Prueba: smart #5 Summit Edition

Tras la toma de contacto de la presentación, ahora hacemos una prueba de larga duración del smart #5 Summit Edition 

Algunas semanas atrás, antes de poder hacer a fondo la prueba del smart #5 que lees, pude conocer en persona al tercero de los modelos de smart, el conocido como #5.

Entonces me y les propuse a los responsables de la marca agendar una semana para conducir el smart, en concreto de la versión mas campera, denominada Summit Edition.

Concertada la cesión dispondría de tiempo suficiente partir de la que generarme una idea y opinión sobre el smart #5 fundada que es lo que vas a leer a continuación.

Vivir con un smart 5

Como acabo de decirte, ni era la primera vez ni tampoco hacia tiempo significativo que ya había podido conducir un #5, es más todo esto hacía que me apeteciera aún más hacer lo que no pude en mi primera toma de contacto con el que es salir al campo con el smart 5 a ver qué tal se portaba.

Además de eso, mi otro objetivo para esta prueba del smart #5 era saber cómo sería vivir con uno con configuración campera en ciudad y en el día a día en el entorno urbano como es donde vivo.

Ahora, con todo esto sobre la mesa ya solo me queda meterme en lo mollar de este artículo que es contarte qué tal va el smart 5 dentro y fuera de la ciudad, o mejor dicho, qué tal va el smart 5 en el campo y en la ciudad.

Voy a salirme de mi esquema habitual y voy a hablarte tanto de la habitabilidad y el confort del smart #5 como de su conducción, fundiendo ambos ámbitos de forma combinada pero sin seccionarlos porque, para este coche me parece lo mas idóneo.

Así, eludiendo que ya me había sentado brevemente en la misma unidad que luego tuve en préstamo, te diré que la posición de conducción del smart 5 es de las mejores que he probado, dentro de los SUV.

Es curioso porque funde la comodidad de una berlina alta con el posicionamiento elevado de una carrocería SUV, pero a la vez permite hundirse en la cuna de su arquitectura y sentirse poco menos que en un compacto divertido. Es decir, le puede gustar a muchos ajenos al segmento en el que se integra, como es mi caso.

Luego, no puedo dejar pasar el abrumador sistema de «info-entretenimiento-home-cinema-minority-reports» de pantalla.

Además de ser enorme, se comporta como tal: funciona de lujo, en todos los sentidos, salvo en cuanto a su asistente virtual, para mí, una de las cosas que menos me ha gustado del smart #5 y al que solo le voy a dedicar una línea más con lo peor de todo: no (me) entiende prácticamente nada de lo que le pido y si no lo desactivo salta con facilidad gracias a que su aparición se produce en cuando juntas fonemas «jai sm…».

Volviendo a los asientos delanteros del smart 5, el del copiloto es aún mas delicioso ya que no solo disfruta de más espacio, por no tener el volante ni los pedales, y puede tener uso a su antojo de la segunda pantalla, en cualquier momento, incluso en movimiento, ya que puede mantenerse activa si el acompañante está en su puesto.

Las plazas traseras del smart #5 son espectacularmente amplias, no solo porque la función limusina (una gozada) lo permite, sino que, de por si, la amplitud del habitáculo permite transformarlo en, si lo quieres, en un dormitorio, tanto porque existe función de acampada que configura los asientos para hacer del interior del smart 5 poco menos que un salón, como porque con poco que te acoples te puedes echar una siesta en el… o dos.

Caben 3 adultos de talla media de torso y cadera sin molestarse mucho, algo que no puede decirse de mucho SUV con estas dimensiones ( casi 4,7 metros de largo, 1,92 de ancho y 1,71 de alto), porque queda patente que se ha hecho un esfuerzo en maximizar su interior.

Un espacio que se disfruta mucho en reposo, pero que es tan práctico o más en movimiento.

Como te decía, en la semana que ha durado la prueba del smart 5 lo he usado para todo, bueno, casi, ya que no me he hecho un viaje largo con el… pero si distancias suficientemente largas y plomizas como para saber que este coche me valdría para viajes de media y larga distancia sin recargar, y que cuando tuviera que hacerlo, gracias a su infraestructura de carga, podría recargarlo en unos 15-20 minutos.

En cuanto el consumo eléctrico del smart #5 Summit Edition, he acabado con poco menos de 20 kW/100 km, lo mismo que el homologado. En cuanto a autonomía, no he podido consumirla por completo, de hecho, he llegado a superar los 300 km recorridos con esta unidad y aún le quedaban, como poco, otros 150 en condiciones como las que llevaba hasta el momento de la devolución.

Con todo y esto, estoy convencido de que penaliza y mucho este dato el kit de acampada (somier y escalera) que instala y que tantas miradas recala.

Como te decía, me ha gustado mucho este smart 5 en ciudad, no solo por su naturaleza sino por su agilidad. Es cierto que, a veces, resulta grande (engaña por fuera, es mas bicho de lo que parece) y a veces cuesta encontrar plazas en línea donde entrar, pero gracias a su radio de giro, se puede apurar en huecos donde el margen es muy poco.

Como te decía, se mueve muy mejor y uno de los aspectos mas sobresalientes del smart #5 Summit es vadeando ya que, gracias a su suspensión uno puede ignorar conscientemente la inmensa cantidad de badenes, resaltos y franjas cimentadas en el pavimento contra el coche.

Si es bueno en esto, cuando sales de la urbe da gusto moverse con alegría con el porque, gracias a su chasis, entiendo que a la excelente distribución de pesos y, de nuevo, a una suspensión que resulta aplomada en curva rápida, permite moverse con una sorprendente agilidad deportiva en esos ámbitos, además, no peca de las típicas deficiencias que los SUV normales y corrientes padecen, como son inercias laterales, ya que al llevar el peso abajo, el efecto suelo hace que dentro no se cabecee, a menos que uno lo busque…

Y uno puede inclinarse, ladearse, incluso quedarse con una «patita arriba» si se echa al campo con el smart 5 Summit Edition.

También te tengo que advertir, mi idea con este SUV fue la misma que, por ejemplo, con el Subaru Forester, Jeep Compass 4xe Trailhawk o el Suzuki Vitara AllGrip, es decir, buscar SUV con actitudes off road, no tener un todoterreno eléctrico y probarlo al estilo del Jeep Wrangler 4xe o el Land Rover Defender que tuvimos… no.

Así que me eché a mi campo de pruebas habitual sobre tierra al que suelo llevar a este tipo de coches. Una zona agrícola, con caminos de diferente calado y compostura: compactos, rotos, de arena suelta y, a veces, deslizantes, inclinados… sin ser una locura, es incomodo circular por ellos si no vas, al menos, en un SUV.

Entonces te diré que el smart 5 en caminos va muy pero que muy bien, me recordó mucho a lo que viví con el Jeep Renegade 4xe Trailhawk, que sin ser un todoterreno, es un todocamino.

No puedo incluirlo dentro del grupo de coches para huir o escapar de un apocalipsis, aunque es uno de los mejorespara echarse al campo o a un camino de montaña y pasar la noche en él, o sobre él.

Conclusión y opinión del smart #5 Summit Edition

No voy a tirar de lo que ya dije en la toma de contacto, es más, ahora se me queda corta (y eso que no me la he leído para no influirme).

Está claro que el precio del smart #5 Summit Edition no está a la altura de todos, casi 60.000 euros sin ayudas ni descuentos, unos 42 si se aplican todos. Siempre puedes recurrir a ir al SUV eléctrico más barato y que lejanamente se parece:, pero también te digo: si quisiera comprarme un coche como éste y tuviera el dinero, bien que me lo gastaba.

No me ha gustado: me ha encantado. En ciudad, en carretera, en campo, en el garaje… En marcha, parado e, incluso, reposando en él. Te vale para todo, incluso en estos tiempos de temor por apagones ¡te sirve para enchufarte la cafetera y hacerte un café allá donde te lo propongas!