

Por eso creo que este coche ha triunfado por encima de opciones más económicas y, sobre todo, de SUV más baratos pero de peor calidad.

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