Prueba: Mercedes Benz GLB 200d 4Matic ¿Un SUV que merece la pena?
2 noviembre, 2020Estrenando la sección «Firma invitada» recibimos a Rubén, un colega (maestro, ‘petrolhead’, redactor…) con el que compartir tantas aficiones me lleva a invitarle a formar parte de las historias que desde Divex Motor contamos de tú a tú los apasionados de los coches para los apasionados de los coches y por eso nos cuenta su experiencia durante la prueba del Mercedes Benz GLB200d 4Matic que ha conducido. – Miguel Lorente –
“Y el ganador de nuestro sorteo es…”. Y con esas siete palabras dio comienzo la experiencia de un servidor al volante poniendo a prueba un Mercedes Benz GLB durante todo un fin de semana. ¿Quieres que te cuente los detalles? Pues ajústate bien el asiento, el retrovisor y el cinturón, que empezamos.
Para situarnos en el contexto tenemos que retroceder a finales del mes de julio, mes en el que Mercedes Benz Madrid, uno de los concesionarios más importantes que la marca de la estrella tiene en la capital, lanzó un concurso en Twitter en el que el premio era una noche de hotel y un fin de semana con uno de los renovados SUVs de la marca, a elegir entre el GLA y el GLB. Y por una vez he sido agraciado con un premio “importante”.
Tras intercambiar unos cuantos correos entre la agencia encargada de la organización y entrega de premios, acordé el fin de semana del 26 de septiembre para llevarme el coche y pasar una noche en un hotel de Valencia.
El viernes 25 me acerqué a las instalaciones de Mercedes, donde conocí al Community Manager de la marca, y donde en seguida me enseñaron los controles básicos del coche y el funcionamiento del MBUX sobre un GLB de la exposición mientras preparaban el que me iban a entregar.
El MBUX en la prueba del Mercedes Benz GLB o el «hable usted con su Mercedes»
Mercedes ha creado un sistema de infoentretenimiento al que denominan MBUX, Mercedes Benz User eXperience, con el que puedes interactuar con el coche y pedirle que cambie la emisora de la radio, que te lleve al hotel, que cambie los colores del interior o que baje la temperatura del climatizador, con un micrófono situado junto al parasol del conductor y otro junto al del acompañante que regula de forma individual según quién lo diga. “Mercedes, tengo calor” fue una de las frases que más tuvo que escuchar a lo largo del viaje 😀
Para ser sincero, no me gusta nada la moda SUV, y la proliferación de los mismos que está dando como resultado la bajada de ventas tanto de coches compactos y sobre todo de las berlinas. Aun así, intenté despojarme de cualquier tipo de prejuicio en contra de los SUVs y darle un voto de confianza al GLB, por aquello de que íbamos a hacer un viaje de unas cuantas horas a bordo del susodicho.
Lo primero que hice en esta prueba del Mercedes Benz GLB, nada más montarme, y antes incluso que conectar mi móvil al Bluetooth, fue buscar la palanca del asiento del conductor que lo regula en altura para ponerlo en su posición más baja: al menos, ya que tengo que ir en una posición alta, que no se asemeje tanto a una furgoneta sino más a un turismo, que al fin y al cabo es lo que a mí me gusta.
¿Familia numerosa? Pues tenemos hasta 7 asientos
Hablando de asientos: la banqueta trasera se divide en dos partes, en 1/3 y 2/3, y se puede desplazar longitudinalmente; así, si necesitamos más maletero, podremos desplazar hacia delante la banqueta total o parcialmente. Y, además, el GLB incluye un par de asientos plegados en el maletero y que permiten ser usados por niños, ya que según Mercedes no son recomendables para personas de más de 1,68 m de altura, pues son más pequeños que los demás y harían que un adulto tuviera que flexionar las rodillas en exceso.
Conducción
En cuanto te pones a los mandos del GLB y te aprendes dónde están los botones del volante que controlan cada pantalla por separado es como si llevases toda la vida conduciendo el coche. Ambas pantallas se ven con una gran nitidez, aunque quizá yo hubiera preferido que hubieran mantenido la tradicional “visera” sobre el cuadro; de hecho, el próximo Clase E la mantiene. Cuestiones de estética, supongo.
Una vez en marcha, en la prueba del Mercedes Benz GLB me llama la atención el esfuerzo que hace Mercedes porque sus coches sean silenciosos, pues he notado con respecto a mi BMW un mayor aislamiento, si bien esto se hace más notable cuando se rueda en torno a las 2.000 rpm; por encima de las 2.500 en adelante el sonido del motor diésel se dejaba notar (se trataba de un GLB 200d 4Matic). A la hora de acelerar se le notaba algo perezoso para tener 150 cv, comparado con el Compact que tengo (170 cv) daba la sensación de ser bastante más lento, sin ser excesivamente más pesado.
Sin embargo, no me he terminado de acostumbrar con una cosa “nueva” para mí: la “palanca” de cambios en el volante (justo donde iría el mando de los limpiaparabrisas en casi cualquier coche): a veces se me olvidaba darle a la palanca para poner la D (con lo que intentaba arrancar en P), y en otras ocasiones la mano derecha iba a “buscar” instintivamente una palanca física entre los asientos. Imagino que es cuestión de acostumbrarse, como todo. Eso sí, el acceso sin llave me encanta, así como la asistencia de apertura del maletero.
Y, aunque he dicho antes que no me gustan los SUVs por regla general, sí que tengo que romper una lanza a favor de este GLB, y es que me ha sorprendido gratamente el paso por curva, bastante bueno para un coche “alto”, aunque para mí gusto demasiado enfocado a ciudad, con una dirección muy suave y rápida.
Conclusión: prueba del Mercedes Benz GLB
Si estás buscando un SUV medio/grande con carácter “Premium” y sobre todo te gusta la tecnología, el GLB es tu coche. Asimismo es tu coche si necesitas los 7 asientos. ¿Me lo compraría? Probablemente no, pero porque no necesito los 7 asientos ni tampoco un SUV. Mientras pueda, y mientras las marcas no nos «obliguen» a comprar un SUV, seguiré comprando compactos o berlinas.
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