Prueba: Jaguar F-Pace P400e AWD R-Dynamic HSE

23 mayo, 2023 Desactivado Por Miguel Lorente

Hacemos la prueba del Jaguar F-Pace P400e, un SUV híbrido enchufable de tracción integral y con hasta 404 CV de potencia y un lujo desbordante cuya relación calidad-precio es sensacional

Podría andarme con rodeos para empezar este texto pero, es que la impresión inicial del F-Pace que me transmitió el vehículo que he tenido el placer de disfrutar durante más de 7 días es la de ser un automóvil enorme. Y no solo se ve, lo muestra y él lo demuestra orgulloso según lo rodeas para verlo más de cerca.

Imponente felino

El Jaguar F-Pace mide 4,75 de largo; 1,66 de alto y tiene una anchura de vías próxima al 1,65 pero es presencia global lo que más destaca. En concreto y a pesar de la discreción que supone el color de la carrocería Eiger Grey de la unidad de la prueba del Jaguar F-Pace que nos ocupa, se ve voluptuoso y atlético, según te aproximas a él impone más su conjunto.Entonces, pulso el botón de desbloqueo de la cerradura y las luces, cuales afilados ojos de un felino que aguarda mansamente el momento de entrar en acción, se encienden. Y tras este primer subidón llega, posiblemente, lo mejor del Jaguar F-Pace: estar dentro de él

El habitáculo del F-Pace: el lugar donde estar

Tan grande como se ve por fuera es el espacio interior del F-Pace.

Una vez sentado en la butaca del conductor, en un primer momento, instrumentos como la pantalla del sistema de información y entretenimiento de la consola central del habitáculo del Jaguar F-Pace, me levan a trasladarme al momento en que me puso al volate de su «primo», el Land Rover Defender que probamos.

Pero no, esto va de otra cosa. Mientras que el Defender se muestra desde el primer instante como un todoterreno de lujo, el F-Pace es un SUV de lujo. Porque lo es.Como decía, en la posición de mando, la distancia al cristal delantero se hace inmensa y la disposición elegante y esmerada del conjunto frente a uno es magnífica. Un equilibrio perfecto entre el lujo y el buen gusto.

Es cómodo en el puesto de conductor, en el acompañante y casi más, si se me apura, sentado en las plazas traseras ya que, de las butacas delanteras se pasa al sofá posterior.

Viajando dos adultos, hay espacio para los pies, rodillas, brazos, hombros y distancia de la cabeza a la cúpula como para sentirse en una especie de GT muy elevado sobre el asfalto.

A todo esto, el ambiente es soberbio. Es un ejemplo de cómo los británicos, cuando quieren, son maestros en lo suyo e, incluso, se enorgullecen de decirte donde te pueden dar sus clases.

El uso de materiales de la más alta calidad pero también la elección de su presencia es una sucesión de detalles imbricados en una pieza de artesanía propia de la orfebrería. Desde la piel Grained perforada en Ebony del tapizado hasta las levas detrás del volante, pasando por el equipo de sonido, sin poder ni querer olvidarme del esmerado trabajo que supone integrar toda bondad a la perfección en una cabina capaz de sustituir al más lujoso salón.

Al volante del Jaguar F-Pace

Ajustados todos los reglajes iniciales, enciendo el sistema motriz híbrido enchufable y se inicia un silencioso desplazamiento por el subterráneo y los túneles que nos dan salida a la ciudad de Madrid que ya ha rebajado sensiblemente su frenética actividad. Ideal para pasearse con este enorme SUV.La noche cae sutilmente y el navegador me va indicando la mejor ruta hasta mi domicilio. Entonces enlazo ya a vía extraurbana con el motor de combustión aún sin haber dado muestras de actividad.

Decido despertarlo y, gracias al desplegable selector de los modos de conducción, paso del estándar Confort al Dynamic. Aunque el motor mantiene el aporte eléctrico que me ha llevado hasta donde me encuentro, entra ahora en conjunto motriz al completo y, entonces, los hasta 404 CV de potencia homologada permiten una aceleración lineal contundente. No es radical, como nada en este coche, solo el lujo resulta extremo. El modo más deportivo, Dynamic, evoca el espíritu más racing, e incluso, mediante la pantalla de la consola central, permite elegir el tarado del volante, suspensión, motor… lo cual hace parcialmente personalizable su respuesta, e incluso medir tiempos por vuelta en circuito, algo que se me antoja un tanto fantasioso para un coche así, aunque quién sabe el uso que le pudiera dar su dueño.Lo que empiezo, y después confirmaré, es que, de una parte, la tracción integral de Jaguar, la potencia y, sobre todo el peso, o mejor dicho, el reparto de peso, hacen de este SUV muy estable, tanto en paso por curva rápida como en trazadas curvilíneas prolongadas. No muestra inercias flagrantes sino que va muy aplomado.

Porque, si te preguntas cuánto pesa el Jaguar F-Pace, este en concreto, el del motor 2.0 R-Dyanamic HSE y con bondades como el techo desplegable acristalado, se va por encima de las 2,2 toneladas (2.230 kg) y es mucho, de hecho, los 400 CV no son excesivos y se nota cuando, por ejemplo, el motor eléctrico se queda sin energía que apoyar al de gasolina (un propulsor 2.0 turbo, por cierto) que va entonces justito de potencia.También se me antojan justos los frenos del Jaguar F-Pace de 404 CV. Este coche pesa mucho, acelera bastante y necesita, a mi gusto, unos frenos más contundentes, tanto en la mordida al disco como en la entrada en acción cuando se pisa el freno, no tarda, pero debería llegar incluso antes. A veces parece que cuesta frenar y eso lleva a tener menos fe en su equipo de frenada que en otros vehículos de corte más deportivo.

Porque, por ejemplo, a pesar de ser cómo es, el F-Pace va bien en zona entre enlazadas, apoya fuerte, como decía antes, porque pesa, y la dirección, aunque es un tanto flotante, es muy eficaz, lo que permite meter el coche por donde la vista y el cerebro traza.

Prueba: Jaguar F-Pace PHEV, autonomía en modo eléctrico y consumo

De vuelta a una conducción estándar, dispone de una configuración respecto del uso y de la motricidad totalmente eléctrica, algo que puede elegirse a partir de también los tres perfiles disponibles: SAVE, EV e Hybrid. Con todo y esto, dispone de etiqueta CERO por homologar hasta 64 km.

Una autonomía eléctrica que puede ser recuperada fomentada gracias a una regeneración casi inmediata y continua a la mínima que se levante el pie del acelerador, algo muy útil para recargar en vía urbana con tanto resalto y demás interrupciones artificiales del tráfico, o si se tercia el camino y favorece una conducción a vela.

El consumo medio del Jaguar F-Pace híbrido enchufable a los 100 con la batería al tope se quedó en 1,8 litros gastados pero, sin energía eléctrica la media se va con facilidad a los 9. En trayectos por vías rápidas a velocidades por debajo de la máxima, el coche puede circular entre los 5 y 6 cuando se es cauteloso con el acelerador y el trazado a favor del vehículo.

Esto es, para un uso de unos 25-30 km de casa al trabajo, por ejemplo, he podido circular en la prueba del Jaguar F-Pace totalmente en modo eléctrico pero consumida la energía de la batería, entonces aparece un gasto de combustible que ahora mismo es asumible por muy pocos bolsillos.

Respecto de los modos, el más equilibrado, en todo los sentidos, es el Confort, ya que en el ECO el coche pierde mucha «patada» y no compensa tanto su reducción de consumo, este SUV es ideal para desplazamientos largos ya que, como dije antes es el lugar donde quieres estar al viajar mientras que el Dynamic se me antoja coherente solo para grandes aportes energéticos puntuales como puede ser un adelantamiento en vía secundaría o para dejar atrás a algún usuario de SUV normal y corriente con aires de grandeza.

El maletero del Jaguar F-Pace PHEV

Pero antes de ir finalizando el texto de la prueba del Jaguar F-Pace, queda analizar su zona de carga.

Así, la capacidad y utilidad del maletero de F-Pace híbrido enchufable no viene dada de sus 354 litros, sin duda una cuantía que es baja pero que, sinceramente, queda en anecdótica cuando se usa este compartimento en el que cabe sobradamente desde una maleta de tipo familiar de gran volumen y algunos otros bártulos más, como bolsas de viaje de tela o alguna maleta de cabina.

Sin la bandeja, se me ocurre que, y pensando en las cualidades de mi socio beagle, salvo por lo que más detesto de transportar un can que es que se me llene el coche de pelos, una opción opción bastante adecuada como coche para viajar con perros de hasta dimensiones medias también gracias a los anclajes que se presentan en el suelo, aunque, si entonces te decides por comprar un F-Pace lo hagas invirtiendo algo más de 1.100 euros en el Pet Pack.

Jaguar F-Pace: precio, opinión y valoración de compra

Porque hablando de gastarte tu dinero, te diré que teniendo en cuenta cuánto cuesta el Jaguar F-Pace y según lo que hay en el mercado, los desde 90.500 euros que anuncia Jaguar en su configurador de los que parte de base el P400e AWD Auto R-Dynamic SE que hemos probado, entonces y con todos los extras y paquetes incluidos se sube a unos 100.000, son todo un desembolso muy a tener en cuenta pero está claro que si has llegado a este texto para leer una prueba Jaguar F-Pace es porque te interesa y tienes presupuesto para adquirirlo, lo hagas.

Si el dinero no es un problema, yo no lo dudaría porque es un capricho de coche y un coche de capricho pero es práctico y se disfruta y seguro que así se amortiza cada día, desde que te acercas a él por la mañana para iniciar tu día hasta que la jornada llega a su fin, lo aparcas en el garaje y ya estás esperando que llegue otra nueva jornada para ponerte al volante del Jaguar F-Pace.

Yo he pasado 8 días con esta unidad como coche de diario y hace sentir lo ordinario, extraordinario. Poner consciencia a su uso es empoderarte, plantar cara al tedio, a la ordinariez, es ser un diamante en una caja de lapiceros.El mercado de los está saturado de este tipo de vehículos, habiéndolos malos, regulares, otros que ni fu ni fa, buenos y excepcionales y, dada por finalizada la prueba del Jaguar F-Pace P400e R-Dynamic HSE que he tenido el placer de conducir, este es una delicia, uno de los mejores SUV de 2023 por lo pronto.