Prueba y opinión: Ford Puma ST, rompiendo (mis) prejuicios

Prueba y opinión: Ford Puma ST, rompiendo (mis) prejuicios

21 abril, 2021 Desactivado Por Miguel Lorente

Nos ponemos al volante y realizamos una prueba del Ford Puma ST, un crossover deportivo a la moda con una buena relación calidad-precio.
He de reconocer que, de manera preconcebida, ya había juzgado al nuevo Ford Puma nada más presentarse. Conceptualmente, había condenado incluso a su versión más deportiva antes de conocerla en vivo haciéndome antes de conducirlo una opinión del Ford Puma ST basada en prejuicios.

Es por ello que, antes de abordar en sí el test del Ford Puma ST que nos ocupa, deba entonar un sincero «mea culpa», una rectificación que llevaba tiempo macerando dentro de mí y que no es otra que sí que hay crossovers deportivos que molen.

Tras probar diferentes modelos donde, y tras finalizar la prueba del Ford Puma ST, la idea es que, hay que sacar a los crossover de la categoría SUV ya que los primeros están más cercanos a la respuesta y comportamiento de un turismo que de un todocamino, aunque, si bien es cierto, una de las mayores pegas del coche que nos atañe es que penaliza su altura libre respecto del suelo y el aumento de peso respecto de, por ejemplo, un equivalente como sería su hermano el Fiesta ST, y que vale unos 6.600 euros menos.

Pero, entonado este pensamiento en voz alta autocorrectivo, nos metemos en harina con la prueba del Ford Puma ST «alienígena» que hemos disfrutado.

Ford Puma ST, más próximo a un turismo que a un todocamino

Porque si las versiones más mundanas de este coche me han demostrado que pudiera pasar por un compacto con la carrocería subida o mayor distancia entre las gomas y los pasos de rueda, la variante más deportiva se pega más al suelo y se agradece.

Aún así, sigue habiendo espacio suficiente entre goma y «chapa», porque las protecciones distintivas de este acabado son un insultante plástico del mismo color que el resto de la carrocería, el montaje de unas espectaculares llantas y un paquete aerodinámico que, efectivamente, presenta soluciones reales y no de pleno postureo, para mejorar su incidencia sobre el aire, presentan una variante realmente atractiva a la vista y efectiva en movimiento.

Pero, primero, vayamos al análisis en parado.

Ford Puma ST: opinión exterior

Si el exterior, el color verde se conjuga con una «mirada» que bien podría pasar por el rostro de un estereotípico alienígena, lo llamativo de este cromo llamado Verde Mean ST realza más si cabe la musculatura de su carrocería.

Como indicaba, calzar unos imponentes zapatos también deja ver otro de los puntos a mejorar que he podido comprobar, en mi opinión sobre el Ford Puma ST, es su juego de freno. Unas pinzas que, efectivamente, muerden delante, unos discos ventilados pero que, detrás, podrían estar montados en cualquier utilitario de carácter mundano de este u otros modelos de la firma del óvalo, es decir, que anda algo justo de frenada que compensa, en este caso, con unas deliciosas gomas de muy acorde calado y presentar unas pinzas cubiertas de un resplandeciente rojo vivo no hace sino potenciar en lo visual lo que se percibe en su conducción: la limitación de su frenada.

Ford Puma ST: opinión interior

En el interior del Ford Puma ST de esta toma de contacto, la unidad conducida resulta un tanto desilusionante ya que, salvo por detalles, no se siente mucho más deportiva que, por ejemplo, un acabado como pudiera ser el Titanium, solo algunos detalles como el volante (saturado de botones), la palanca de cambio, pedales y, la tapicería de unos sillones delanteros que bien cómodos son pero pecan de ello en detrimento de su eficacia en conducción deportiva, o lo que es lo mismo, se echa en falta unos asientos, al menos, semibackets.

Mención al espacio del habitáculo, al compartir este vehículo durante la prueba del Ford Puma ST, hemos podido comprobar que, si bien el espacio de las plazas delanteras es, sencillamente, correcto para dos adultos de altura media-alta pero envergadura compacta, el poco espacio que hay entre respaldos junto con la instalación de una guantera entre ambos, dificulta la gestión del cambio, manual de 6 relaciones, sobre todo en reducciones, donde, al bajar a segunda, la muñeca ha de doblarse de manera anti natura para permitir que la mano, posicionada en forma convexa, pueda realizar el engranaje

El maletero del Ford Puma ST cubica 456 litros que, gracias a su profundidad y a su diseño de líneas perpendiculares, permite la ubicación de hasta tres bolsas tipo gimnasio de volumen grande, tres maletas de tipo cabina puestas de manera lateral o una maleta de tipo medio, habida cuenta de ser apto para el día a día, por ejemplo, en compras el en súper no demasiado abultadas pero difícilmente práctico para una familia en un viaje con intención de transportar sus enseres durante un traslado de varios días.

Al volante del Ford Puma ST: sorpresas te da la vida

Gracias a los modos de conducción de este coche, hay que reconocer que el primero de los parabienes que he extraído tras la prueba del Ford Puma ST es su sonido en modo ST. Es bronco, deportivo e incita a darle más caña, de hecho, gracias a la elasticidad y contundencia de su motor, sube de vueltas muy rápido, pero sin sobresaltos, de tal manera que puedes plantarte en la zona roja de la esfera de las rpm rozando las marcas rojas e insertando, eso sí, con un tacto un tanto artificial y asistido, la siguiente velocidad.

A pesar del bloque EcoBoost tricilíndrico, los 200 CV de potencia y 320 Nm de par, se demuestran realmente bien aprovechados, es un coche rápido, ágil, relativamente estable, aunque con ciertas inercias, como dije al inicio, derivadas de su arquitectura como crossover, rígido pero sin hacer saltar empastes, que fagocita curvas a una velocidad endiablada y que pide cordura, al margen de la que siempre se requiere al volante, puesto que, un exceso de fogosidad no podrá ser mitigado por un conjunto de frenos que bien podrían montar, al menos, unas pinzas de dos pistones.

Aún así, como decía, este coche, que equipa el pack Performance, se disfruta, y mucho, en zona de montaña, en una sucesión de giros y concatenaciones de virajes, en un tiovivo de rasantes enlazados con apoyos que bien hay que cuidar no liberar presión del acelerador sino se quiere tener algún susto a pesar del diferencial de deslizamiento limitado que, si bien actúa de manera eficiente, interfiere, según la tracción, y se transmite al habitáculo en un serpenteo, en unos latigazos, rápidos y alternos.

Conclusión: ¿merece la pena comprar un Ford Puma ST?

La opinión del Ford Puma ST que extraigo tras conducir la unidad de esta toma de contacto llevada a cabo por las mágicas y emocionantes carreteras de la sierra norte madrileña, es que este coche es ideal para los conductores con aspiraciones deportivas y a la moda, esto es, un vehículo con capacidad para emocionar moderadamente en su uso y con el porte y la planta mezcla de todocamino y turismo compacto tan en boga como se demuestra mensualmente en los libros de ventas de coches nuevos.

Es cierto que no hay coches deportivos baratos pero, por los, desde 34.131 euros que arranca el precio del Ford Puma ST, bien merece la pena pagarlos si se busca, repito, un crossover deportivo, ahora, queda plantearse si no lo merece más un Ford Fiesta ST y, a la vez, ahorrarse un buen dinero en la elección.

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