Jeep Renegade 4xe Trailhawk, un 4×4 híbrido enchufable multifacético

Jeep Renegade 4xe Trailhawk, un 4×4 híbrido enchufable multifacético

4 abril, 2024 Desactivado Por Miguel Lorente

Por fin probamos el Jeep Renegade 4×4 híbrido enchufable, un vehículo que lleva, además de etiqueta 0, luce el sello que aprueba su validez como todocamino pero ¿será capaz de lucir con todas las de la ley el calificativo de todoterreno?

Tenía una espinita en mi corazón y que finalmente he podido arrancar. Ya desde su presentación en 2014,  a excepción del Wrangler, me parece el Jeep más chulo del catálogo de la marca. Y mira que me gustan los Jeep

Como en 2018 me pilló trabajando en esto de escribir sobre coches nuevos su primera revisión o actualización y, luego, la llegada de las variantes electrificadas de desde 2020, el seguimiento con anhelo y desde la distancia de este automóvil me ha provocado tener unas ganas locas de poder conducir un Jeep Renegade.

De hecho, una  vez hechos los test del Jeep Compass Trailhawk, Jeep Wrangler Sahara y del Jeep Avenger, y desestimada ya por falta de ejemplares de prensa del Gladiator, el siguiente objetivo de mi lista de deseos para con esta mítica firma era hacer una prueba del Jeep Renegade Trailhawk.

Agendada para Semana Santa de 2024, solo me quedaba dirigirme a los escenarios apropiados y escogidos para conducir este coche como entiendo que es el uso que alguien interesado en comprar un Jeep Renegade Trailhawk podría dar, que son desde el asfalto de ciudad y vías interurbanas circundantes a una gran urbe como, por ejemplo, Madrid, pero sobre todo uno montaraz y/o los variados caminos agrestes que se despliegan por la meseta.

Unos apuntes iniciales sobre el Jeep Renegade Trailhawk PHEV

De entrada, cabe decir que el Trailhawk no es un acabado en sí sino una especificación dentro de la gama del Jeep Renegade. No son solo las pegatinas y detalles estéticos lo que hacen de este coche un todocamino con aspiraciones aventureras, no.

Además de ser la motorización híbrida enchufable viene vinculada a un sistema de tracción integral, es decir, que estamos hablando del Jeep Renegade 4×4 híbrido enchufable del catálogo.

Por si fuera poco, la altura al suelo de esta variante es mayor que la de los otras y, para más INRI, tiene unas cotas off-road orientadas a un uso como tal.

Entonces, ¿es el Jeep Renegade Trailhawk un todoterreno? Vayamos con calma que vienen los peros porque, si te das cuenta, aún solo lo he descrito como coche y/o automóvil… ni he usado el concepto SUV, ni todo terreno, sí, en dos palabras, ni todoterreno ni mucho menos t-o-d-o-t-e-r-r-e-n-o, que me a mí me gusta usar.

Con esto tenemos un coche con pinta de todoterreno, más o menos como entendemos que deben serlo, con unas especificaciones técnicas como tal, pero que carece de algo tan propio de los vehículos todoterreno como es la presencia, en este caso ausencia, tanto de eje rígido como de reductora.

En su lugar, equipa un selector que permite la elección entre los modos de conducción del Renegade Trailhawk que van desde el estándar (Auto), pasando por uno Sport, a lo que hay que sumar el Snow y el Sand/Mud/Rock.

Por otra parte, hay que tratar y abordar habitabilidad del Jeep Renegade Trailhawk.

El habitáculo del Jeep Renegade 4×4

De entrada, tenemos un vehículo homologado para 5 ocupantes.

Desde las plazas delanteras me llama la atención que este modelo es la antítesis a la primera sensación que me produjo el Wrangler cuando me monté en él, que fue la de un parabrisas estrechísimo. En el caso del Renegade, me da la sensación de estar ante un cristal tipo balconera propio de una habitación de hotel con vistas al monte.

Es tan alto y tan perpendicular al capó que parece que estas frente a una ventana, además, con la distancia que hay desde mi cabeza (que mido casi 1,80) hasta el techo, esta sensación de amplitud o espacio al techo se acrecienta y permite generar un ambiente más propio de monovolumen o furgoneta.

Por otra parte, los asientos delanteros del Renegade Trailhawk son tipo butaca, más propio de un SUV que de un todoterreno que necesita equipar otros con una ergonomía ajustada a un vehículo que va a unos taires y vaivenes propios de echarse al monte a hacer el cabra.

Un «sillón» que al principio me costó pillar el punto ideal para la conducción, mediante el ajuste en altura, inclinación y separación a los pedales y al volante (regulable), pero que cuentan con un tapizado (bueno, todos, incluidos los traseros) en tela y con un espectacular decoración que muestra las curvas de nivel de un mapa topográfico de vaya Usted a saber dónde.

Detrás va bien un adulto de mi estatura. Ajustado, como te decía, los asientos delanteros a mi altura, da espacio libre tanto para mover los pies como las rodillas, hay aire más que de sobra para que el pilar C te parezca alejado de tu cabeza y, gracias a la pequeña ventanilla fija posterior, entra algo más luz y paisaje a las plazas traseras del Jeep Renegade ya que la principal, de las puertas posteriores, es muy cuadriculada y resulta algo tosca.

Como no se me ha dado la situación, entiendo que 5 adultos en un Renegade podrían convivir unos kilómetros, ni mucho menos de forma habitual y, ni se me pasa por la cabeza como permanente. Este vehículo es más un coche para 4, incluso, un SUV familiar para engancharle al ISO Fix dos sillas, como yo he hecho, y moverte de aquí para allá como un 4 plazas y un hueco en medio de ellos para cachivaches de los críos.

Ya que, y aunque el maletero del Jeep Renegade híbrido enchufable es más pequeño que los que no son PHEV, cubica 330 litros, una cantidad que sin ser para nada destacable, se traduce en un espacio de carga muy aceptable para, por ejemplo, una familia de 4 y sus bártulos vacacionales de Semana Santa.

Además, en el habitáculo presenta detallitos muy molones como los embellecedores de ciertos elementos (como las salidas de aire y altavoces delanteros) que conjuntan con los pespuntes de la citada tapicería y volante con las redecillas elásticas con las etiquetas propias de esta versión.

En general, no podían faltar los dibujos «ocultos» que aparecen los Jeep, conocidos como easter eggs salpicando de interés y emoción a los ocupantes en su busca y captura (son un buen recurso para tener un rato entretenidos a tus hijos en largos trayectos, te lo garantizo, incluso mejor si te inventas uno que no esté y que no puedan encontrar nunca, así no necesitarás ponerles en tu teléfono en tus viajes Peppa Pig) y, como no, literalmente, repartida por prácticamente todo el coche, la «cara» mítica del Willys.

La conducción del Jeep Renegade 4×4 híbrido enchufable

Como te decía antes, entiendo que este vehículo nace orientado y es interesante para un usuario polifacético.

Alguien que vaya a usar su Jeep Renegade tanto sobre caminos sin asfaltar como que en diario haga una importante cantidad de kilómetros sobre asfalto, de los cuales, incluso, en zonas de bajas emisiones, ya que como tiene l pegatina azul propia de la etiqueta 0 de la DGT por ser un vehículo capaz de circular desde 40 km (43 homologados) en modo eléctrico.

Una persona que tenga pretensiones de utilizar un Jeep tanto como coche para desplazamientos de media y larga distancia por vías interurbanas, pero también sacarlo cuando las contingencias del clima o del firme insten a otros vehículos a quedarse en el garaje.

Por eso, creo necesario enfocar el análisis y mi opinión sobre el Jeep Renegade Trailhawk a partir de lo que puedo aportar desde varios enfoques, como así haré.

El Jeep Renegade 4xe Trailhawk como coche urbano

Pues el Renegade 4×4 PHEV en ciudad va muy bien, la verdad.

Ya te decía que al ser un coche híbrido enchufable con más de 40 km de autonomía, puedes llevar a los niños al cole, ir a hacer la compra y, si no se te va de distancia, ir a trabajar sin gastar gasolina.

Como el Renegade Trailhawk mide casi 4,24 de largo, 1,72 de alto  y 1,81 de anchura, no es un coche pequeño, pero sí manejable, con una dirección que a pesar de ser sobre el asfalto algo flotante para mi gusto y con un equipo de asistentes a la conducción (por no decir, directamente que si lo equipa, puede disponer del sistema de aparcamiento automático) se aparca y desaparca en línea en espacios muy ajustados, aunque no resulta tan interesante en plazas estrechas, si no quieres luego que acordarte de la madre de quien te aparcó en batería junto a tu coche y dejó la cicatriz en la carrocería de tu coche.

El Jeep Renegade 4xe en carretera

Me he movido mucho con este coche durante estos días. De hecho, me alegra poder haberlo tenido en un periodo tan concreto como es en Semana Santa ya que, como suele pasarme, en estas fechas me muevo tanto en mi propio barrio para los quehaceres diarios como viajo hasta parajes por explorar, pasando por ir a la ciudad a pasar el día.

En cualquier situación, el Jeep Renegade 4xe te permite, mediante 3 botones, elegir el tipo de propulsión motriz. Por defecto, Hybrid, luego es posible hacerlo como eléctrico total, prescindiendo de la gasolina, lo que le dure la pila, y en modo regeneración y contención de la propia electricidad activando el modo e-Save.

Así el Jeep Trailhawk híbrido enchufable 4×4 tiene un consumo homologado de gasolina durante los 100 primeros kilómetros y cuando sales a tope de electricidad de 2 litros, en teoría, aunque de hecho, yo logré uno mejor haciendo 1,8; supongo que favorecido por la naturaleza del trayecto (inclinación, viento, etc. a favor) que pudiera mejorar el oficial.

Cuando el coche se queda sin electricidad y a velocidades no muy altas, incluso te digo de ir entre 100 y 120, el consumo de gasolina del Jeep Trailhawk 4xe Trailhawk, según su ordenador de a bordo, se te va a unos 6,5-6,6.

Pensándolo fríamente, no está mal para un SUV con una aerodinámica penalizada por su propia configuración, con una carrocería tan elevada y una altura tan significativa. Para que te hagas una idea, he y hemos tenido en las pruebas de Divex Motor unos cuantos SUV con motor solo de gasolina, más ligeros y 0 pretensiones de todoterreno que rondaban los 6.

El Jeep Renegade Trailhawk 4xe como vehículo off-road

Como lector avezado, ya te has dado cuenta que este párrafo lo he titulado recurriendo al anglicismo off-road y no a la primera acepción de todoterreno de la RAE. Efectivamente, está hecho adrede porque off-road significa «fuera de la carretera» y, como tal, el Jeep Renegade Trailhawk es un vehículo que se defiende muy bien fuera de la carretera.

De hecho, me lo he llevado a la sierra madrileña y, por caminos rotos, de tierra suelta y piedras (no muy grandes, claro), con baches de considerable profundidad e, incluso, pasos de agua como ves en las fotos, este Jeep se desenvuelve con soltura.

Donde me sorprendió lo bien que iba fue sobre caminos llanitos de arena suelta. Por circunstancias que, ahora sí, no vienen al caso, me dio el punto de coger una ruta off-road en vez de ir, adonde tuviera que ir, por la habitual carretera a la que se llega igualmente pero sobre asfalto.

Pues bien sobre la típica arena suelta que, cuando vas en bici vez que te va a dejar clavado y hace que tu manillar vaya dando banzados de un lado para otro, perdiendo el equilibrio y acabando en el suelo como no la libres, me pasó que circulando con bastante «alegría» sobre el acelerador por las prisas que llevaba, el Jeep Renegade Trailhawk, iba como un tiro.

¿Es el Jeep Renegade 4×4 un todoterreno?

Pues no, no lo es. Pero eso no es del todo malo porque este Jeep es un Jeep decente para lo que entendemos que es un Jeep.

Qué quiero decir con esto, pues que no es el mejor vehículo para escapar de un apocalipsis para eso está, como te decía, el Wrangler, pero sí que te vale para echarte al monte a disfrutar de unos caminos sin complicaciones, para ir al huerto o a la huerta, o para llevarte al pantano a tu familia a pasar el día, sin luego renunciar a ciertas comodidades propias de las carrocerías SUV, eso sí, dada su altura libre, no es tan cómodo como pudiera parecer subir o bajar de él.

Sinceramente, este coche me ha recordado mucho a las sensaciones que tuve durante la prueba del Suzuki Vitara 4×4. Entiendo que pueden ser dos rivales, dos opciones, dos SUV 4×4 híbridos enchufables camperos pero muy confrontables para usar en ciudad, buenos SUV con capacidades off-road pero que no llegan a ser todoterrenos como tal.

Por otra parte, también pienso que el Jeep Renegade 4xe Trailhawk es, en cierto modo, la versión más modesta, compacta y, también, algo menos capaz y, sobre todo, más económica, según el configurador uno como el que he probado, estaría en unos 46.000 euros, que el Jeep Compass Trailhawk que también probé, que, ahora mismo, ya parte desde los 52.000 euros.

Conclusión y opinión del Jeep Renegade 4xe Trailhawk

En definitiva, como decía este es un vehículo que puede ir muy bien para gente que busque una navaja suiza compacta, una Victorinox Spartan de menos de 20 euritos, con su hoja abrecartas (o abridor de paquete de galletas, de bolsas de pipas…) su destornilladores para apretar el maldito tornillo de la gafa que se te suelta, sus pincicas para sacarte una astilla que te has clavado mientras quitabas unos troncos de tu camino… Pero no es el que kit de supervivencia o para bushcraft que te garantizaría salir del paso de una situación, buscada o no, compleja.

 

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