Prueba: Kia Sportage 2022 GT Line, un SUV-perventas

Prueba: Kia Sportage 2022 GT Line, un SUV-perventas

6 octubre, 2022 Desactivado Por Ruben Amancio

Os traemos la prueba del Kia Sportage 2022 GT Line, un SUV renovado que pretende hacerse con el trono de los superventas.

Una de las marcas que más ha evolucionado en los »pocos» años que lleva en Europa (pocos si los comparamos con otras marcas de más renombre), es sin duda Kia. Hace unos 30 años, al desembarcar en Europa, tenían modelos que, si bien eran válidos, estaban lejos de los estándares de calidad europeos.

Sin embargo, con esta nueva generación de coches, Kia nos demuestra que sabe hacer coches que pueden estar a la altura de los estándares europeos, y de hacer coches de calidad, no solo aparente, sino también efectiva, con un diseño que entra por los ojos, con unos materiales muy buenos y bien ensamblados.

Diseño exterior: el acabado GT Line, clave

Por fuera, este vehículo no deja indiferente a nadie: o lo amas, o lo odias. La gente que lo ve te da su opinión, unas veces favorable y otras desfavorable, pero no deja a nadie impasible cuando lo ven pasar a su lado, ya sea como peatón o como conductor de otros coches.

El frontal está presidido por una gran parrilla de enormes dimensiones, que refuerza su imagen de coche con «presencia», vamos a decir. En el centro de la susodicha parrilla se encuentra el nuevo logotipo de la marca, moderno y adaptado a los tiempos que corren.

Lateralmente el Kia Sportage 2022 presenta un aspecto musculoso, con líneas que refuerzan su imagen de SUV, con unos grandes pasos de rueda y una línea de cintura alta, además de una inserción en negro que refuerza, aún más si cabe, dicho aspecto musculoso.

La parte trasera se encuentra presidida por una línea infinita dibujada por los pilotos traseros, unidos por la parte central, aunque, bajo la humilde opinión del que escribe estas líneas, es la parte más anodina del SUV que nos ocupa.

Interior, un habitáculo enfocado al confort

En una palabra: el Kia Sportage 2022 GT Line resulta un coche cómodo. Y para conseguir dicha comodidad no duda en añadir un vasto equipamiento tanto de software como de hardware: techo solar, asientos eléctricos ventilados y calefactados, una gran pantalla que incluye el manejo del info-entretenimiento y demás funciones del vehículo…

Han conseguido crear una atmósfera en la que se respira calidad. Nos encontramos ante un salpicadero revestido en piel, unos asientos que combinan cuero, tela y alguna parte en Alcántara muy cómodos y un acabado en el que KIA ha puesto empeño, con el fin de acercarse a las marcas generalistas europeas con alma de Premium.

El sistema de sonido aparece con la firma de Harman Kardon en los altavoces; en la práctica esto se traduce en un sonido muy compensado, aunque quizá un servidor hubiese agradecido la inclusión de un subwoofer potente en el maletero: sibarita que es uno.

Las dos pantallas del salpicadero (ambas de 12,3 pulgadas) están colocadas una justo al lado de la otra, bajo una misma cubierta, para dar la impresión de ser una sola. La instrumentación nos proporciona mucha información, la navegación por sus menús es sencilla y la transición entre los menús se realiza con la suficiente rapidez como para que no echemos en falta una pantalla mejor.

Justo en la zona que está debajo de la salidas centrales de aire nos encontramos con un pequeño panel táctil con un par de ruletas para el climatizador, que evita tener que acceder al manejo de la climatización a través de farragosos menús en la pantalla. Por cierto: este mismo panel táctil ofrece la posibilidad, tocando un botón, de manejar el sistema multimedia.

En cuanto al volumen del maletero, este cuenta con unos generosos 526 litros, lo que durante la prueba del Kia Sportage 2022 híbrido ligero nos ha permitido llevar una par de maletas de tamaño grande sin muchos problemas. Bajo el piso del maletero nos encontramos con un kit de reparación de pinchazos.

Conducción durante el test del Kia Sportage 2022 GT Line

Es un SUV. Para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno, porque es cómodo, y permite hacer largos viajes a velocidad sostenida sin cansarse en exceso; y para lo malo, porque se notan las inercias derivadas de una mayor altura con respecto a una berlina tradicional.

Nada más acercarte al coche, este abre los espejos (que se pliegan automáticamente al cerrar) y ofrece una entrada al coche muy cómoda gracias a la función easy-entry: el asiento del conductor, de manejo eléctrico, se desplaza longitudinalmente hacia atrás con el fin de facilitar la entrada y la salida del SUV, y luego se ajusta a la posición que tuviéramos previamente memorizada.

Una vez en marcha, contamos con un sistema de ayudas a la conducción que, bajo nuestro punto de vista han resultado ser bastante intrusivas durante la prueba del Kia Sportage 2022. El sistema de mantenimiento de carril en ocasiones desespera, ya que te «tira» del volante para corregir la trayectoria, hay avisos sonoros por doquier… uno ya llega a pensar si no sabe conducir.

Sin embargo, el sistema de cámaras de 360º sí es una ayuda útil, sobre todo a la hora del aparcamiento, proyectando el coche en alzada y con una imagen lateral hacia delante y con la cámara de visión trasera cuando introducimos la marcha atrás.

De igual modo, al hacer uso de los intermitentes, una cámara proyectada en las esferas que tenemos para la velocidad y las revoluciones del motor nos ofrece una imagen con el fin de evitar los ángulos muertos, con una buena resolución que se ve bien incluso de noche si la zona está iluminada.

En lo referente a las suspensiones, estas nos han parecido algo secas en su funcionamiento, sensación que quizá ayude a acrecentar la elección de unos neumáticos en medida 235/50/R19, con un perfil más bajo que el que debería  de llevar un SUV normal y corriente como el que nos ocupa.

El motor diésel, el consabido 1.6 CRDI de Kia/Hyundai, ofrece 136 cv y la ayuda de un sistema de hibridación ligera, MHEV, y está gobernado por una caja de cambios de 7 relaciones y doble embrague de funcionamiento bueno, aunque algo lento en la transición de marchas, las cuales se seleccionan mediante una ruleta de gran tamaño entre los asientos delanteros.

Conclusiones y opinión tras la prueba del Kia Sportage 2022

La prueba del Kia Sportage 2022 GT Line nos deja el recuerdo de ser un coche cómodo, creado para viajar e incluso para moverse por la ciudad en el día a día, para lo cual, la microhibridación de su motor le brinda la oportunidad de tener disponible la pegatina ECO y acceder así a las zonas restringidas a otras etiquetas de las grandes ciudades.

A pesar de tratarse de un coche diésel, su consumo no ha sido especialmente bajo, arrojando una media de 6.2 litros a los 100 durante nuestra prueba. Probablemente el mayor peso y altura respecto a un compacto o berlina tradicional no ayude a que el consumo sea más bajo.

Según el configurador de Kia, el precio del Kia Sportage 2022 con acabado GT Line parte de 49.108€ antes de descuentos y ayudas, lo que nos parece ciertamente alto pero que está en consonancia con el mercado actual, aunque al menos está bien justificado debido al gran nivel de equipamiento que ofrece.

Si tuviera que comprar un SUV compacto nuevo, con un buen maletero, probablemente el Kia Sportage GT Line 2022 sería uno de mis primeros, ahora, que si lo que prima es el presupuesto, quizás la opción de comprar un Sportage usado de la anterior generación tampoco sería descabellado…

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