Prueba: Opel Mokka 1.2 130 CV gasolina

Prueba: Opel Mokka 1.2 130 CV gasolina

6 diciembre, 2023 Desactivado Por Ruben Amancio

Continuamos con las pruebas de esos vehículos cuyo hábitat natural es la ciudad, y que se presentan con una carrocería sobreelevada, partiendo de la base de aquel segmento A cada día más cercana a la extinción tal y como la conocemos.

El Opel Mokka es otro SUV urbano, uno de tantos que nos podemos encontrar por la calle de cualquier ciudad de las que salpican nuestro país. Echemos un vistazo a su aspecto.

El Opel Mokka por fuera

Como ya hemos comentado, se trata de un SUV urbano, cuyas dimensiones son de 4,15 x 1,79 x 1,53 m de largo, ancho y alto, respectivamente, por lo que, de nuevo, estamos ante un coche hecho por y para la ciudad, aunque también podremos usarlo en carreteras secundarias y autovías.

Su aspecto es el de un coche musculoso, como si hubieran cogido la base del Corsa del que deriva y hubiesen soplado por el tubo de escape, redundando así en una imagen de vehículo más grande, como si hubiesen querido incluirlo en un segmento superior.

El Opel Mokka se ha diseñado a partir de sus faros, creando una línea horizontal en su parte superior que acompaña hasta el otro extremo del capó, dando forma a una línea visual muy limpia, así como una parrilla «ciega» de plástico negro, complementando la línea inferior de los faros (de LED, como no podría ser de otra manera).

El capó presenta unas líneas muy marcadas y musculosas, con una nervadura central que se hace notar desde el puesto de conducción, a la par que los extremos del capó forman también una línea sobreelevada y que confiere ese aspecto musculoso al pequeño urbano.

En la parte trasera destacan los pilotos de LED, formando como una especie de «L» mayúscula tumbada, y que nos recuerda al diseño de alguno de los Opel más recientes, como el Astra. Eso sí, al menos en la parte inferior del paragolpes asoman dos colas de escape auténticas.

Interior del Opel Mokka

Por dentro, una vez que acomodas tus posaderas en el puesto de mando, el aspecto musculado se sigue haciendo presente, ya que el capó, al que hacíamos referencia en el apartado del exterior, se hace muy presente y crea la impresión de estar ante un coche de un tamaño superior.

Tal es así que, metiendo el coche en la plaza de garaje donde guardo mi coche propio, tenía que extremar las precauciones al maniobrar, siendo el Mokka un coche más pequeño, pero que puede llevar a confusión si no estás habituado a los capós «abultados».

El Opel Mokka emplea una profusión de acabados en negro piano, de tal modo que nos hace creer que hay un poco de salpicadero en el negro piano, como me dijo un amigo mío (y conocido del blog) cuando vio el interior del coche. Y ya sabemos que este acabado es bonito pero es un imán para las huellas, el polvo y los arañazos…

Este SUV urbano parece adecuado para parejas sin hijos, pues no es muy espacioso por dentro ni tampoco cuenta con un gran maletero, ya que cubica 350 litros, que en la práctica quedan algo escasos si necesitas meter algo más que la compra semanal, no hablemos ya de un carrito de bebé, su cunita o similar.

El nivel de equipamiento es abundante, contando con un cuadro de mandos digital, y una pantalla de infoentretenimiento que mantiene botones físicos (bravo, Opel), así como los sistemas ADAS habituales en los coches modernos.

Al volante del Opel Mokka

El motor 1.2 de gasolina, aderezado por un turbo, nos entrega 130 cv, más que suficientes para el desempeño urbano y que nos permiten circular con tranquilidad por carretera, pero que remarcan el carácter urbanita del pequeño SUV, idóneo para las urbes.

La caja de cambios de la unidad probada, automática, es comandada por un mini selector ubicado en la zona central entre los asientos, y nos ha resultado muy cómoda para introducir las marchas en las maniobras de aparcamiento, a la par que rápida en su accionamiento, al carecer de gatillos o similar.

Una vez en marcha, el Mokka nos ofrece un tacto firme de la suspensión, poco dado al «barqueo» propio de los SUV, pero sin resultar incómoda en absoluto, mostrando un buen equilibrio entre comodidad y eficacia que nos ha gustado.

Conclusiones finales

El Opel Mokka es un SUV urbano, ideal para parejas sin hijos, perfecto para moverse en ciudad gracias a la etiqueta C de la DGT que homologa a partir de equipar un motor de gasolina sin apoyo eléctrico alguno.

El precio de la unidad probada parte de 22.183€, según consta en la web de Opel, donde nos ofrecen toda la información necesaria para hacernos a la idea de lo que queremos buscar a la hora de comprar un coche nuevo.

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