Prueba: Peugeot 308 Hybrid GT Pack, el zarpazo definitivo
30 octubre, 2022La prueba del Peugeot 308 Hybrid mete un zarpazo a nuestro ranking sobre mejor compacto del momento y te explicamos el porqué
Hace un lustro vivimos, en primera persona, uno de los momentos más dulces en cuanto a compactos deportivos se refiere. Desde el Peugeot 308 GTi de 2018 hasta el Renault Mégane R.S. de 2020, el elenco de coches deportivos a precios «razonables» proponía una jerarquía que comenzaba con el citado GTi y acababa con el R.S. como de menos a más radical y como de más a menos utilizable para el día a día.
Pero esa época es historia y nunca mejor dicho. La electrificación masiva da lugar a nuevas fórmulas, desde los Skoda RS iV hasta los Opel GSe, pasando por los PSE (Peugeot Sport Enginereed), todos se han acogido al apoyo eléctrico para, básicamente, poder acogerse a las normativas Euro.
Por eso, los modelos de base son, más que nunca, clave para el desarrollo de nuevos o próximas versiones deportivas dentro de la electromovilidad del futuro-presente
Un primer exponente de este nuevo grupo lo traemos en esta prueba del Peugeot 308 Hybrid GT Pack. Un coche que acoge una configuración estética, mecánica y, sobre todo, conceptual de GT (Gran Turismo) en esencia.
El pack GT del nuevo Peugeot 308 Hybrid es la clave
Tanto estética como en general, pero, en el apartado meramente visual, este coche es espectacular.
Por suerte, por decirlo de alguna forma, ya empiezan a verse ejemplares del acabado básico del Peugeot 308, el pack Active, lo que permite comparar cómo es el más esencial respecto del que hemos disfrutado.
De la partida, las llantas le sientan de lujo, acordes con un diseño frontal nunca jamás tan incisivo, acostumbrados ya a los colmillos del 208 y del 508, el conjunto del paragolpes, las ópticas y la propia caída del capó, hacen de la amenazante estampa del Peugeot 308 de 2022 más agresiva que ningún otro modelo en ningún otro momento de la historia de Peugeot, salvo si se trata del desproporcionadamente brutal Peugeot 205 Turbo 16 de los 80.
Como decía, la silueta, y más en este Vértigo azul eléctrico electrizante, deja una fotografía limpia, sin demasiadas complicaciones en cuanto a su diseño pero realmente dinámica apoyada en detalles como os difusores que presenta en las taloneras entre las ruedas o el alerón sobre la luna trasera.
Pasando a la zaga, las luminarias son, en sí, puro espectáculo, y para muestra, el vídeo que hemos grabado.
Podrán resultar hasta, en cierto modo, feriantes, llamativas, puede que hasta discordantes pero resultan útiles cuando buscas el coche en un parking poco iluminado o, simplemente, das al botón del mando por el mero placer de ver cómo se encienden las delanteras y traseras de manera armoniosa.
El habitáculo del Peugeot 308 con GT Pack
Y si aprietas el botón es para entrar, para quedarte dentro y no salir.
Como le decía a Rubén durante un viaje, este coche, a diferencia del Mazda Mazda3 que probamos, es menos distinguido en cuanto a materiales, menos sobrio, menos elegante pero, quizás por ese punto de «rebeldía» o de disrupción puede ganar o perder clientes. En mi caso, ganarme o preferirlo.
Desde el momento en que me senté en la butaca tapizada en un flamante cuero Nappa con pespuntes en color menta del conductor, disfrutando de unos materiales más que agradables al tacto pero más aún si cabe a la vista, ubicarse en la posición de conducción, a no ser por la anchura (normal) del parabrisas, te hace sentir en un coche mucho más deportivo.
El maravilloso i-Cockpit ahora se ha ultradigitalizado y presenta, como el ejemplar de prueba del Peugeot 308 Hybrid que lees, una pantalla tras el no menos cuestionado volante un cuadro de instrumentación totalmente digital en 3D, sí: 3D.
Es cierto que es lo menos logrado y, a mi gusto, llega a ser un tanto incómodo cuando te fijas en sus informaciones durante un periodo de tiempo relativamente prolongado, la nitidez no me resultó clara pero se puede desactivar dentro de la configuración y personalización del menú principal, es decir, pasa a modo 2D que acaba siendo más agradable, al menos, a mis ojos miopes.
Respecto de este sistema de info-entretenimiento, el nuevo i-Cockpit también se apoya en una botonera digital bajo la pantalla central, el i-toogle que sirve para acceder a diferentes menús, bajo ésta, los «viejónenes» agradecemos, igualmente, un juego de botones físicos, uno de ellos que permite el acceso directo a una función elegida al gusto y preferencia del usuario.
Habitabilidad y confort por doquier
De nuevo, en cuanto al ambiente del pack GT del 308, la conjunción entre diseño, calidad y utilidad se sincroniza proponiendo un habitáculo que se disfruta tanto en movimiento como en parado. Con los asientos delanteros regulados a mi altura (1,80) puede ocupar las plazas traseras con una gran distancia entre mis rodillas y los respaldos y comprobar que el espacio libre para pies, si bien no es especialmente holgado, es suficiente como para viajar cómodo y mover las extremidades inferiores.
La distancia de la cadera a la puerta y de los hombros a al pilar C, así como el de la cabeza al techo, acristalado en la unidad de prueba del Peugeot 308 Hybrid, es correcta próxima a decir generosa sobre todo más en sensación que en magnitudes reales.
En los asientos traseros he colocados dos sillas infantiles y doy fe de que un ocupante adulto entre ellas pasaría un compromiso durante un viaje más lejano que el de apearse en la parada de transporte público más cercano, por el contrario, tres adultos de tallaje mediano, podrían sobrevivir alguna decena de kilómetros de manera circunstancial.
Un buen maletero pero no un gran maletero
El maletero del Peugeot 308 híbrido enchufable cubica 361 litros, esto, traducido a ser o no práctico, podría decirse que lo es pero con relativa precaución. Se puede meter un carrito de bebé de los que se pliegan en V, una maleta familiar grande, la compra del mes en el súper… pero no todo junto. Es un coche para el día a día, sí.
Es un coche familiar para ir de viaje con los bártulos, me cuesta verlo. Quizás con un arcón sobre el techo.
En marcha con el Peugeot 308 PHEV GT Pack
Sin duda, lo mejor es sentirse (que no sentarse, que también) en el coche en marcha. Porque, incluso para ir a trabajar, el coche es delicioso.
Me gusta mucho utilizar el término delicioso para trasladar la sensación de disfrutar de un bocado de realidad cotidiana extrayendo el mejor y mayor jugo a la vida. Y si te gusta conducir, que estoy seguro de ello si estás leyendo esto aquí, eres como nosotros que disfrutas incluso yendo en coche a diario hasta tu trabajo como me ha pasado.
Un GT para diario…
Tengo, literalmente, 3 km de casa al trabajo. 3 km que, con un PHEV que homologa hasta 64 km en modo eléctrico significa que puedes ir los 5 días de la semana a «la oficina» sin consumir gasolina y sin recargar externamente el coche. Porque puedes.
De hecho, he hecho la prueba del Peugeot 308 Hybrid de usarlo sin autonomía eléctrica en esos 3 km que distan del hogar al tajo y he podido circular un 58 % del recorrido en EV porque el coche tiene una enorme capacidad de regeneración energética incluso cuando no tiene electricidad almacenada. En este caso, el consumo medio, en ese recorrido, me marcó 5,8 litros/100 km en modo urbano en un 95 % del recorrido.
Aunque, como veremos próximamente en los artículos de «El rincón de Motor Cebis«, no resulta recomendable descargar y no recargar las baterías de los PHEV, para hacer una prueba, el dato me parece cuanto menos relevante.
En un desplazamiento en su práctica totalidad en vía rápida de 60 km con toda la batería disponible, el consumo medio del Peugeot 308 Hybrid se quedó en 0,8 L/100 lo cual te puede dar una idea de si tienes más de 50 km de casa al trabajo lo que podrías consumir de gasolina.
En cualquier caso, me he metido por carreteras, si bien no de montaña, de curvas rápidas y enlazadas de «alta» velocidad, y el coche se desliza entre ellas que da gusto.
…y un disfrute para el fin de semana
El chasis me recordó mucho a las sensaciones que tuve al probar el ya mencionado anterior Peugeot 308 GTi, es decir, un coche que va rápido pero que es muy cómodo, que agarra que da gusto pero sin ser contundente en su suspensión. Que tiene una dirección precisa pero sin ser exigente. Aplomado sobre el asfalto pero cualquier cosa salvo plomizo.
La suma de los motores eroga una potencia conjunta de 225 CV, 180 solo en gasolina, que se gestiona a través de la caja de cambios automática EAT8 de 8 velocidades y que puede accionarse manualmente por unas levas, eso sí, con cierto desfase entre su pulsación y su engranaje y que, rara vez resulta más prácticas de usar que dejar que la propia cambia gestione el régimen.
Conclusión, precio y opinión del Peugeot 308 PHEV GT Pack
En resumen, me ha encantado la prueba del Peugeot 308 Hybrid, de hecho, me he enamorado el Peugeot 308 híbrido enchufable con equipamiento GT.
De dentro a fuera, desde su puesto de conducción hacia el asfalto, de su salto cualitativo tecnológico, tanto en cuanto al confort y habitabilidad como al de dinamismo y motricidad, el coche no es barato, su «primo», el Opel Astra PHEV GS Line que probamos puede incluso rivalizar con él pero a la baja, por eso puedo decir merece lo que vale: según el configurador de Peugeot desde 45.629,99 euros, más que justificados y bien aprovechados.
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